Memoria fotográfica, el arte del recuerdo
Ya lo decía Aristóteles al referirse al arte: «es una disposición susceptible de mover al hombre a hacer una creación, acompañada de razón verdadera», y es que en esencia, es la manifestación humana que expresa la necesidad de aflorar el sentir por medio de imagen o sonido.
La explosión de sensaciones, ideologías, momentos, corrientes artísticas, épocas, exploración personal/interna configurada a través de la composición de piezas musicales, obras arquitectónicas, escultóricas, cine, literatura, pintura o fotografía.
Fotografía, espejos de la realidad
Debido a su naturaleza, la fotografía es la más apegada a la existencia, no sólo captura un instante trascedente, también nos otorga la capacidad de interpretación propia, por lo tanto, no se acota a una simple representación, sino también, ofrece la oportunidad de entender con perspectiva personal los espejos de la realidad.
Sus orígenes se remontan a las investigaciones realizadas por Louis
Daguerre, que desde 1838, mostró por primera vez al mundo el revolucionario invento de obtener instantes que podrían resguardarse para la posteridad en tan solo una imagen.
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Fotógrafos mexicanos
México, país multicultural, lleno de postales y sucesos que han quedado en la memoria colectiva a través de vehículos de expresión como el cine o la fotografía, lentes nacionales nos han heredado hermosos acervos que son piezas de nuestra historia.
Fotoperiodistas, fotógrafos o cinefotógrafos han aportado desde su lente hermosas composiciones gráficas, empotradas en el recuerdo de una sociedad que se ha transformado, ahí radica la importancia del trabajo fotográfico, observar la evolución de tiempos inmemorables.
Los hermanos Álvarez Bravo (Lola y Manuel); Juan Rulfo; Nacho López; Héctor García; Enrique
Metinides; Graciela Iturbide; Tinna Modotti, aunque nacida en Italia, mostró el contexto mexicano, es por eso que tiene un lugar en esta breve lista, y el inolvidable Gabriel Figueroa.
El 24 de abril de 1907, nació Gabriel Figueroa, pieza fundamental en el rompecabezas del cine mexicano; han pasado 113 años de su nacimiento y 23 de su partida, pero sus postales nos acompañan por la eternidad, memoria fotográfica, el arte del recuerdo.
El incipiente Gabriel
Gabriel Figueroa Mateos, nació en la Ciudad de México en el naciente siglo XX (1907); a causa del parto, pierde a su madre tres días después, posteriormente su padre se deslinda de la responsabilidad de él y su hermano Roberto, dejándolos al cuidado de sus tías.
A pesar de la infancia atropellada de Gabriel, realiza estudios de preparatoria en San Idelfonso; joven prodigio entra en la Academia de San Carlos a instruirse en pintura; cursa la carrera de Música en el Conservatorio Nacional de Música.
La Influencia se transforma en conocimiento
Con tan sólo 25 años debuta en la pantalla grande, tomando fotografías fijas para el filme de Miguel Contreras Torres, Vámonos con Pancho Villa (1932), dos años más tarde llega: El Escandalo y Primo Basilio del director Chano Urrieta.
En La mujer del puerto, protagonizada por la emblemática Andrea «la güera palma», laboró como iluminador, trabajo otorgado por Alex Phillips.
Su gran momento llegó en 1935, cuando obtuvo la beca que lo llevo Hollywood, siendo alumno del gran Greg Toland, fotógrafo del filme ‘El ciudadano Kane‘, de Orson Wells. Figueroa sintió una fuerte atracción por las obras nacidas bajo el expresionismo alemán de Sergei Eisenstein.
En esta parte de su vida, descubrió elementos de sus mentores e influencias que moldearon el estilo particular de su lente, «manipulación de la luz, la óptica, la composición y el manejo de la profundidad de campo» aprendida de Toland.
Toda la enseñanza la reflejó en el despunte de su carrera, que inició con Allá en el rancho grande, considerada la primera película del periodo conocido como «cine de oro mexicano», haciéndose acreedor del premio por Mejor Fotografía en el Festival de Venecia en 1938.
Miembro fundador del grupo «Films Mundiales», medio por el cual trabajo de la mano de las grandes estrellas de la época y talentosos directores como Fernando de Fuentes, Alejandro Galindo, Julio Bracho y Miguel M. Delgado.
Mancuerna destacada
Sin embargo, la mancuerna Figueroa-Fernández fue la principal colaboración que dio frutos esplendidos de calidad; siendo Flor Silvestre su primer trabajo en equipo.
De la filmografía más importante de Figueroa, sobresalen las hechas con el «El Indio Fernández»: María Candelaria, La Perla, Enamorada, Río Escondida, Maclovia, Salón México y la Rosa Blanca; cabe destacar El Ángel exterminador, Los olvidados de Luis Buñuel, Macario de Roberto Gavaldón, La noche de la Iguana (The night of the iguana), Los hijos de Sánchez de Hall Bartlett y Under the Vulcano de John Houston, por mencionar algunas cintas que sobresalen de su enorme repertorio con otros directores.
Legado
Una de las lentes más importantes a nivel mundial partió a los 90 años de edad, el día 27 de abril de 1997; 235 títulos conforman su legado, abarca los años 30’s, 40’s, 50’s, 60’s 70’s y 80’s, signo de su gran capacidad y vigencia dentro del mundo cinematográfico.
Es imposible viajar a la época de los grandes actores del cine mexicano sin rememorar a Gabriel Figueroa, el incipiente joven que revolucionó el arte de fotografiar, plasmando instantes inigualables, cargados de misticismo, variopintos sociales con aroma rural y elegancia citadina; ficción y realidad se unen en su producción.
Percepción gráfica de un contexto pasado, imágenes, recuerdos, postales, entrañables pasajes nos trasladan a un tiempo y espacio.
Te presentamos 17 fotografías icónicas de Gabriel Figueroa en filmes representativos de la época.