Después de ver la película de Alejandro Jodorowsky, ‘Psicomagia’, hoy les hablaré de cómo esta terapia, por llamarla de alguna manera, tiene parte de sus orígenes en tierras mexicanas.
Antecedentes: el psico antes de la magia
A lo largo de la historia de la humanidad han surgido un sin fin de teorías y métodos enfocados al bienestar humano. Desde las más estrictas técnicas basadas en el método científico hasta los más extraños rituales, que por su componente mágico, nos hacen dudar de su efectividad. Y es en este último en donde entraría la psicomagia.
El concepto de psicomagia fue creado por el chileno Alejandro Jodorowsky; actor, escritor, director de cine, tarotista, poeta, y por supuesto, psicomago, a quien podríamos describir como un personaje bastante controvertido.
Jodorowsky se inspiró en varias teorías para la creación de la psicomagia, y una de ellas es el psicoanálisis. Aquí el paciente dice todo lo que se le viene a la mente mientras que el psicoanalista toma esas palabras del inconsciente para transformarlas al lenguaje racional. Esto genera que el paciente comprenda el origen de lo que tanto lo aqueja en el presente.
Sin embargo, Jodorowsky mencionaba que cuando surge un impulso del inconsciente solo podemos librarnos de él realizándolo. Por lo que hablarlo y que un psicoanalista nos ayude a darle sentido a eso que surge desde el inconsciente, no es suficiente.
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La psicomagia y cómo el chamanismo mexicano influyó en ella
En diferentes culturas la figura del chamán o brujo ha sido un elemento importante en el proceso salud-enfermedad. Incluso mucho antes de que la medicina se estableciera como una ciencia ya de forma estructurada.
Como bien sabemos, México es un país rico en rituales, magia y dioses; cultura que al pasar de los años sigue estando muy presente. Un ejemplo de ello es cómo en la actualidad algunas personas buscan la solución a sus males con un curandero, en lugar de asistir al médico.
Es durante su estancia en nuestro país que Jodorowsky tuvo la oportunidad de acercarse al mundo de los brujos y estudiar sus métodos. Todo comenzó cuando conoció a Pachita, una curandera famosa principalmente por hacer operaciones quirúrgicas con un cuchillo. Dichas operaciones las realizaba cuando estaba en trance y era poseída por el espíritu del mismísimo Cuauhtémoc, último tlatoani mexica de México-Tenochtitlan.
Pero no solo eso, Pachita solía “recetar” rituales a sus pacientes cuando ella detectaba algún problema emocional o psicosomático. Fue ahí donde Alejandro hizo la relación con lo que en un futuro llamaría psicomagia.
“La magia tradicional y la brujería trabajan con el mundo exterior creyendo poder adquirir poderes sobrenaturales por medio de rituales supersticiosos, para influir sobre las cosas, acontecimientos y seres. La psicomagia trabaja con la memoria”
Es decir, con esas memorias inconscientes que desean salir y que por medio de actos psicomágicos podemos traerlas al mundo consciente.
Lo que propuso Jodorowsky fue hacer un proceso inverso al psicoanálisis. Y es aquí donde los rituales ejercidos por los brujos sirven como conexión al inconsciente. Rituales por los cuales se enseña a la razón a hablar el lenguaje del inconsciente por medio de actos, sonidos, imágenes, aromas, etc.
Por ejemplo, es común que los brujos utilicen o requieran objetos personales del sujeto al que se le hará la brujería (cabello, una foto, prenda de vestir, etc.) Por lo tanto, el inconsciente entiende el lenguaje simbólico, una fotografía representaría a la persona en cuestión.
En el caso de la curandera Pachita, Jodorowsky mencionaba que era toda una especialista en comunicación simbólica…
«Su contribución a la psicomagia es tan simple como esencial; observándola, descubrí que cuando se simula una operación, el cuerpo humano reacciona como si sufriera una verdadera intervención. Si yo te comunico que abriré tu vientre para extirparte un trozo de hígado, si te obligo a tenderte en una mesa y reproduzco exactamente todos los sonidos, todos los olores y las manipulaciones […] estarás «operado». El cuerpo humano acepta directa e ingenuamente el lenguaje simbólico […] Pachita lo sabía y era una maestra suprema en el arte de utilizar ese lenguaje de manera operativa, nunca mejor dicho»
¿Cómo hacer un acto psicomágico?
Y si la curiosidad no te deja en paz y tienes algún problema que te quita el sueño desde hace tiempo, podrías darle una leída al ‘Manual de Psicomagia’. En él, Alejandro menciona algunos actos psicomágicos para diferentes tipos de achaques.
Por ejemplo, actos para sanar problemas como: el alcoholismo, dificultad para encontrar pareja, padres dominantes, miedo económico, abuso sexual, celos, neurosis de fracaso, artistas bloqueados, entre muchas más.
Muchos de estos actos podrían hasta cierto punto hacernos sentido, ya que los actos ayudan a sanar más rápido que las palabras. Sin embargo, muchos otros son controversiales, cayendo en lo absurdo. Cosas como ponerse una mascara con el rostro del padre o madre, introducirse objetos o enterrarse a uno mismo, que hacen que uno prefiera mejor ir al psicólogo o con un médico.
En conclusión, la psicomagia, es un método de sanación polémico inspirado en técnicas chamánicas y con influencia del psicoanálisis (mismo que tampoco cuenta con el apoyo de la comunidad científica) que ha dado mucho de qué hablar y que por lo mismo hay que verlo como una herramienta más y que no necesariamente les funcionará a todos. Pero sobre todo se debe tener mucho cuidado al intentar realizar alguno de estos actos que podrían llegar a ser contraproducentes.