Estados Unidos es reconocido por muchas cosas, entre ellas los asesinos seriales que aterran a los ciudadanos a lo largo de la historia. En el año 1834 hubo un incendio en la mansión Royal Street, cuando los vecinos quisieron ayudar a la familia salvando sus pertenencias se toparon con un horrible escenario, demostrando que Madame Delphine Lalaurie era una completa sádica.
Su nombre de soltera fue Delphine Lalaurie McCarty, provenía de una familia adinerada de Nueva Orleans y estaba acostumbrada a la buena vida. Se casó por primera vez teniendo tan sólo catorce años con un miembro de la Corona Española, Ramón López y Ángulo de la Candelaria, de aquel matrimonio nació su primera hija.
Años más tarde contrajo nupcias con Jean Paul Banque, con quien tuvo sus siguientes cuatro descendientes, y a pesar de ser un hombre de negocios logró que ambos perdieran su fortuna completa después de que falleciera. Delphine logró recuperarse de esta desgracia al heredar dinero de su padre.
Para cuando se casó por tercera vez con el doctor Louis Lalaurie, ya tenía hecha una fortuna y vivía en condiciones excelentes, quedando embarazada por última vez, aunque se especulaba que el matrimonio vivía infeliz. En 1831 se hizo de la propiedad en Royal Street 1140, mansión que tenía su dependencia para los esclavos de la familia.
Hubo algunas denuncias por parte de algunas personas, afirmando que Madame Lalaurie daba un trato poco digno a los esclavos, pero al acudir a la mansión y no encontrar aparentes pruebas de esto, no pudieron retenerla. Fue hasta que una cocinera de la tercera edad provocó un incendio para suicidarse, que todos pudieron ser testigos de la crueldad de la socialité.
La familia se había negado a entregar las llaves de la propiedad para que ayudaran a los esclavos, así que acudieron a la fuerza bruta, derribando las puertas, se encontraron primeramente a la anciana que inició el desastre, amarrada al horno de uno de sus tobillos.
Pero no fue lo más grave del asunto, cuando llegaron a donde vivían los sirvientes descubrieron a varios de ellos “mutilados horriblemente… suspendidos por el cuello, con sus extremidades aparentemente estiradas y rajadas de una extremidad a la otra”. También a una de las mujeres usando un pesado collar de hierro, y a otra anciana con una grave herida en el cráneo y dificultad para moverse.
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Un juez llamado Jean-Francois Canonge informó al Doctor Lalaurie, ya que él había dejado de vivir ahí por una denuncia de su esposa, a lo que éste respondió “Hay quienes estarían mejor empleados si se ocuparan de sus propios asuntos en lugar de entrometerse oficiosamente con las preocupaciones de otras personas”.
Cuando ingresaron al jardín de la propiedad descubrieron un cadáver, al parecer era de una niña esclava, la cual se había matado saltado desde el techo de la casa después de que Madame Lalaurie la persiguiera con un látigo por haberle jalado el cabello mientras se lo cepillaba. Al seguir buscando se encontraron otros más en el pozo “entre ellos el de un niño”.
Delphine Lalaurie logró escapar hacia París sin haber sido condenada culpable por todos sus crímenes.
El caso fue tan popular que hubo quienes escribieron historias, exagerando los actos de la asesina y el número de víctimas. En el año 2013, la actriz Kathy Bates le dio vida en la famosa serie American Horror Story: Coven, donde adaptan la historia haciéndola ver como una bruja racista quien disfrutaba mutilar esclavos y se untaba su sangre en la piel para mantenerse joven, todo esto fue parte de la ficción de la serie, ya que no hay pruebas de que haya ocurrido así.
Una de las asesinas más famosas de Estados Unidos, y también una de las más despiadadas y sádicas en la historia.
