La ansiedad es un trastorno bastante común, el cual millones de personas a diario experimentan, algunos de manera mas intensas con ataques de pánico, mientras que otros suelen experimentarlo en dosis mas bajas, pero a veces es provocado por factores externos como lo es la ecoansiedad
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Una nueva patología llamada: Ecoansiedad
La ansiedad en sí es uno de los principales motivos de consulta psicológica actualmente y suele asociarse a una diversidad de causas relacionadas con múltiples factores:
- Factores de índole social (relaciones sociales, familia, pareja…)
- Factores de índole cultural (creencias, religiosidad, ideales…)
- Factores relacionados con patologías de naturaleza orgánica (enfermedades físicas…)
- Factores relacionados con patologías de naturaleza psicológica (trastornos psicológicos, situaciones traumáticas…)
- Factores relacionados con el entorno, coyunturales o estructurales, como puede ser una pandemia, un golpe de estado o una guerra…
Sin embargo, ahora los múltiples desastres naturales que han golpeado al mundo se ha añadido una nueva categoría a la ansiedad nombrada: Ecoansiedad.
El deshielo del Polo Norte, la tala desmedida de árboles, desaparición masiva de especies, agua contaminada, países anunciando escasez de agua, la reducción de la capa de ozono, el aumento de las temperaturas cada año, sobrepoblación, la destrucción de bosques que terminan por provocar el desplazamiento de la vida silvestre, la alteración de los ciclos del agua y la fertilidad del suelo ponen en peligro la vida y el sustento de las comunidades locales.
Estos son sólo algunos ejemplos que ocupan a diario la agenda de los medios de comunicación y de las redes sociales, en donde los usuarios incansablemente por un afán de querer ayudar a crear consciencia comparten imágenes de los desastres naturales locales e internacionales.
Al final se vuelven tendencia gracias a los múltiples hashtags, pero la ecoansiedad sólo incrementa con cada like o compartida, dejando entrever que ahora estas generaciones comienzan a desarrollar episodios de angustia y estrés hacia un futuro incierto.
A pesar de que no está considerada la ecoansiedad como una patología en sí misma, la American Psychology Association ya la define como “el miedo crónico ante la catástrofe medioambiental”, y poco le falta para que esté dentro de una sub-categoría de la ansiedad de manera oficial, ya que se ha demostrado que algunas personas sufren episodios cotidianos de pena y desesperación y otros muestran ataques de pánico repentinos ante el cambio climático y sus consecuencias.
Lo que ha llevado a que algunas personas manifiesten decisiones en pro del planeta como el no tener hijos porque piensan que puede ser poco ético debido a la superpoblación del planeta y la calidad de vida futura en él.
Asimismo, esta preocupación por como será el futuro causa también rabia, desesperanza e incluso cuadros ansiosos por aquellos que son pasivos ante la catástrofe ambiental que el mundo presenta, a pesar de que las redes sociales y medios de streaming como Netflix están llenos de evidencias documentales que señalan alarmantes cifras sobre el calentamiento global, las islas de plástico, la deforestación de bosques nativos y la extinción inminente de algunas especies.
“No quiero que sientas esperanza, quiero que sientas pánico. Quiero que sientas el miedo que siento yo todos los días y actúes”, mencionó hace unos años la activista sueca Greta Thunberg.
Las consecuencias a las que tendremos que hacer frente tarde o temprano no son nada gratas y el sentido de urgencia lo debemos de adoptar todos como habitantes de este único planeta tierra, por lo que es nuestra responsabilidad llevar un mensaje positivo a las siguientes generaciones y enseñarles sobre la importancia de cuidar el medioambiente ya que sólo así salvaguardaremos nuestra propia existencia y de las demás especies que cohabitan en este enorme globo azul.
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Foto portada: fuente / sabervivirtv.com
