Robert Eggers es un director muy especial en Hollywood. Es conocido por «La Bruja» y «El Faro», películas con una ambición temática y conceptual abrumadora pero a bajo presupuesto y con un nicho de cinéfilos en mente. Eggers se ha colocado como uno de los pocos directores cuyas películas son tan intrigantes y tan polémicas que también son éxitos de taquilla y clásicos de culto.
Y «El Hombre del Norte» no es la excepción, al contrario, es la película más grande y ambiciosa que nos ha presentado el director estadounidense. En una mesa redonda a la que Fuera de Foco tuvo la oportunidad de asistir, Eggers admitió que ésta es la primera vez que le toca dirigir un proyecto de esta envergadura, ya que el presupuesto de esta historia fantástica asciende a los 90 millones de dólares sin contar los gastos de marketing y distribución. Y al haber una inversión tan grande en juego, también era la primera vez que debía acatar las normas del estudio.
Blockbuster «De Autor»
“Cuando hay tanto dinero en juego, tienes menos libertad creativa. Lo sabía, era un riesgo que estaba dispuesto a tomar. Es mi primera película Blockbuster”, dijo Eggers al referirse a que esta es la primera película “Blockbuster” que dirige, una en la que tiene que responder a un estudio, ejecutivos y pruebas de audiencia, situación en la que se pregunta: Cuando no hay tanto dinero involucrado, puedes cambiar cosas en el medio, descubrir nuevas temáticas, re-escribirlas. Aquí todo tenía que estar perfectamente planeado antes de empezar, las sorpresas, los cambios se dieron en la investigación, antes de filmar”.
Por suerte para Eggers, la historia que le tocó convertir en un blockbuster impresionante que nos entra en la mitología nórdica, ya que The Northman se basa en la leyenda de Amleth, un joven príncipe que debe huir de su reino cuando su tío asesina a su padre, por lo que crece con una sola misión: venganza y reclamar el trono que le pertenece por derecho. Si les suena familiar, es porque el poema vikingo fue la inspiración de William Shakespeare para crear Hamlet, y su estructura narrativa la hemos visto emulada en películas como El Rey León y hasta en Los Simpson.
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Esta es una historia tan vieja como el tiempo, y Eggers logró impregnar la historia con elementos innovadores, que a cada momento nos hacen cuestionar nuestra idea de moral, nuestro concepto de heroísmo y hasta nuestra noción de la felicidad.
En The Northman, el cineasta en cuestión logró dibujar un viaje épico de venganza, autoconocimiento y destrucción, pero lo mezcló con su estilo único, que nos presenta la realidad y la fantasía como algo que parece existir en constante choque, y nuestra incapacidad humana de entender sus diferencias es lo que nos sumerge en un caos existencial.
The Northman y su Experiencia con Otros Mitos
Eggers ya tiene experiencia sumergiendo a la audiencia en historias folclóricas. The Witch es una revisión de las historias de brujas en Nueva Inglaterra durante el siglo XVII, y The Lighthouse es una recopilación de historias, hechos, mitos y leyendas sobre el mar y las personas que se relacionan con él.
Ahora, debido a la índole del proyecto, The Northman no es tan densa ni tan ambigua, pues el arco de venganza de Amleth es muy reconocible y se da de forma lineal. Pero, al igual que en sus películas pasadas, en esta historia la fantasía se emplea más para contrastar la moralidad de los personajes y hacernos dudar de nuestras ideas preconcebidas.
No importa si las valkirias son reales o no, si ese es el mismísimo Odín o no, si de verdad lo posee el espíritu de un oso-lobo o no. Lo que importa es cómo usamos esos símbolos para justificar nuestra identidad, nuestra ideología, nuestra vida entera.
“Eggers le dio la vuelta al Hombre de las Mil Caras. Para él (Amleth) el camino es muy seguro, pero entonces, todo se vuelca de cabeza. Eso es algo diferente que no habíamos tenido en un gran blockbuster de aventura”. Contó en la misma mesa redonda Alexander Skarsgard, el protagonista de la cinta que comparte cuadro con Anya Taylor-Joy e Ethan Hawke.
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Un Viaje en el Tiempo sin Prejuicios
Skarsgard es un gran fanático de la cultura vikinga, pues ha sido muy cercano a su historia y leyendas desde que era niño. Pero Eggers realmente nunca estuvo interesado en ella, pues “no me llamaba la atención lo que se conocía de los vikingos y sus estructuras, eso de romantizar el aspecto macho”.
A pesar de lo anterior, el cineasta descubrió poco a poco que la cultura vikinga es un complejo constructo de fusiones religiosas y sociales, la cual tenía una sociedad patriarcal con raíces muy profundas a la violencia extrema y venganza, pero que también tenían un código de honor y una espiritualidad muy fuerte.
“Es la primera vez que veía representada la cultura vikinga de una forma tan precisa” dijo Alexander, aunque realmente lo que le interesaba a Eggers era crear presentar la cosmogonía de esa época “sin juicios de valor. Quería representar como era la época, y si hay un final que podemos considerar feliz o lo que sea, quería que la audiencia se preguntara: ¿qué significa ese final feliz para mi?” declaró el cineasta.
El camino de Amleth está lleno de obstáculos, pero sin duda uno de los más grandes éxitos que tiene la película es la forma en la que nos invita a pensar y repensar sobre la ética de lo que vemos en pantalla y sobre las expectativas que nosotros tenemos sobre los personajes. Sin embargo, una de las razones por las que logra ser tan punzante, es por la forma tan hermosa y genial en la que nos hace empatizar con los protagonistas.
El Secreto de su Éxito
Skarsgard contó las largas jornadas de ejercicio que tuvo que hacer para alcanzar el físico de un vikingo: “Tenía que transmitir mucho con tan sólo mi presencia”. Y en la película, la forma en la que se desenvuelve el punto de vista de Amleth es de los elementos que más sorpresas guarda The Northman. Además, la química que logra alcanzar con Olga (Anya Taylor-Joy) a través de miradas y breves discusiones, hace que empaticemos todavía más con su viaje.
Eggers mencionó que “tomaba las notas que le hacía el estudio y trataba de hacerlas de una manera con la que me sentía cómodo porque me enamoraba de ellas”, y aseguró que de esa manera fue como maquetó la mayoría de los elementos fantásticos del filme, ya que así pudo hacer uso de sus inspiraciones y crear algo épico y entretenido, como una pelea al lado de un volcán o una cabeza momificada, elementos que fueron diseñados de una forma tan hermosa que le dan al filme una ambientación mucho más grande y vibrante. The Northman es una cinta hermosa por donde la vean, con escenas épicas y una visión muy bien definida.
Skarsgard recuerda que tuvo que pasar horas interminables en el frío y la noche para poder lograr las enormes escenas de batalla que presenta la película. Pero tanto el actor como Eggers están de acuerdo que realmente, lo más interesante fue cómo lograron hacer una película tan grande, centrada enteramente en el drama familiar:
“La figura de la madre será controversial, igual que la del padre. Es un drama familiar. Pero eso es tan íntimo y tan común que lo vuelve arquetipos. Es la razón por la que Amleth, Hamlet y Edipo son arquetipos. Estas historias se repiten mucho, eso nos permite experimentar y hacer algo que pueda disfrutar mucha más gente”.
Con una visión diferente, The Northman es un viaje épico que nos invita a repensar todo lo que creemos saber sobre las historias de héroes. Con una dirección magistral y actuaciones que de verdad nos embarcan a una historia distinta, esta es una de las cintas más originales y más especiales que se han hecho en los últimos años.