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Imaginación y pensamiento, una selección de letras de Julio Cortázar

Imaginación, pensamiento, realidad, todas estas palabras se nos presentan de manera constante y forman parte de nuestra vida diaria.

¿Las palabras son nuestra herramienta por excelencia para organizar nuestra realidad?

En algún punto parece que las cosas terminan por ser lo que determinamos que sean. Así, como para un niño, un tubo de cartón puede ser una espada o una toalla puede ser la capa que lo transforma en súper héroe.

#Noparestuimaginación
#Noparestuimaginación

Imaginar es un acto fantástico para ejercitarnos en el valor de lo humano. Al imaginar podemos ampliar los significados de las cosas, nos ayuda a pensarlas desde otro punto de vista.

Es muy posible que, si, imaginación y pensamiento logran una armonía y son traídas a nuestra vida cotidiana puedan asistirnos para abrirnos y ser hospitalarios a las ideas de los demás. La perspectiva que poseemos de las cosas se enriquece.

Julio Cortázar no es ajeno a tal acepción y hoy te invito a leer una selección de extractos de sus mejores cuentos, porque:

“Hay que caer de continuo en las excepciones” (Cortázar, Rayuela, 2016)

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Julio Cortázar

El ritmo de vida moderno nos deja con el riesgo de quedar con una visión muy parcial de las cosas, deja nuestro pensamiento limitado. Los niños, por ejemplo, pueden ser grandes maestros, al tener una visión imaginaria de las cosas logran moverse con mayor facilidad entre lo que pensamos como real e imaginario, consiguen ver más de lo que se nos muestra a simple vista.

‘Tía en dificultades’, parte de ‘Historia de cronopios y de famas’ es un buen ejemplo:

 “Días después mi hermano el mayor me llamó por la noche a la cocina y me mostró una cucaracha caída de espaldas debajo de la pileta. Sin decirnos nada asistimos a su vana y larga lucha por enderezarse, mientras otras cucarachas, venciendo la intimidación de la luz, circulaban por el piso y pasaban rozando a la que yacía en posición decúbito dorsal”.  (Cortázar, Historias de cronopios y de famas, 2018).

Cortázar, El cronopio por excelencia.
Cortázar, El cronopio por excelencia.

Con su narración Cortázar ilustra como la visión de una cosa puede ser tan cercana a otra, como si imaginación y realidad convergieran en cierto momento. Los pequeños sobrinos entenderán así el miedo de su tía a caerse. Miedo que los adultos tachan de irracional.

Al crecer creemos tener el conocimiento, abandonamos la imaginación y nos adentramos en conclusiones que pretendemos conocer. Nuestro pensamiento queda reducido a una dualidad: Bien-Mal.

En ‘Conducta en los velorios’ muestra como los actos ceremoniosos, acostumbrados, no son sino aproximaciones a ordenar las cosas.

Podemos hacer que lo más excepcional pierda su magia cuando nos acostumbramos a tal acto.

“Un método preciso ordena nuestros actos, escoge los interlocutores con quienes se departe en la cocina, bajo el naranjo, en los dormitorios, en el zaguán, y de cuando en cuando se sale a fumar al patio o a la calle, o se da una vuelta a la manzana para ventilar opiniones políticas y deportivas”. (Cortázar, Historias de cronopios y de famas, 2018).

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Pero Cortázar nos demuestra que no todo está perdido, en su cuento, ‘Maravillosas Ocupaciones’, nos arroja esperanza, puesto que, nos demuestra que inclusive un adulto puede disfrutar de las cosas cotidianas más de lo que se le suele permitir.

“Qué maravillosa ocupación entrar en un café y pedir azúcar, otra vez azúcar, tres o cuatro veces azúcar e ir formando un montón en el centro de la mesa, mientras crece la ira en los mostradores y debajo de los delantales blancos, y exactamente en medio del montón de azúcar escupir suavemente, y seguir el descenso del pequeño glaciar de saliva, oír el ruido de piedras rotas que lo acompaña y que nace de las gargantas contraídas de cinco parroquianos y del patrón, hombre honesto a sus horas” (Cortázar, Historias de cronopios y de famas, 2018).

 Cortázar lanza para nosotros la invitación a encontrar en lo cotidiano lo maravilloso. Las pequeñas cosas resguardan grandes tesoros.

Cortázar-en-Argentina
#Lomaravillosoenlocotidiano

Julio Cortázar, además, crea para el deleite de nuestra imaginación tres tipos de personajes: Cronopios, Famas y Esperanzas, cada uno distinto por mucho del otro.

“Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta al lado de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. -La flor piensa: <<Es como una flor>>”. (Cortázar, Historias de cronopios y de famas, 2018).

Tanto imaginación como pensamiento pueden subsistir en nosotros con armonía, Cortázar nos da perfumados ejemplos de tal posibilidad.

Con las letras y la poesía nos ejercitamos para vivir haciendo de nuestro día a día un ejemplo de armonía, una contingencia que apunte a la hospitalidad al escuchar a los demás.