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Sed de violencia, tres películas con crítica hacia la violencia

Si hablamos de cine perverso, seguramente se nos viene a la mente –entre otras cosas– la violencia y con justa razón, en la mayoría de las películas dramáticas o terroríficas hay, aunque sea un poco, violencia. Y si eres fanático del terror como yo lo soy, seguramente has sido jugado por tus gustos, y si lo pensamos un poco sí es cuestionable, pero este será un espacio seguro para tratar temas relacionados con el cine raro.

– ¿Por qué te interesa la violencia?
– Pues porque la violencia es algo cotidiano en el cine y la televisión, nos estamos acostumbrando demasiado a ella.
– ¿Y?
– Me preocupa
– ¿Por qué?
– Pues porque no me gusta la violencia.
– ¿La rechazas?
­- Claro
– ¿Siempre?
– Sí.
-Pero la violencia es también algo innato en todos nosotros.

Tesis (Amenábar, Alejandro. 1996).

El negocio de la violencia

La violencia como entretenimiento es cuestionable, sí inventamos horrores ficticios para soportar los reales, pero sigue siendo extraño que nos sentemos frente al televisor, comiendo palomitas mientras vemos litros de sangre derramados tras la pantalla.

Películas como ‘Tesis’ (Amenábar, 1996), ‘A Serbian Film’ (Spasojević, 2010) y ‘Videodrome’ (Cronenberg, 1983) entre otras más son un cuestionamiento moral y estético a la violencia como producto.

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En ‘Tesis’, Ángela Márquez es una estudiante de cine cuya tema de tesis es la violencia audiovisual, le preocupa que el consumo de violencia es más alto de lo que debería, en el proceso y junto al mejor personaje de la película, Chema, descubren que en su Universidad se esconden realizadores de películas snuff. El director optó por usar violencia implícita, no vemos sangre ni escenas escandalosas, en cambio escuchamos a las víctimas en las cintas y observamos la impresión en el rostro del espectador; sus personajes generan tensión. Además, siempre está presente esa dualidad de sentimientos. En una gran escena, Bosco, otro de los estudiantes de la carrera y quien es el principal sospechoso de los protagonistas, seduce a Ángela con un acercamiento corporal donde no hay punto medio, o le gusta o le desagrada, y sin embargo, aunque le tiene miedo, está claro que le gusta. Lo mismo sucede cuando ella sueña con un momento íntimo a su lado, hay placer pero con el peligro asechando.

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En ‘A Serbian film’, el protagonista es Miloš,  un hombre de familia que dejó atrás una magnífica carrera como actor porno hasta que le llega una propuesta con ganancias llamativas, sin saberlo comienza su carrera en el snuff. Con ayuda de una droga, el hombre siempre está excitado, a tal grado de hacer cosas de las que no está del todo de acuerdo. Las consecuencias serán aberrantes. Y sí, a muchos opinan que hay bastantes películas más sangrientas, más pornográficas, más violentas y con la misma temática. El punto aquí es que está es comercial, la vieron muchas personas amantes del género, con dos resultados, o se entretuvieron, o les pareció muy ligera, ambos comprueban lo mismo: la violencia sí vende.

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En ‘Videodrome’, Max Renn dueño de una estación televisiva con transmisiones de porno y demás cintas, encuentra una señal con escenas de violencia que parecen reales, verlas le provoca alteraciones físicas y de la realidad, una metáfora de lo que realmente le sucede a la sociedad

Tres géneros distintos, la primera es un thriller psicológico, la segunda una película gore y la tercera es más bien ciencia ficción, un mismo tema: crítica  a la violencia y sin embargo, tan bien hechas que no parecen una lección moralista, sí, hay un castigo terrible pero es más bien disfrutable, esto no nos conduce a una paradoja más bien a una visión clara de nuestra realidad.

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Ficción perversa

Apuesto que la mayoría de nosotros no pagaríamos para ver a alguien sufrir o morir, pero sí que volteamos a la pantalla cuando se nos presenta una buena escena con sangre y no sólo eso, las revistas de la nota roja tienen éxito y los accidentes automovilísticos reúnen más gente de lo que deberían. La pregunta, volviendo al diálogo del inicio, ¿Ángela rechaza la violencia siempre? Por su puesto que no, desde el inicio la está llamando, la quiere conocer.

Que este no sea un texto que juzgue o parezca sermón, es solo una perspectiva social tomando de ejemplo tres películas.

 La violencia y todo el cine perverso los podemos ver desde varios ángulos. Sí, me encanta  la ficción perversa, ¿a ustedes?