La tecnología ha sido nuestra aliada y nos ha facilitado la vida haciendo sencillas muchas de nuestras actividades. Pero ¿qué sucede cuando la tecnología se utiliza de manera errónea, para obtener fama de manera espontánea, sin ningún tipo de esfuerzo, de trabajo e incluso creatividad?
¿Qué es lo que realmente está ocurriendo con las nuevas aplicaciones de entretenimiento que viralizan acciones e incluso acontecimientos que no tienen ningún tipo de relevancia ni cultural ni socialmente? ¿Qué de provechoso, de ingenioso o de creativo tiene una caminata acompañada con música de fondo realmente repulsiva?
Y lo más importante, por qué nosotros como sociedad contribuimos a que este tipo de personas se hagan virales, invadiendo las redes sociales e incluso la televisión. ¿Qué nos está ocurriendo? ¿Qué tipo de contenido estamos consumiendo?
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Seguramente ya sabrás a quién me refiero; en el último par de meses se ha popularizado un individuo llamado ‘Kunno’ por su famosa caminata que surgió por un TikTok, este sujeto se hizo «famoso» de manera rápida, y la mayoría del público que lo veía ya estaba imitando la famosa caminata en redes sociales, e incluso, también algunos conductores de televisión.
El reto que implica la famosísima caminata es igualar la «coreografía» (no tan bien montada que había creado esta persona).
Posterior a ello lo invitaron a programas de televisión como ‘Hoy’ o ‘Venga la Alegría’, dicho personaje se hizo famoso aparentemente sin ningún tipo de esfuerzo y/o creatividad.
Este individuo se caracteriza por el peculiar look que posee, uñas largas y de colores; tatuajes, varios en la cara y cuello, cabello de colores, maquillaje sobrecargado, ropa ajustada y femenina. Pero este personaje que surgió de la plataforma de TikTok, no sólo se caracteriza por esto, también se hace notar por la actitud tan nefasta que tiene en redes sociales, es un sujeto bastante desagradable y él lo ha evidenciado en múltiples videos que se han popularizado en Fb, IG y TikTok. Después de que la «fama» se le subió a la cabeza, Kunno decidió crear un negocio autosustentable, como cobrar los saludos por un «pequeñito costo», y mira que cobrar un saludo por mil doscientos pesos, es una barbaridad.
La tecnología nos ha facilitado la vida, tanto así que le estamos dando fama y atención a quien no lo merece.
Este sujeto no es eminencia en ningún campo, se han preguntado ¿Quién es? ¿A qué se dedica? ¿Qué aporta a la sociedad? No, porque ese es el el efecto inmediato de la viralización y de la fama sin esfuerzo.
Imagínense si personas «comunes y corrientes» cobran mil doscientos por un saludo, entonces no quiero ni pensar cuanto cobrará un verdadero artista, dígase actor, músico, escritor, director, pintor, etc.
Ellos no cobran los saludos ni los autógrafos porque se identifican con la gente, sienten empatía y claramente no les hace falta el dinero; cobrar por un saludo no es negocio, eso demuestra la humildad que tienen para con la gente.
Antes de volver viral a alguien, piensa dos veces lo siguiente, y piénsalo bien: ¿Qué me está aportando? ¿Qué estoy aprendiendo? ¿Cómo me hace crecer como persona?
Y si la respuesta es un NO a todo lo anterior, entonces no vale la pena seguir viendo y consumiendo contenido de este tipo.