Cada vez es más común escuchar el término “moda rápida”, pero ¿qué significa y por qué es un tema tan importante? En esta época de descuentos es fundamental conocer qué es lo que compramos para poder elegir de manera consciente e inteligente. Y ya que la ropa es un elemento esencial en nuestro contexto social, aquí te explicamos por qué debes pensar dos veces antes de adquirir moda rápida.
Con una producción constante a bajo precio, las principales industrias de la moda han creado un modelo de negocio sumamente lucrativo, pero altamente agresivo con el medio ambiente. Se le conoce como “moda rápida” a las prendas que son vendidas a precios accesibles para que los consumidores puedan comprar más en un periodo reducido de tiempo, impulsados por micro temporadas impuestas por las misma industria de la moda. Por lo general, estas prendas están elaboradas para ser reemplazadas rápidamente, por lo que su calidad es de media a baja.
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¿En dónde se encuentra la “moda rápida”?
Basta con recorrer cualquier centro comercial para encontrarla. Somos incitados a gastar hasta el último centavo para estar a la “moda” y adquirir un estilo que nos hará destacar de entre todos los demás. Estas empresas ofrecen un valor agregado e imponen tendencias accesibles para la mayoría del público. Y aunque esto puede parecer inofensivo, detrás de esta mecánica se encuentran problemáticas importantes que debes considerar.
Podemos comenzar con el impacto ambiental que estas empresas están teniendo actualmente. Según la revista para la divulgación de la ciencia de la UNAM, la industria de la moda rápida es responsable del 10% de las emisiones de gases tóxicos globales y de la producción del 20% de agua residual a nivel mundial, además, el 30% de los desechos plásticos en el océano provienen de esta industria.
Por otro lado, el derrumbe del Rana Plaza en 2013 (una fábrica de textiles en Bangladesh) puso en evidencia las terribles condiciones en las que trabajan los empleados, la mayoría mujeres, que confeccionan la ropa para importantes marcas internacionales. Bangladesh es uno de los países más importantes dentro de la industria textil y se considera la principal fuente de empleo para los 161.4 millones de personas que ahí habitan.
La mano de obra barata que ofrece este país hace que las marcas busquen producir sus prendas en este lugar. Gracias a esto es que pueden vender a un costo accesible y seguir manteniendo un margen de ganancias muy alto.
La moda rápida nos ofrece cualidades inmejorables; podemos acceder a ella de manera sencilla, ya que la encontramos en prácticamente cualquier centro comercial, y nos asegura que tendremos «eso» que estábamos buscando. No resulta sencillo detener el consumo de un producto de acceso inmediato.
¿Qué podemos hacer para reducir nuestro consumo de “moda rápida”?
Si deseas comenzar a reducir tu ingesta de moda rápida, puedes comenzar reciclando las prendas que ya tienes en tu guardarropa, darle una segunda oportunidad a piezas que parecen desgastadas y comprando ropa de segunda mano. Y si te mueres por comprarte algo nuevo, puedes revisar la calidad de la prenda antes de adquirirla, para asegurarte que no la terminarás desechando antes de tiempo. Además, puedes indagar sobre las marcas que consumes, para informarte sobre cómo fabrican sus prendas y tratan a sus empleados.
Te recomendamos la App Good On You, donde puedes explorar más sobre los modelos éticos y sostenibles de distintas marcas.
No es un proceso sencillo, pero es importante comenzar a pensar de forma crítica antes de adquirir un producto. También es importante apoyar a los micro emprendedores, para fortalecer el comercio local. Recuerda no dejarte llevar solo por los deslumbrantes descuentos y comprar de manera responsable.
Para conocer más sobre la moda rápida, te recomendamos ver el documental ‘The True Cost’ (2015) que puedes encontrar en Netflix. Aquí te dejamos el tráiler.
- Foto portada: fuente/masmadera.shop