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Joker, el hiperrealismo en el cine de súper villanos

En la década de los 80, DC buscaba renovar a sus héroes, necesitaban de una nueva actitud que los hiciera relevantes para las generaciones de la época, pues sus personalidades todo bondadosas comenzaban a caducar, tal como dice el prólogo escrito por Denny O’Neil en Batman Año Uno (1988), el camino con Superman y Mujer Maravilla era sencillo, pero Batman tenía un problema, estaba bien justo como era.

La solución que encontraron grandes maestros del cómic como Frank Miller o Alan Moore, fue respetar el origen de Batman, pero decidieron ahondar en su personalidad, ya sabíamos el camino tomado por Bruce Wayne, pero desconocíamos las dificultades que atravesó para convertirse en el vengador de la noche, y las marcas psicológicas que eso pudiera originarle, de ahí surgen grandes obras como The Dark Knight Returns, Killing Joke la ya citada Batman Year One.

El proceso de generar el alfa y omega del hombre murciélago también pasó factura por sus villanos y con mayor razón sobre el Joker, solo que curiosamente uno de los elementos del encanto por este villano era desconocer sus orígenes, al menos en la mayoría de historias donde aparecía.

Posterior a eso, el cine de dicho sub-género se ha visto empapado de esa búsqueda de lo creíble, si el Batman de Nolan buscaba ser realista, este Joker es hiper-realista, nos muestra una verdad desnuda y violenta a todas luces.

De la mano de Todd Phillips (Proyecto X, The Hangover) Warner Bros. aprovecha la la fiebre por contar historias de génesis, tomando un riesgo mayor al tratar de explicar a un personaje tan singular que no necesitaba decir de donde venía, el resultado, una historia descarnada y poderosa.

Ya dijimos de donde surge el interés por dotar de mayor dimensionalidad a los personajes de cómics y es ahí donde residen las verdaderas inspiraciones para Joker, claro sin dejar de lado las ya tan mencionadas influencias que la película tiene en clásicos del cine como Taxi Driver, Modern Times, The King of Comedy, etc.

Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) es un hombre aplastado por la salvaje vida de Gotham, crimen, suciedad, corrupción, resentimiento social y una gran brecha son el contexto en el que vive nuestro personaje. Su mayor ilusión es convertirse en comediante, aparecer en el show cómico más popular de Gótica junto a su ídolo Murray Franklin (Robert De Niro), cuidar de su madre y quizás encontrar una pareja y tener algo de reconocimiento, las aspiraciones de cualquier hombre común, pero su condición es tan adversa que ni eso podrá conseguir.

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Arthur tiene problemas psicológicos, una rara enfermedad que lo hace reírse en los momentos menos oportunos -mi teoría es que lo hace cada vez que siente angustia, ustedes qué creen-, tiene una nula habilidad social y una especie de sexualidad infantilizada, ahí sí, demasiado parecida a la de Travis Bickle (De Niro), pero tal vez su mayor problema es que no puede defenderse jamás.

La construcción del personaje es redonda, nos muestra el antes y el después de un hombre que era sobajado y que cada descubrimiento que hizo acerca de su pasado era más perturbador que el anterior, por lo cual somos testigos de una violencia rampante que se vuelve catártica para Fleck y lejos de juzgarlo u odiarlo, el espectador no puede mas que sentir tristeza por el trágico ser que ha descendido hasta lo peor de su ser, sin siquiera justificarlo, quizás el mayor logro de la película es hacernos sentir compasión por Joker.

A manera de protección para no volver a este Joker en un «caudillo» hay un diálogo en que dice ser «apolítico», una manera de lavarse las manos y no meterse en mayores complicaciones, pero también una forma de ir sembrando las semillas de los rasgos característicos del príncipe payaso del crimen como es su anarquía, su atracción al caos y su teatralidad, de tal forma que esta película se vuelve auto contenida, pero a la vez concordante con todo el mito detrás del Guasón.

Quizás el punto más tambaleante de toda la película radique en la explicación insinuada de que el momento de cambio surge a partir de que el personaje ya no tiene acceso a sus medicamentos, una explicación creíble, pero que parece superflua y sobre justificada ante el verdadero proceso de transformación por el que pasa el personaje.

Joaquin Phoenix es todos los halagos que se le han dado y mucho más, su actuación es pensada e instintiva a la vez, te genera repulsión y empatía al mismo tiempo, hay casos en que una actuación hace toda la película y su valía podría radicar en tan solo ver la interpretación de un actor y este es uno de esos casos.

El cine de súper héroes “realista” ha encontrado sus mejores momentos con Christopher Nolan explicando cosas tan básicas como por qué la armadura de Batman es tan resistente o por qué Nite Owl y Silk Spectre de Watchmen son tanto sus personajes que no pueden ni siquiera excitarse sin sus trajes o la muerte sin misericordia de Wolverine en Logan; y ahora ha llegado a un punto más alto del hiperrealismo con Joker, en donde el hombre toma en sus manos la venganza contra una sociedad y exclama a gritos «existo y voy a ser visto».

Si algo logró la serie televisiva de Gotham (también de corte realista) y que se percibe también en Joker, es crear la atmósfera de una ciudad donde el espectador pide a gritos la aparición de Batman, no como un servicio hacia el fan, sino como un grito desesperado para frenar la violencia y la impunidad, como en cualquier gran megalópolis de nuestra actualidad.

Hay muchas definiciones y podríamos escribir todo un ensayo de las diferencias entre el cine comercial y el de arte, pero a final de cuentas la explicación más simplista es si una obra te deja igual o te mueve algo emocional o racionalmente, Joker, puede gustarte o no, puedes quedarte hasta el final y aplaudirla o salirte a la mitad, no importa, algo que definitivamente no hará es dejarte indiferente.

Al salir del cine no podía dejar de pensar en una estrofa de la canción «For What is Worth» de Buffalo Springfield del año 1966 que dice: «nadie está bien, si todo mundo está mal» una canción que curiosamente habla del descontento social y las revueltas generadas en los años 60.

¿Ustedes ya vieron Joker, díganos en los comentarios, qué les pareció?