La lucha feminista no para, cada día son más las mujeres que se unen para buscar un mundo más equitativo y con menos violencia hacia el género femenino.
La pelea no es de ahora, sino que es una batalla que comenzó muchos años atrás y a lo largo de la historia han existido mujeres a quienes se les ha reconocido por su labor feminista, sin embargo no ha sido fácil.
Rosario Castellanos, una mexicana nacida el 25 de mayo de 1925 en la Ciudad de México, fue la primera en hablar a la prensa mexicana sobre el feminismo.
Informó acerca de la “liberación de la mujer” en donde aquellas mujeres jóvenes que luchaban, lo hacían para exigir el fin de la jerarquía masculina, con ansias de convertirse en sujetos autónomos, capaces de decidir sobre todos los aspectos de su vida, de disfrutar de su cuerpo y de determinar su maternidad.
El oficio de Rosario fue el de escribir textos; sus letras estaban orientadas a estudiar, reflexionar y cuestionarse sobre la situación y las condiciones sociales de la mujer, así como de los pueblos indígenas en el país y en el mundo.
Por lo que el nuevo feminismo era parte de los intereses intelectuales y políticos de la escritora.
El parteaguas para que Castellanos hablará en sus escritos sobre la situación de la mujer en esa época, fue que comenzó a cuestionarse sobre la labor que desempeñaba la mujer y sí el ser ama de casa se trataba de un destino obligado.
Derivado de ese cuestionamiento, escribió su obra “Lecciones de cocina”, un texto, de carácter autobiográfico y ensayístico, que habla sobre la mujer dedicada a las letras que ésta tratando de cocinar, a la par que se pregunta si ser ama de casa es algo natural o impuesto.
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En obras como Balún Canán, Oficio de tiniebla, Álbum de familia o Poesía no eres tú, se muestran dos aspectos que hasta ese momento no habían sido tratados literariamente: la mujer y los pueblos indígenas.
Castellanos, creía firmemente que la mujer debía deshacerse de los títulos de “victima” y “sexo débil, además de valorarse a sí misma, superarse y entonces ser libre.
Otro cuestionamiento que la escritora se hace en su obra “Sobre cultura femenina” (1950), con la cual obtuvo su título de maestría, es ¿existe una cultura femenina?
La pregunta busca reflexionar sobre el lugar que ocupan las aportaciones de la mujer en la cultura, así como pensar por qué las mujeres históricamente han tenido un lugar marginal en el ámbito cultural.
Otra aportación que Rosario hizo al feminismo en México, es el artículo que publicó en el diario Excelsior en 1963, que llamaría “Feminismo a la mexicana”.
En dicho artículo, la autora discutió la posición inferior que ocupa la mujer en la sociedad mexicana, las diferencias establecidas entre hombres y mujeres y cuestiona el poco desarrollo del feminismo en nuestro país.
Rosario Castellanos, falleció el 7 de agosto de 1973, dejando un legado escrito en forma de poemas, ensayos, obras de teatro, cuentos y novelas.
Al escribir sus obras, entendió que los sectores, más vulnerables eran los indígenas y las mujeres, por lo que dedicó su vida a luchar para que se hicieran conscientes de sus condiciones y pudieran buscar su propia liberación, como lo hizo Virginia Woolf , Sor Juana y Rosa Luxemburgo.
Es por ello que la escritora mexicana, es reconocida por su labor creadora, por ser promotora cultural, por su trabajo como docente, por su actividad periodística y la diplomacia.
Para ella la escritura representó un medio para reflexionar sobre las profundas desigualdades que viven algunas poblaciones específicas en nuestro país.
A través de las letras apelaba por una sociedad justa, libre de prejuicios y dogmas, rumbo a una transformación social y cultural.
Al mismo tiempo, su arte fue una forma de plasmar sus pensamientos y sentimientos más personales en torno a las cuestiones de ser mujer, ser mexicana y la soledad.
“Me siento comprometida con una realidad con la cual no estoy conforme y con la cual quiero colaborar para que de alguna manera cambie”. Señalaba Castellanos.
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