Es cierto que la mayor parte del tiempo solemos ver y contemplar las situaciones de crisis como momentos caóticos y destructivos, momentos en los que creemos infinitamente que el cambio jamás sucederá, que nos quedaremos varados y estancados ahí para siempre. Debemos comprender y entender que las crisis suceden por algo y para algo; el cambio es importante en la vida de cualquier persona y quizá el universo te está manifestado que hay algo en tu vida que tienes y que debes de cambiar con urgencia para que prosperes y no te quedes atorado en esa zona de confort que te haz forjado.
Las crisis por consecuencia traen cambios y en esos cambios existen movimientos y acciones que debes de admirar y aceptar con fortaleza. Nuestra mente está pensando todo tiempo en lo peor, en lo caótico, en lo bélico y destructivo que podría llegar a ser una situación para nosotros, en lugar de evaluar de manera positiva: ¿Qué pedo generar a partir de esta crisis? ¿Qué puedo cambiar para bien en mi persona? ¿Qué estoy aprendiendo gracias a esta situación? ¿Me duele, me angustia, qué tipo de sensación o emoción está provocando está situación de crisis en mi? ¿Cómo puedo mejorar para evolucionar en mi crecimiento personal?
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Las crisis tienen una razón de ser en nuestro entorno y los cambios pueden suceder de manera positiva y con otro tipo de enfoque en nuestra vida; debemos de cambiar nuestra manera de pensar y educarnos para que nuestros pensamientos generen frecuencias altas para atraer todo lo bueno que queremos lograr e incluso fructíferar.
Tenemos que aprender del caos, y hacer que cosas buenas surjan de ahí.
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