De acuerdo con las creencias que engloban los próximos festejos que dentro de poco habrán de llegar a nuestro país, existe un velo que separa al mundo de los vivos del de los muertos; dicho velo, en estas épocas del año, se hace mucho más delgado, permitiendo que seres del más allá vengan a nuestro mundo; algunos para visitar a sus seres queridos, para aprovechar de ese privilegio que les es concedido y pasar toda una noche con ellos. Otros espíritus, en cambio, llegarán con fines no muy gratos. Sin importar la intención que entorne su visita, algo es seguro, eventos paranormales se desatarán con gran furor durante el último día del mes de octubre y los dos primeros días de noviembre. Muchas personas, especialmente conocedores de la magia y el misticismo que rodea estas fechas, aprovechan la energía que en ellas se desata para realizar algunos rituales que faciliten la comunicación con dichos entes.
En México, estos temas aún causan reservada emoción, pues pese a que nuestro festejo tiene ciertas y evidentes diferencias con Halloween, muchas personas soy conscientes del caos que puede derivarse si se juega con fuerzas que el ser humano no tiene la capacidad de controlar. No obstante, en el año de 1961, llega al cine mexicano una cinta que por primera vez habla abiertamente sobre temas bastante escabrosos, referentes con todo lo antes ya expuesto. Nos referimos nada más y nada menos que a ‘Espiritismo’, una película dirigida por Benito Alazraki que en su momento dio mucho de que hablar y la cual abordaremos; protagonizada por José Luis Jiménez, Beatriz Aguirre; Nora Veryán, Alicia Caro y René Cardona Jr.
Espiritismo; cuando la ambición se combina con las fuerzas oscuras del ocultismo
Una ouija, la aparición e intervención sutil de Lucifer, el contacto con espíritus descarnados que buscan tan solo una oportunidad de comunicarse con los vivos y la intervención de médiums; ¿Qué tipo de resultados puede darnos esta mezcla de elementos, si tomamos en consideración la fecha en la que esta cinta vio la luz?, bueno, uno bastante interesante e innovador, eso es definitivo, pero primero y antes que nada, he de reconocer que esta cinta tiene la capacidad de envolver al espectador en la trama principal desde que comienza; gracias a ese suave ambiente de misterio que de golpe y sin grandes rodeos, nos lleva al punto exacto y razón de ser de la película; (te recomiendo a partir de aquí que si no has visto la película, lo hagas de inmediato y no continúes leyendo porque te toparás con una fuerte cantidad de spoilers).
Desde un comienzo, podemos ser testigos e invitados inesperados de una sesión espiritista en la que un grupo de personas, (cuyas personalidades iremos conociendo con el pasar de los minutos) son naturalmente los participes principales en esta peculiar reunión; no obstante, deberemos poner extrema atención en tan solo dos personajes; un matrimonio conformado por María y José, (sí, nombres bastante satíricos si recordamos el tema centran de la película); esta pareja, lleva aproximadamente 20 años de unión, y pese a las adversidades, han logrado sacar adelante a su retoño, (retoño que por cierto, ya no es tan pequeño); el hijo de este matrimonio tiene en mente un ambicioso y tentador proyecto, con el cual espera obtener grandes remuneraciones económicas y también, casarse con su novia; y sí, es a raíz de esto, en donde comienza a intuirse la gran tormenta que sobre esta pequeña familia habrá de caer. Los padres de este joven, (protagonizado por René Cardona Jr.) intentan apoyarlo en su objetivo, a tal grado de inclusive, hipotecar su casa. María, (interpretada por Nora Veryán) quien es igual de ambiciosa que su hijo, es entonces que recurrirá al espiritismo, adoptándolo y aferrándose a él como su nueva religión para lograr mediante él, la obtención de riquezas, una vida mejor y acomodada, además de por supuesto garantizar que su hijo tenga éxito con su proyecto; (conste que las intenciones de ayudar se mantienen presentes). María, cegada por la ambición, se atreve finalmente a convocar a Satanás, para implorar su ayuda en medio de una sesión en la que el mismísimo rey de las tinieblas se manifiesta logrando con este hecho, su expulsión del grupo de espiritistas.
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Invocando a W. W. Jacobs
Estoy segura de que el nombre de W.W. Jacobs te parecerá enteramente ajeno a tus conocimientos literarios; pues permíteme decirte que no lo será del todo cuando exponga a continuación uno de sus más entrañables manuscritos; «La pata del mono», mejor conocido como «The Monkey´s Paw»; este cuento de terror, hablaba sobre la mano de un mono mediante la cual te eran concedidos tres deseos, desde luego, que sin ningún tipo de clausula que te alertara de que dichos deseos acarreaban consecuencias desastrosas. Una referencia clara de este cuento, se presenta justamente en nuestra película, ¿En las manos de quién? sí, efectivamente; de María, con la única diferencia de que en lugar de ser una mano de mono, le ha sido concedida una mano humana por nada más y nada menos que ese personaje maligno que con tanto furor pudo atraer. La consternada madre, pese a la gran osadía que se atrevió a cometer, no se anima a utilizar dicha mano para solicitar sus deseos, al menos no hasta que se entera de que su amado hijo necesita $100,000; en un intento por ayudar, María pide con voz clara y fuerte la cantidad requerida a su tan intimidante mano de los deseos, sin imaginar lo que vendría después.
Aquí quiero abrir un paréntesis, (por si a alguna vez, por meros azares del destino llega a tu poder alguna mano demoniaca que prometa cumplirte tus más desesperados anhelos); aquello que busque conseguirse mediante fuerzas oscuras, ten por seguro que llegará, pero no de la forma en la que tú esperas; el final de la película es muy grafico con esa lección. María, pidió que esa pronunciada cantidad de dinero llegara a su vida, y arribó, pero a costas de un seguro de vida que tenía su hijo y que cayó en su poder al morir este en un accidente de avioneta; por si fuera poco, y para empeorar aún más su desquiciante situación, María, suplica que su hijo regrese a la vida; sin esperar que lo haría, pero de una forma realmente perturbadora y siniestra.
Como conclusión a esta maravillosa obra de arte, que definitivamente recomiendo y considero como un emblemático representante de la cinematografía del terror mexicano, puedo afirmar sin duda alguna que el sabor de boca que me deja sobrepasa por mucho las expectativas que tenía con relación a la trama de la película, sobre todo, por el mensaje que brinda al final y el cual te hace pensar sobre la veracidad de los temas que aborda; te hace cuestionarte sobre las verdaderas consecuencias de involucrarse con fuerzas ocultas, con fuerzas que nuestra capacidad de raciocinio ni siquiera alcanza a dimensionar.