Hace unas semanas se compartió la noticia sobre un acontecimiento en Estados Unidos con respecto a una niña de 10 años y una echo dot Alexa, ¿Pero en que consiste este incidente? Resulta que la niña se encontraba haciendo ejercicios con su madre y una vez que finalizaron, la pequeña le pidió a su Alexa que le diera un reto más por hacer, fue así como su echo dot buscó por la red y encontró un challenge, el cual consistía en conectar el cargador del teléfono móvil a un tomacorriente únicamente hasta la mitad, para posteriormente con una moneda de un centavo tocar la clavijas que quedaban expuestas. Cuando la madre de la pequeña escuchó el reto que le era impuesto a su hija reaccionó indicando a Alexa que eso no se debía hacer, incluso la niña ha comentado que ella misma sabía que dicha acción era riesgosa. La empresa Amazon está enterada de dicha situación y ha comentado que ya se ha encargado de ese error para poner candados de seguridad en su dispositivo Alexa.
No hay duda alguna que los avances tecnológicos nos han hecho una vida mucho más sencilla, desde las echo dot, los asistentes inteligentes, los autos con pilotos automáticos como los de Tesla, Cadillac, Audi etc. refrigeradores inteligentes y hasta las versiones de humanoides (un robot con características humanas), no obstante, no se puede hacer de un lado que hemos delegado gran información, seguridad y estabilidad a nuestros soportes tecnológicos, dejando a la deriva nuestras capacidades motrices como datos bancarios etc.
El cine de ciencia ficción y las máquinas
El séptimo arte se ha preocupado mucho por los gigantescos avances tecnológicos, lo cual ha desembocado en una lista larga de cintas de ciencia ficción que se han encargado de reflejar posibles futuros de nuestra sociedad moderna, si bien en ocasiones la trama puede parecer extremista no hay que olvidar que muchas veces se ha demostrado que la realidad a veces supera la ficción. Entre algunas de estas películas podemos ver: Terminator (1984), RoboCop (1987), El hombre bicentenario (1999), Existenz (1999), Inteligencia artificial (2001), Yo, robot (2004), La familia Mitchell vs. Las máquinas (2021) entre muchas otras más.
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Recientemente la plataforma de streaming, Netflix, agregó a su catálogo una cinta titulada ‘Madre/Androide’ (2021), en dicha cinta de ciencia ficción con un escenario post-apocalíptico veremos el reflejo de un posible futuro para una sociedad ultra modernizada. El filme estuvo escrito y dirigido por Mattson Tomlin, director, productor y guionista estadounidense, quien se estrena como director de cine con esta cinta de Netflix, entre sus anteriores proyectos podremos ver: Proyecto Power (2020) y Little Fish (2021). La película de madre/androide cuenta con la participación de: Chloë Grace Moretz, Algee Smith y Raúl Castillo, cabe resaltar que la interpretación de Chloë Moretz es bastante agradable, puesto que en su personaje recae toda la trama.
Madre/Androide, del embarazo a la supervivencia
La historia nos lleva por la vida de Georgia (Moretz) y Sam (Smith) una joven pareja de universitarios quienes en una noche de festejo navideño súbitamente se enteran que Georgia está embarazada, sin mucho por resolver deciden que después de esa noche verán que hacer al respecto y se va con sus amigos a pasar una celebración en casa. Misteriosamente los androides que sirven en diferentes hogares comienzan a salirse de control y empiezan atacar a todos los humanos, no solo los androides toman poder, todo aparato digital recupera el control propio y de esa manera matara a todo humano que se atraviese en su camino.
Después veremos a Georgia y Sam deambulando por el bosque, no obstante, su apariencia denota cansancio y que han estado caminando por muchos días, además el vientre de Georgia se ve abultado por el lapso de gestación. Al parecer esa rebelión de robots lleva mucho tiempo y la joven pareja busca llegar algún lado y solo pueden ir a pie a su destino, sin embargo, los días pasan y el bebé está próximo. Haciendo pequeñas paradas en retenes militares tratan de poder llegar a Boston donde han escuchado que sale un barco con destino a Corea (el único lugar donde no han dominado los robots) esto es solo posible con un bebé menor a un año de edad, por lo cual los obliga hacer ese viaje antes de que el bebé nazca.
Durante su camino a Boston las cosas serán complicada para los dos, en un retén militar los correrán y obligaran a que vean por su suerte, tomarán asilo en un casa abandonada, intentarán pasar la tierra de nadie y evitarán se atrapados por los androides, sin embargo, el tiempo escasea y deciden ir en motocicleta sin importar lo riesgoso que eso pueda ser debido al ruido. Dentro del bosque un par de drones los escucha y comienza a perseguirlos, posteriormente varios androides los siguen, sin mucha escapatoria, Sam deja a Georgia cerca de un lago pidiéndole que ella siga sin él, que tratará de perder a los androides para después encontrarse con ella.
En el bosque y sola, Georgia es salvada por un hombre ermitaño que se esconde en un camper, dentro del refugio él le explica que hay un forma de ser indetectable ante los ojos de un androide y le da un solución para poder salvar a Sam, no sin antes hacer una acotación sobre la rebelión de las maquinas que siempre estuvo presente en mentes pasadas como el libro de Karel Capek y de cómo las maquinas al tener mentalidad propia han logrado hackear el sistema operativo de los humanos, uno basado en sentimientos, capaz de ser influenciados por sus emociones y deseos, lo cual significa la clave para la destrucción de la raza humana.
Al final la película tiene un desenlace algo dramático, sin embargo, la relación que se hace con respecto a nuestra unión con la tecnología nos demuestra que endeble es nuestra sociedad, y es que no sentimos seguros cada día al ser asistidos por un aparato electrónico que está diseñado a nuestras necesidad y ordenes, no obstante, los aparatos tecnológicos también han sido estructurados para tener más similitud con la de un humano, desde la voz, la amabilidad inclusive su trato de ser empáticos para que nosotros nos podamos sentir más cómodos con sus presencia, sin embargo, si un ser digital que no vive, no respira y no siente; un día lograra tener conciencia propia, es probable que se vería una rebelión, entonces el humano sería el único culpable de su propia destrucción.