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‘Cuentos de amor’ de Emilia Pardo Bazán, ficcionalización de las relaciones amorosas

Cuarenta y tres relatos componen’Cuentos de amor’ de Emilia Pardo Bazán, un libro en el que el argumento que lo une es el de las relaciones amorosas y lo que, a veces, las envuelve: el desamor, el deseo, la infidelidad y los celos.

A lo largo del tiempo los seres humanos han reflexionado y escrito sobre lo que acontece a su alrededor, pero también sobre lo que ellos mismos sienten y piensan. Así, el amor, sus pasiones y obsesiones se han apoderado, a través del tiempo, de las letras y se han convertido en motivos universales y compartidos en diferentes tiempos y espacios.

Cuarenta y tres relatos componen‘Cuentos de amor’ de Emilia Pardo Bazán, un libro en el que el argumento que lo une es el de las relaciones amorosas y lo que, a veces, las envuelve: el desamor, el deseo, la infidelidad y los celos. Son cuentos rodeados de misterio o intriga, en los que los personajes aman de formas no convencionales, pero que al fin de cuentas remiten a lo excepcional que, en ocasiones, es el amor.

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El corazón perdido

El personaje principal y voz narrativa recorre las calles de la ciudad y encuentra en el suelo un corazón vivo y decide recogerlo; lo protege y se propone encontrar al dueño del mismo. Para esto compra unos lentes que le permiten ver por debajo de la ropa y la piel. Así, a su paso se encuentra con diversas mujeres-todas diferentes entre sí-, pero con una falta de corazón. Todas sin reparo niegan que este sea suyo, pues creen tenerlo; hasta que finalmente encuentra a una niña que sí tenía este órgano y que no se opone a darle un espacio al corazón perdido.

 

El fantasma

Un matrimonio que parecía dichoso y perfecto para el exterior, llama la atención de un joven estudiante, quien ve en ellos tal disparidad que decide volverse más cercano a la pareja para descubrir este misterio. Un día, tras la salida del esposo, Leonor decide contarle un terrible secreto en su vida y le  hace saber que el causante de sus desvarios es el marqués de Cazalla, pues posee unas cartas que ella le escribió en sus momentos de delirio. Al siguiente día el joven se dirige con el marqués, quien le hace saber que todo eso es producto de un sueño de la mujer, quien a través de este cree haber tenido una relación con él y esto le atormenta.

 

La caja de oro

Una caja indescifrable llama la atención de un hombre, quien tras la imposibilidad y la negativa de la dueña en enseñarle su contenido, decide comenzar una relación amorosa para descubrir el misterio.

“Mostréme perdidamente enamorado de la dueña, cuando sólo lo estaba de la cajita de oro; cortejé en apariencia a una mujer, cuando sólo cortejaba a un secreto; hice como si persiguiese la dicha… cuando sólo perseguía la satisfacción de la curiosidad. Y la suerte, que acaso me negaría la victoria si la victoria realmente me importase, me la concedió…, por lo mismo que al concedérmela me echaba encima un remordimiento”.

La mujer tras cierta insistencia y celos de parte del hombre – ahora su novio- le deja ver su contenido: unas píldoras que un curandero le vendió, asegurándole que ante cualquier enfermedad la salvarían, pero que si las apartaba de ella o se las enseñaba a alguien, perdían su virtud.

Soledad, pérdida, desilusión y engaño son adjetivos que describen las situaciones  que enfrentan los personajes en estas historias. Son palabras que remiten a lo que muchas veces pueden ser las relaciones amorosas y humanas. Con un tono irónico, la escritora española nos hace participes de historias en las que, de forma imperceptible, aceptamos sucesos irreales o fantásticos, de los que nunca cuestionamos su presencia. Esto no resulta tan extraño, pues al hablar de amor o desamor es común leer o escuchar historias desde la pasión, el desasosiego, la intranquilidad y la exaltación de los que aman o han amado y de las que el lector puede ser sólo receptor o parte de ellas.