El 28 de septiembre es el día de Acción Global para el Acceso al Aborto Legal y Seguro. Convocado por el Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, en un congreso celebrado en Argentina en 1990. Esto debido a que el aborto clandestino es la primer causa de muerte de mujeres en la mayoría de los países de la región.
Un artículo de GUTTMACHER Institute de julio de este año, informa que aproximadamente 121 millones de embarazos no deseados ocurrieron cada año entre 2015 y 2019 a nivel mundial. De esa cantidad, el 61% terminó en aborto. También informa, que existen más embarazos no deseados en países donde el aborto es ilegal, cuestión que resulta lógica, si recordamos el restringido acceso a información sexual que existe en los países latinoamericanos, además de que aun se consideran temas tabú.
Por otro lado, ONU MUJERES reporta que al menos 15 millones de mujeres en todo el mundo han sido obligadas a mantener relaciones sexuales forzadas por personas conocidas. De este gran número, se sabe que solamente el 1% de esas mujeres ha buscado ayuda profesional. Mientras que la OMS menciona que el 35% de las mujeres en el mundo ha sufrido de violencia sexual, pero se sabe que solo el 5% de casos denuncia el abuso. Muchos de los casos de violaciones pueden resultar en embarazos obviamente no deseados.
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El aborto en México
La OMS y la Enciclopedia Jurídica Mexicana definen al aborto como la interrupción del embarazo antes de que el feto haya alcanzado la viabilidad, antes de que pueda mantener una vida extrauterina independiente. Y en general este acto se permite libremente en algunos países antes de las 12 semanas. Porque médicamente se argumenta que hasta este tiempo, el feto no ha desarrollado la corteza cerebral, lo que podría distinguirlo de la vida animal y vegetal. Por lo que antes de las 12 semanas no se reconoce como un ser humano. En la actualidad existen muchas teorías ante el tema, relacionadas con la ética, religión, medicina e incluso filosofía. Analicemos diferentes opiniones.
¡Las que abortan son asesinas!
El aborto es un tema controversial en México, donde existen opiniones extremistas, ya sean pro-vida o pro-aborto. Los que se proclaman en contra, argumentan que desde la concepción, el producto ya tiene vida y por lo tanto abortar se convierte en un asesinato. ¿Pero, acaso esa misma gente protesta en contra de los homicidios y feminicidios? ¿Qué hay de las miles de muertes que existen por el narcotráfico? Lo anteriormente mencionado, son asesinatos que se viven día con día en México, pero no hay tal indignación como lo hay con el aborto.
En un artículo de FORBES México de septiembre de este año, se menciona que a pesar del confinamiento causado por el Covid-19, en el presente año, se registrará un récord de homicidios dolosos registrados con aproximadamente 40 mil asesinatos. Una nota de El UNIVERSAL de febrero de este año, prevé 2,900 muertes por narcotráfico mensualmente, lo que coloca el año 2020 como otro año de los más violentos.
Un análisis global del 2019, situó a México como el cuarto país más peligroso para activistas defensores del medio ambiente y los derechos humanos. InSight Crime reporta otro ejemplo de abuso a indígenas. Un asesinato al grupo musical Sensación ocurrido cerca del suroeste de Guerrero, en enero de este año. Otro caso que ejemplifica el asesinato a indígenas es al líder rarámuri Julián Carrillo en octubre del 2018. Estas noticias generalmente salen a la luz, pero no hay grandes movilizaciones por parte de la población para apoyarlos y buscar justicia.
La violencia en nuestro país se dice que está normalizada, ya que es un acto que se ve diariamente. Defender una idea y hacer movilizaciones para hacerla válida, es un derecho constitucional. Pero considerando que México ya está lleno de sangre por los asesinatos que ocurren diariamente y que abortar clandestinamente es la cuarta causa de muerte materna en el país. Las movilizaciones y atención deberían estar a favor de las personas que ya nacieron y tienen una vida donde defienden e informan injusticias, así como a favor de las mujeres y parejas que deciden no traer al mundo un ser humano que seguramente no tendrá una vida digna y se harán valer todos sus derechos.
¡Si no hubieran tenido relaciones sexuales, no tendrían por que abortar!
Una de las causas por las que podemos defender el derecho al aborto legal y seguro es por que no todos los casos se dan por tener relaciones sexuales consensuadas. Si no, por las miles de violaciones sexuales que existen diariamente en el país. El Grupo de información de reproducción elegida AC (GIRE) reporta que en México se cometen al menos 600 mil delitos sexuales cada año, donde 9 de cada 10 víctimas son mujeres y cuatro de cada 10 de estas, tienen menos de 15 años de edad. Y desgraciadamente el 60% de los casos se dan en los hogares de las víctimas, con familiares. De todas las cifras que proporciona, menciona que cada día se realizan 1,640 denuncias que representan solamente el 10% de la realidad.
Por otro lado, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, así como el IMSS e ISSSTE reportan 63.7 abortos por violaciones, en le periodo de 2009 a 2016 con 111,413 denuncias de violación sexual en el mismo periodo; datos que se concluyen no son contundentes. Lo cierto es que en la mayoría de los estados de la república, el aborto es legal en caso de haber sufrido una violación sexual. Pero a pesar de que la “ley lo permite”, las mujeres y NIÑAS siguen siendo señaladas y manipuladas psicológicamente para al final decidir no abortar.
Por otro lado, México aún sufre la ideología de que la mujer no tiene libertad sexual por que es señalada por decidir tener relaciones sexuales y generalmente no se tiene una buena educación sexual. ¿Qué pasa con los casos de mujeres que deciden abortar por que saben que no pueden darle una vida de calidad al ser humano en cuestión?
¡Si a la vida!
¡Si a la vida! pero de calidad y ejerciendo todos los derechos constitucionales. La UNICEF reportó en el 2018 que de los 40 millones de niños y niñas existentes en México, más de la mitad se encontraban en pobreza y 4 millones en pobreza extrema. Además que el 91% de los niños y niñas indígenas también se encuentran en pobreza extrema. Casi cada 3 de 10 adolescentes de entre 15 y 17 años no estudian. Y 1 de cada 10 niños presentan desnutrición en México. Por último pero no menos importante, en México 6 de cada 10 niños y niñas de 1 a 14 años, han experimentado métodos de disciplina violenta.
Los datos anteriormente mencionados, son un claro ejemplo de que decidir tener un hijo no es tan sencillo como suena. Muchas familias y mujeres no están preparadas para atender a un ser humano. Muchas otras son violadas y no pueden abortar, porque serán señaladas o porque también son obligadas a seguir con el embarazo. ¿Quién no ha visto los cientos de niños que hay en situación de calle y que se encargan de pedir dinero en los semáforos, además se drogan y llegan a ser violentados sexualmente? Bajo esta premisa, defender el inicio de una vida a toda costa, no significa que los siguientes años del ser humano en cuestión sean favorables y que pueda ejercer todos sus derechos.
Y ahora, ¿Qué hay de los abandonos de bebés, niñas y niños en México? La Organización Aldeas Infantiles SOS México, reporta que más de 1 millón de niños y niñas en México no tienen recuerdos de sus padres, ya que fueron abandonados. Además la misma organización estima que más de 29 mil niños, niñas y adolescentes viven en orfanatos o albergues. Entonces la verdadera cuestión frente al aborto es: ¿vale la pena defender la vida cuando se está destinado a sufrir?
Un reporte de dkt internacional, menciona que en la Ciudad de México desde el año 2007 hasta febrero del 2019, se han realizado alrededor de 208 mil abortos de los cuales 5.6% fueron de niñas y adolescentes. Pero se estima que en México se realizan entre 750 mil y 1 millon de abortos clandestinos anuales, causando cientos de muertes a mujeres. En un país donde una persona declara que no quiere tener hijos es igual de juzgada que la que quiere abortar porque la violaron, se vuelve injusto pensar que querer la legalización del aborto es igual a tener la mente de un asesino.
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Ilustración portada: José Carlos Marín
