El centro de la Ciudad de México es como un ente vivo. Todo el tiempo está cambiando, ofreciendo nuevas y mejores experiencias, retando a quienes creen conocerlo a ojos cerrados.
Es cierto – y un poco triste – que los estadísticos en México (al menos hasta 2019 según datos del INEGI) revelan la poca actividad e interés intelectual que existe en la población, ya que en los últimos cuatro años, los hábitos de lectura de los mexicanos decayeron cerca de 10 puntos porcentuales, al pasar de 84.2% en 2015 a 74.8% en 2019. Durante el último año, de cada 100 mexicanos mayores de 18 años, 42 leyó al menos un libro, mientras que en 2015 lo hacían 50 por cada 100.
Te presento 3 lugares en el centro de la ciudad que debes visitar si eres amante de la lectura (y con poco presupuesto) que se resisten a toda costa, a creer en las estadísticas.
1. La Plaza de Santa Veracruz
La Plaza de Santa Veracruz, ubicada a espaldas del Palacio de Bellas Artes y frente al Museo Franz Mayer, se convierte en un punto de encuentro cada fin de semana para los amantes de la lectura, siendo así el lugar ideal para la compraventa de libros y cómics –nuevos y usados por igual – alejados del bullicio turístico de la ciudad, con su estilo melancólico y que mucho recuerda a los antiguos mercados de la ciudad, con nada más que mantas al piso y gente intercambiando tesoros de tinta y papel.
Rodeado además de la herencia barroca de un pasado sin memoria, los lectores se reúnen para realizar intercambio de títulos que pocas veces podrías encontrar en librerías a precios que van desde los $60. Es además, un espacio ideal para conocer gente con un único interés común: escritores, historias, filosofías y libros. Sobre todo libros.
2. Callejón de la Condesa (o el callejón de los libros)
Ubicado entre las calles de Tacuba y Cinco de Mayo (para mayor referencia está a un costado del Palacio de Minería) se encuentra un lugar “underground” para los amantes de los libros, donde de segunda mano, podrás encontrar ediciones especiales, antiguas y a precios que no podrás dejar pasar. Títulos nuevos y viejos; conocidos y desconocidos, en inglés y español. Una nueva forma de darles vida a historias y conocimiento que han sobrevivido al paso del tiempo.
El único punto negativo del lugar es la piratería, sin embargo y con algo de buen ojo que sólo se desarrolla visitando a menudo estos sitios, podrás encontrar verdaderas joyas por una inversión tan mínima, que podrás enamorarte al instante del lugar.
3. La ciudadela
De los muchos secretos a voces que esconde la ciudad, los mejores son aquellos que te llevan a descubrir tesoros invaluables.
La ciudadela, zona conocida por su mercado de artesanías, también esconde entre sus calles (más puntualmente, a la salida del metro Balderas) una librería al aire libre donde podrás encontrar títulos nuevos y no tan nuevos a mejores precios que en cualquier librería de renombre. Sí, también corres el riesgo de encontrar algún título “clon” o pirata, sin embargo, más de un puesto ofrece grandes títulos originales de autores reconocidos a precios que parecieran ser de liquidación u oferta, que incluso, se quedan cortos comparados con cualquier feria del libro o remates de editorial.
Como lector asiduo, puedo asegurar que más de la mitad de mi biblioteca personal procede de estos sitios. En más de una ocasión he salido con dos o tres ejemplares a pesar de la promesa de no comprar más – sí, claro, como si eso fuera posible – a pesar de tener un cúmulo de libros y libros por leer.
Creo que en México, existe un gran número de personas que gustan por la lectura, sin embargo, muchas veces el alto costo de los ejemplares en librerías limita y espantan a quienes buscan acercarse por la inversión que representa. Estos espacios son las opciones perfectas para comenzar a formarse el hábito sin necesidad de desembolsar mucho dinero.
Todos los días me topo en el metro y en las calles gente que como yo que se sumergen en una realidad alternativa en medio del bullicio a través de las páginas de un libro. Soy un fiel creyente que con un poco de difusión y la historia correcta podemos cambiar no sólo las estadísticas, sino también, sanar un poco los males que aquejan a nuestra sociedad… Con la mucha falta que nos hace.