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El misterio detrás de los «michis» callejeros de Turquía

¡Ay, estos michis! Tan esponjosos, independientes y ágiles… Pueden ser la pesadilla de varias personas o el deleite de muchas otras. En este caso, los gatos callejeros son los protagonistas de esta historia, en particular los felinos de Turquía.

Lamentablemente, los gatos callejeros de otros lugares del mundo no tienen la misma suerte que en la ciudad turca, debido a las deplorables condiciones en las que desarrollan. Desde sufrir hambre, abandono hasta aumentar el riesgo de sufrir daños a su salud ya sea por otros gatos o humanos.

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En esta ocasión, los gatos turcos viven en una situación diferente a la de sus homólogos de Occidente. Adéntrate en este viaje para conocer el por qué hay tanto michi repartido en las calles de este país, lleno de historia y mininos.

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Mehmed II conquistando Constantinopla (1903), de Fausto Zonaro

La historia de los michis en Turquía

Desde los tiempos del antiguo Imperio Bizantino hasta la invasión otomana de 1453, los felinos han jugado un papel crucial en la historia de la antigua Constantinopla. Al ser una ciudad portuaria, que conecta a los continentes europeo y asiático, las embarcaciones tenían que mitigar las plagas de ratas que se desataban en los navíos. La mejor solución para eliminar a los roedores era por medio de los gatos para que cazaran a las ratas.

Una vez llegaban los barcos a la ciudad de Constantinopla, los michis escapaban de los barcos para esparcirse a lo largo de las calles otomanas. Generación tras generación, los gatos han sido parte crucial en la historia de Turquía y grandes urbes.

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La importancia de los gatos en la cultura musulmana

Tras la caída de Constantinopla el 29 de mayo de 1453, los turcos otomanos instauraron el Islam como la religión predominante en los vestigios del Imperio Bizantino; con el tiempo, instauraron dicha religión en demás tierras a lo largo de África (Egipto, Libia, Túnez, Somalia), las costas del Mar Rojo, hasta la zona de los Balcanes en Europa.

Para los musulmanes, los gatos son símbolo de buena fortuna y bonanza. Esto se debe a una creencia en la que el profeta Mahoma, al predicar la palabra de Alá, iba acompañado con un felino para darle éxito en su peregrinaje. En una ocasión, uno de sus michis alejó a una serpiente que iba a morder al profeta. A raíz de este episodio, es por ello que los gatos son un símbolo de buena suerte y éxito.

Esta creencia se esparció dentro de la metrópoli otomana -la actual Turquía- y por ello es que a los gatos callejeros se les da comida, bebida y cobijo en la ciudad turca. Existen presupuestos participativos donde se se destinan recursos para cuidar a estos animales de plagas y enfermedades. De acuerdo con una creencia popular musulman, si un gato es vulnerado, existe una frase que expresa lo siguiente:

«Si le haces daño a un gato, tendrás que construir una mezquita para que Dios te perdone.»

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Los michis más famosos de Turquía

Uno de los michis más populares del Internet recorrió las calles de Turgutlu en busca de carne. Era una cliente frecuente en una carnicería de la ciudad, dirigida por Ikram Korkmazer.

Esta felina callejera se hizo viral en las redes al ser grabada dentro de una carnicería porque se veía cómo inspeccionaba el estante de carnes para escoger con cuidado su carne favorita; su nombre era Yesim (Jade en turco).

Una vez que ya tomó su decisión, ella usaba una de sus patas delanteras para señalar el trozo de carne de su preferencia. El carnicero, en vez de espantarla o sacarla por la fuerza, se mostró amable y la atendió como cualquier otro cliente.

En el 2020 Yesim falleció y en su memoria, Ikram diseñó una réplica de la felina imitando su característica pose para inmortalizarla y rendirle respetos.

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Otro de los gatos más famosos de Turquía llevaba por nombre Tombili. Se caracterizó por sentarse en una banqueta con una pata recargada en la acera para acomodarse mejor mientras observaba con detalle a los peatones que pasaban por la calle.

Esta forma peculiar de sentarse hizo que se inmortalizara tanto en las redes sociales como en la misma banqueta donde se sentaba ya que, tiempo después de fallecer, en su honor le hicieron una estatuilla replicando la misma posición en la que se sentaba Tombili.

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Sin duda alguna, los michis son protagonistas de historias interesantes a lo largo de la existencia de la humanidad. Así como cualquier persona, también merecen nuestro cariño y respeto para cuidarnos. Si eres un amante de los gatos, ahora conoces un destino turístico para apreciar y rendir tus respetos a estos peculiares animales.