‘Verano del 85’ y la amargura del primer amor

El primer amor, ¿aún te acuerdas de él? ¿Recuerdas todo lo que viviste, descubriste y las cosas que hiciste? Es una experiencia única en la vida y de muchas formas te puede marcar pero no todas las historias de amor tienen finales felices…

Pocas veces es posible combinar diferentes aspectos en una historia y que esta mantenga el argumento narrativo como es el caso de la película ‘Verano del 85′ (2020) dirigida por François Ozon. La premisa central es el amor de verano que surge entre Alexis (Félix Lefebvre) y David Gorman (Benjamin Voisin) pero una serie de acontecimientos mostrados al inicio sugieren que algo más ocurrió, algo sombrío esconde el tórrido romance que hubo entre ambos.

Esta aventura veraniega tiene como protagonistas a dos chicos con personalidades completamente distintas: Alexis es un chico reflexivo, con una extraña fascinación por la muerte y un dilema por saber qué hacer con su futuro, pero todo cambia cuando conoce a David porque le hace ver la vida de otra manera. A diferencia de Alexis, él vive el momento, no se preocupa por lo que sucederá mañana pero quizá la reciente perdida de un ser muy especial lo hace comportarse de ese modo; vivir intensamente le resulta reparador para llevar el duelo a su manera.

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La intensidad con la que se desean sucede instantáneamente, los momentos en los que se conocen suceden de una manera tan fugaz y también así vemos como Alexis comienza a sentirse perdidamente enamorado de David cuando apenas ha transcurrido una semana desde su primer encuentro. Para esto el montaje recurre a secuencias cortadas abruptamente para darle velocidad al tiempo y sentir que estamos viviendo la misma intensidad que la pareja; a ritmo de new wave y post-punk suceden peleas, viajes en moto por carretera y a través de un pequeño barco navegan por el mar.

Estas situaciones muestran uno de los temas que trata la cinta sobre el deseo sexual a través de una dinámica queer de la poco o nada sabe Alexis, pero se deja llevar por el encanto y la experiencia que aparenta David. Sin darse cuenta el deseo se ha apoderado de él y el amor lo ha cegado tanto que imaginar un futuro separados no lo concibe. Pero todo comienza a salirse de sus manos cuando el joven e inexperto Alexis se siente desplazado y no sabe cómo afrontar el desinterés repentino que ha surgido. La analepsis nos pondrá a dudar si esta historia de amor es real o pura fantasía de cualquiera de sus personajes al contrastar la etapa de enamoramiento con lo que después parece ser una tragedia.

Otro de los aspectos reflejados en la historia es la forma en que llegamos a idealizar a alguien por amor. Si bien, una relación puede tener muchas consecuencias positivas en la vida, también puede representar el poder de intromisión que tiene sobre nosotros. Para Verano del 85 estos dos elementos, deseo e idealización, son parte de la entrega que emerge del primer amor y logran que la historia arroje matices shakesperianos e ideas del amor basadas en la concepción del dramaturgo.

Esta adaptación de la novela Dance on my grave de Aidan Chambers marca el regreso de François Ozon a las historias que marcaron el inicio de su filmografía, con tintas oscuros y eróticos pero de una forma más elegante y madura. Aunque hay secuencias que parecen forzadas o finalizadas a mitad del argumento, el poder de seducción que logra el director de Bajo la arena (2000) o Joven y bonita (2013) con la puesta en escena y melodías de The Cure o Rod Stewart se apega a la nostalgia, pero aún así son predecibles algunos eventos y eso puede llegar a debilitar la narrativa.

Mencioné que la historia combina diferentes aspectos, mismo que, a medida que se van develando, hacen que el espectador se cuestione si es una historia de amor, una crítica a la aceptación sobre la diversidad sexual o un drama psicológico de la inestabilidad emocional. Todos estos temas son sugerentes debido a la atmosfera cargada de emociones y sentimientos creada a partir de los momentos que vive la pareja, donde el espectador es testigo de algo que comienza intenso y termina de la misma forma.

Título: Verano del 85 (Eté 85)
Año: 2020
Director: François Ozon
Duración: 100 min.