Ashley Newman es una artista de efectos especiales, siempre le ha gustado trabajar y divertirse haciendo utilería de terror. Una vez en una fiesta de Halloween, se le ocurrió la idea de hacer pays de silicona, pero en vez de la masa que los recubre, fuera la cara de algún cuerpo mutilado. El resultado fue tan realista que muchos de los invitados quedar horrorizados e impresionados. Así, estas creaciones empezaron a viralizarse por internet.
Andrew Fuller, por su parte, es un pastelero que se encarga de reproducir pasteles de diferentes temáticas, y luego de que salieran los pays de silicona de Ashley, comenzó a recibir mails preguntando si podía reproducir esa idea pero con pays realmente comestibles.
De esta manera surgió la idea de recrear lo que solo Sweeney Todd había hecho a sus víctimas al hornearlos para pasteles, claro que lo de Fuller solo aparenta eso, pues el sí usa ingredientes típicos de cualquier pay.
Ashely comenzó a vender sus pasteles de utilería por internet. Todos con caras deformes, trozos de ojos o dientes, cicatrices de hilo y aguja y mechones de cabello.
Para Fuller, fue más complicado, pues el hecho de reproducir un rostro requiere muchas pruebas y errores, pues al momento de cocinar cualquier pastel, el ingrediente cambia en color y forma. Lo que tiene a su favor es que puede jugar con el interior de sus pasteles y también ahí reproducir el interior de una cabeza con el cerebro y huesos.
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Ambos especialistas han denotado su admiración el uno por el otro, y aunque ninguno es un asesino serial, parece que ambos quisieran reproducir, de manera cómica, lo que Ed Gein (un asesino serial real) hacía con los cuerpos que desenterraba del cementerio a lado de sus casa.
