Una ballena modernista, patrimonio de la UNESCO, bastidor de murales, capilla barroca y una cárcel de máxima seguridad; estos recintos albergan importante material literario, historia de México, obras de sobresalientes artistas y hasta historias de muerte en su interior. Hoy, fueron rescatados o construidos para ser algunas de las más impresionantes bibliotecas del país. Solo su arquitectura es digna de admiración.
1. Biblioteca Vasconcelos
Se inauguró en 2006 como la biblioteca más grande de Latinoamérica, título que conservó hasta el año pasado que le fue arrebatado por el Centro Cultural Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo, en Bogota, Colombia.
El diseño estuvo a cargo del prestigioso arquitecto Alberto Kalach, con un diseño que combina acero, concreto, mármol, granito, madera y vidrio. Dentro se pueden encontrar más de 470 mil libros (aunque en un inicio se esperaba albergara más de un millón).
La biblioteca mide cerca de 36 mil metros cuadrados de los cuales el 70% son jardines botánicos que rodean la biblioteca y varios salones de usos múltiples donde se imparten talleres.
En el centro de la biblioteca se encuentra la obra Mátrix Movil, una estructura ósea de una ballena gris (varada en Baja California) pintaba por el artista plástico Gabriel Orozco, la cual mide 11. 69 mts.
El libro más solicitado es: Algebra, de Baldor, la biblioteca cuenta con 25 ejemplares.
2. Biblioteca Central de la Universidad Nacional Autónoma de México
Uno de los emblemas de la UNAM y Patrimonio Cultural de la Humanidad para la UNESCO desde 2007.
Cuenta con 1,445,109 volúmenes entre libros, revistas, impresos, periódicos, folletos y documentos digitales.
Además de su contenido, la biblioteca es de valor cultural por los murales hechos por el arquitecto y artista Juan O’Gorman, quien plasmó en las cuatro paredes la obra ‘Representación Histórica de la Cultura’, uno de los mosaicos más grandes del mundo y que representan el pasado prehispánico (norte), el pasado colonial (sur), el mundo contemporáneo (oriente) y la Universidad y el México actual (poniente).
3. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
Recinto que resguarda la historia económica del país y parte de la arquitectura barroca del Centro Histórico. Cuenta con 114,852 volúmenes diversos entre libros, revistas, periódicos, etc. Se inauguró en 1928 y desde entonces se encuentra resguardada por la Secretaria de Hacienda y Crédito Público. Antiguamente funcionaba como capilla y se le hicieron adecuaciones para convertirla en biblioteca.
En su interior se encuentra un increíble mural obra de Vlady, llamado ‘La Revolución y los Elementos’, la obra más ambiciosa y grande del artista.
En 1970 la biblioteca había sobrepasado su cupo, por lo que se reubicó al Antiguo Oratorio de San Felipe Neri.
4. Centro Cultural Bella Época
Anteriormente fue el ‘Cine Bella Época’, un recinto de estilo Art Decó que por falta de mantenimiento, falta de visitantes y altos costos, tuvo que cerrar. Fue vendido al Gobierno del Distrito Federal y este a su vez propuso al ‘Fondo de Cultura Económica’ convertirlo en un complejo cultural.
Teodoro González de León, un arquitecto reconocido por la creación del ‘Museo Tamayo’ y el ‘Museo de Antropología’ quedó a cargo de la remodelación de la edificación y fue quien decidió dejar su fachada intacta.
En su interior se creo el ‘Cine Lido’ y la ‘Librería Rosario Castellanos’, una de las más grandes de toda Latinoamérica (en 2006 México tenía tanto la biblioteca -‘Biblioteca Vasconcelos’- como la librería más grande de Latinoamérica). En el techo se puede apreciar un plafón de ramas, creado por el artista holandés Jan Hendrix, que parecería crear una caligrafía en el interior del lugar.
5. Archivo Nacional de la Nación: Palacio de Lecumberri
Quizá el recinto que guarda los documentos más importantes del país, pues ahí están depositadas las diversas constituciones nacionales y estatales; cartas de Emiliano Zapata y Francisco Villa; grabados de JoséGuadalupe Posadas y pinturas de Alfaro Siqueiros, etc.
Antes conocido como ‘Palacio Negro’ (Palacio de Lecumberri), funcionaba como cárcel de alta seguridad (el Presidente Porfirio Díaz quería presumir haber construido uno de los complejos penitenciarios más grandes y fuertes de América). Ahí estuvieron presos José Agustín, José Revueltas, David Alfaro Siqueiros, Pancho Villa y el cantante Juan Gabriel.
Actualmente sus 7 brazos con sus 860 celdas funciona de archivo de históricos documentos literarios y políticos de México.
