Vida. Ese concepto tan abstracto e imposible de definir, sino a través de la experiencia y las anécdotas que vivimos día a día. Cuando pensamos en la palabra «Vida» se nos viene a la cabeza respirar, comer, amar y otras actividades que todo ser humano puede hacer mientras respire. En esta ocasión, vamos a explorar qué les depara a los jóvenes adultos y los aprendizajes adquiridos con el paso del tiempo que protagonizan la serie de Netflix «Cortar por la Línea de Puntos».
La vida es una serie de Netflix. Sinópsis de ‘Cortar por la Línea de Puntos’
Esta serie de Netflix es un miembro más del catálogo que ofrece la N roja. Sin embargo, resulta fácil perderla de vista entre toda la variedad de películas y series que ofrece la plataforma. Es una producción italiana del año 2021(nombre original Strappere Lungo i Bordi) a cargo del dibujante Zerocalcare en donde él participó como director, guionista e interpreta las voces de casi todos los personajes a excepción de uno: el armadillo.
Este peculiar personaje actúa como la conciencia de Zero, el personaje principal y viva imagen del artista Zerocalcare. Le aconseja cómo guiarse por la vida, qué decisiones tomar y también critica sus acciones a lo largo de la serie para que el protagonista tome cartas en el asunto y tome una decisión acorde a lo que mejor le convenga.
Zero cuenta con el apoyo de sus dos mejores amigos: Sara y Secco. Sara es una chica quien conoce a Zero desde la infancia y sueña con ser maestra. Secco es otro de los mejores amigos de Zero quien, a diferencia de sus dos colegas, es indiferente ante la vida, pero le apasiona el helado y juega póker en línea para ganar dinero.
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La ansiedad social como un limitante de la vida
A lo largo de la serie vemos cómo Zero afronta los retos de ser un adulto independiente y funcional dentro de un sistema que no es dócil y, en cambio es hostil y rapaz. Vemos los cambios y retos que afronta el protagonista y sus amigos mientras se plantean sueños y metas por cumplir para encajar en la sociedad. Sin embargo, Zero ha afrontado problemas como la ansiedad social, comparar su vida con la de otras personas y el sentimiento de culpa por no cumplir las expectativas que los demás le plantean al dibujante.
De repente ocurre un antes y después en la vida de Zero. Se trata de una chica llamada Alice, quien se la presenta Sara a Zero para que se conozcan y, de ser posible, entablen una relación amorosa. Comento que este encuentro es un antes y después en la vida de Zero porque representa un choque entre sus creencias y lo que experimenta a lo largo de la serie.
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El conflicto interno y la lucha por encajar
A lo largo de la serie, Zero experimenta cambios y perspectivas sobre cómo ser un adulto responsable, la lucha casi imposible por introducirse al mundo laboral (sobre todo si se trata de ser un dibujante o una maestra como en el caso de Sara). Estas discusiones salen a flote durante la serie y nos cuestionan si vale la pena todo nuestro esfuerzo por ser «alguien en la vida«.
Aunado a los problemas de buscar trabajo y tener una vida independiente, también se cruzan los conflictos amorosos y la mejor manera de sortearlos. Tal es el caso del protagonista, quien al sentirse confundido con respecto a sus sentimientos por Alice, no tiene ni idea de qué hacer ante esos casos. Lo único en lo que piensa es en trabajar, pagarse el alquiler y guiarse por medio de Armadillo, su conciencia.
La voz de la razón no siempre tiene la razón
Otro de los elementos recurrentes de la serie es la participación de Armadillo, un animal naranja quien representa la «voz de la razón» de Zero y lo aconseja sobre qué hacer con su vida y su día a día. La mayoría de los consejos de este personaje vienen cargados con sátira y sarcasmo ácidos que hasta rayan en un nihilismo descafeinado. Sin embargo, los consejos del armadillo también vienen cargados con prudencia y sensatez en la medida de lo posible.
Si bien, este recurso de recurrir a un personaje antropomorfo es creativo y original, en esta ocasión lleva a nuestro protagonista por decisiones ilógicas y hasta egoístas que afectan a sus seres queridos. Al final, seguir a nuestra voz en la cabeza resulta contraproducente porque, si bien nos refugiamos en nuestros pensamientos, también hay que experimentar el día a día de la vida cotidiana.
Carpe Diem y Memento Mori, la serie en dos locuciones
A pesar de que se explora de manera superficial el pasado de Zero (su familia, la relación con su madre, el porqué actúa de tal o cual forma en el presente), la serie logra el cometido de meternos en la piel de los protagonistas y los personajes secundarios a lo largo de la misma. La relación entre Zero y Alice es un punto medular de la producción y nos recuerda a aquellos amores juveniles que experimentamos en algún momento de nuestras vidas.
No obstante, no todo es como uno se lo espera y la serie nos da un cubetazo de agua fría por medio del humor negro para decirnos que cada momento cuenta y, a pesar de que nuestros planes no salgan como uno lo planea al principio, el objetivo es buscar alternativas que nos lleven hacia nuestras metas de la vida. Eso sí: hay que estar listos para lo que nos tenga preparada la vida y, lo más importante, no sentirnos culpables; solo estamos viviendo.
