Muchas historias y mitos giran alrededor del viernes 13 como un día del diablo, de mala suerte o sinónimo de maldición. Lo cierto es que entre tantas historias, ese número y esa fecha tienen una historia que se acerca a la más creíble sobre lo que fue lo que dio inicio al mito.
En el siglo XIV en Europa La Inquisición tenía un papel importante de dominación, era la institución que se encargaba de castigar a los herejes, pecadores y aquellos que hayan cometido delitos contra las cristiandad. Por si misma fue una época de terror, hubo cientos de quemados y torturados en nombre de la iglesia, por lo que el control sobre lo que se pensaba y se decía estaba sumamente penado.
Por esa época también existía un grupo de hombres que protegían la cristiandad, su nombre era la Orden del Temple, integrada por los Caballeros Templarios. Estos hombres nacieron en el año 1118 en Francia, y su origen tuvo el propósito de cuidar a los cristianos que peregrinaban a Jerusalén.
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Estos hombres crecieron en número y tenían un fuerte entrenamiento militar que los hizo muy poderosos en la época de las cruzadas; además, muchos de ellos se encargaban de la administración económica de la Iglesia, quienes les había concedido el uso de la cruz roja en símbolo del martirio de Cristo.
De alguna manera los Caballeros Templarios servían como mercenarios, los cuales, en nombre la Iglesia, combatían por Europa recibiendo grandes sumas de dinero. Uno los países que recurrieron a su ayuda en varias ocasiones fue Francia, el país que los vio nacer.
En 1307, Francia era gobernada por el Rey Felipe IV, quien estaba desesperado por la fuerte deuda que tenían con la Orden del Temple, por lo que pensó la manera de deshacerse de ellos.
Rey Felipe IV
El Rey comenzó a presionar al Papa Clemente V, quien tenía la autoridad de utilizar a La Inquisición para fines políticos, y luego de ser convencido por el Rey de que la Orden estaba cayendo en herejías contra la Iglesia, sodomía y de orinar y escupir en la cruz, además de prometerle riquezas y mayor poder, logro que este tendiera una trampa a los Caballeros para exterminarlos.
Papa Clemente V
Un grupo bastante grande de Caballeros Templarios fue citado con el engaño de reunirse con el Papa para tratar asuntos sin tanta importancia; ahí, fueron apresados y sometidos a tortura en nombre de la Iglesia; muchos atados y al final todos fueron quemados.
El líder de los Templarios, Jacques de Molay pronunció una palabras antes de morir:
“¡Pagarás por la sangre de los inocentes, Felipe, rey blasfemo! ¡Y tú, Clemente, traidor a tu iglesia! ¡Dios vengará nuestra muerte, y ambos estaréis muertos antes de un año!”
Jacques de Molay, líder Templario
Ese día era un viernes 13, el día que comenzó la aniquilación de un grupo protector de la cristiandad, por ello se le denominó el día maldito.
