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’12 monos’, los supuestos viajes en el tiempo

Tik tok es un de las aplicaciones con mayor demanda en estos días, ya que gracias a ésta se pueden compartir pequeños videos desde cómicos, hasta retos de bailes entre muchos más, no obstante hace unos meses la app dio mucho de qué hablar con la aparición de un video sobre un supuesto viajante del tiempo, donde mostraba imágenes de lo que es probablemente nuestro futuro.  El video fue grabado en lo que se supone es el año 2024, evidentemente no hubo prueba alguna de la veracidad del mismo, sin embargo, fue sumamente comentado en varias redes sociales como en internet, denotando el interés del hombre por querer saber que nos depara un tiempo más lejano.

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Los viajes en el tiempo del cine

El concepto de los viajes en el tiempo se han vuelto un tema común en esto días, ejemplos de este mismo es la serie de Dark que se volvió un hit en la plataforma de Netflix, no obstante el mundo del séptimo arte ha tenido un particular interés en este tópico desde tiempos atrás como en lo filmes de: Volver al futuro (1985), Predestinación (2014), El día de la marmota (1993), el efecto mariposa (2004) etc.

No obstante la cinta ’12 monos’ (1995) logró mezclar un thriller psicológico, con viajes en el tiempo, incluyendo un mensaje sobre el maltrato a los animales y su uso experimental. Cabe recalcar que el tema sobre la protección animal en estos días tuvo un punto de interés debido al cortometraje que se lanzó con el título de “Save Ralph”, donde explican el abuso por parte de estos pequeños peludos en nombre de la belleza, el corto fue dirigido por Spencer Susser y protagonizada y producida por el ganador del Oscar Taika Waititi; si aún no ha tenido la oportunidad de poder ver este conmovedor cortometraje pueden a verlo en la plataforma de YouTube.

Hablemos de 12 monos, filme dirigido por Terry Gilliam quien también lideró proyectos audiovisuales como: Monty Phyton y el santo grial (1975) Los hermanos Grimm (2005)  El imaginario doctor Parnassus (2009) entre muchas otras. La idea para este guion nace de la adaptación del cortometraje francés titulado » La jetée»  (1962) del director Chris Marker, dicho corto  con una duración de 28 min, en blanco y negro  y con voz en off.

Los 12 monos y un viaje sin fin

La historia se centra en un mundo pos apocalíptico donde el humano vive en la parte subterránea, ya que no pueden salir por un virus que fue desencadenado en el año 1997, lo que llevó a la aniquilación de gran parte de la población matando a 5 mil millones de habitantes. Si bien no se dice la época en específico donde comienza la narración, se puede ver que es un mundo futurista subterráneo donde los humanos que sobrevivieron a esta posible extinción deben salir al exterior con trajes sellados como de astronautas para no contagiarse del virus que flota en el aire, eso sin contar que todo el exterior ya es dominado por los animales que han salido del mundo forestal para invadir la civilización. La consigna de este grupo de personas al mandarlas afuera, es que puedan conseguir especies para poder estudiarlas; es ahí donde veremos a nuestro protagonista James Cole (Bruce Willis) un hombre que es considerado un excelente observador y de una gran memoria, habilidades que lo ponen en la lista de ser voluntario (obligado) para ser un viajero en el tiempo y detener esa catástrofe en el año 1997.

Su primer viaje en el tiempo no sale como lo esperado y es enviado al año 1990, donde es ingresado a un hospital psiquiátrico por ser considerado con baja estabilidad metal por pregonar que viene del futuro. Dentro de este lugar conocerá a dos personas importantísimas para la trama, a la doctora Kathryn Railly (Madeleine Stowe) y al desequilibrado y anarquista Jeffrey Goines (Brad Pitt) sin embargo, como nuestro protagonista no se encuentra en el lugar y momento correcto, es regresado a su presente, donde explicará que fue enviado a un año que no le correspondía, no obstante, los científicos (como son denominados en la película) le dicen que le otorgarán un segundo intento para regresar al 97. La decisión es tomada basándose en su viaje en el 90, ya  James conoció a Jeffrey quien es miembro del grupo de los 12 monos; mismos que soltaron el virus.

Esta vez regresa al año adecuado e intentar parar a Jeffrey su grupo ambientalista antes de que se haga un caos, pero cuando lo encuentra, Goines le confiesa que la idea sobre liberar a los animales nació cuando se conocieron en el hospital psiquiátrico y que el solo hablaba sobre los animales sueltos y un virus. A lo que James se da cuenta que él fue el causante de todo, al implantar la idea en la cabeza de Goines.

La psiquiatra Railly, quien no creía  en las historias de James sobre venir del futuro y  argumentando que él sufría de síndrome de Cassandra,  súbitamente decide ayudarlo, ya que la imagen que tenía de él cambia drásticamente al verlo en una foto en la primera guerra mundial, confirmando que si es posible que sea un viajero del tiempo.

La cinta de moebius y la constante del infinito

Al final  todo da un giro mostrando que el grupo de los 12 monos nunca fueron los causantes de eso, eran simplemente un conjunto de personas con interés ambientalista y protección animal. El verdadero malo se revela al final, dejando en claro que no se puede cambiar ni el pasado, ni el futuro y ese virus tarde que temprano tendrá que matar a  millones de personas.

Si algo caracteriza a toda narración sobre  los viajes en el tiempo, es que cumplen con el requisito de la estructura de la cinta de moebius, uno en si no sabe cuál es el inicio ni el final, ya que ambos pueden ser considerados como uno solo. Y es que tal vez entender el transcurso del tiempo es uno de los estudios más complejos en la física cuántica.

Es posible que el humano nunca logre viajar al futuro o al pasado, pero el deseo de poder conocer o manipular algo tan complejo como lo es el tiempo, siempre dará mucho de qué hablar y mostrar como es este gran filme.

Al final lo mejor es disfrutar estas cintas en nuestro presente, el cual si podemos cambiar o manipular y entender que el ayer y el mañana siempre serán algo incierto.