Un hombre llega al patio de su casa, comienza a armar artefactos hechos de madera, martillos, cuchillos y hasta cactus para hacer estallar muchos globos multicolor. ¿Suena absurdo? De hecho lo es, y ese es el discurso de Jan Hakon Erichsen, un artista visual de Noruega.
Vida antes de los globos
Hakon Erichsen nació en 1978 en Oslo, Noruega. Trabaja en una variedad de medios artísticos centrados en temas como el miedo, la ira y la frustración.
En el 2000 ingresó en la escuela de arte Asker, la cual ofrece educación de dos años en varias ramas de Artes Visuales.
Al finalizar sus primeros estudios artísticos, entró a la Academia Nacional de Artes de Noruega, lugar donde comenzó su carrera como artista visual y que le dio la oportunidad de realizar su primera exposición en la Galería 21:25, en Oslo.
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A partir de ese momento, Hakon ha realizado 38 exposiciones, individuales y grupales, y ha recibido 11 reconocimientos por su trabajo.
A explotar se ha dicho
Los primeros globos que explotó, tal vez fueron cuando niño en alguna fiesta de cumpleaños, pero como proyecto artístico inició hace apenas año y medio. Probablemente algunos críticos o personas que lo vieron intentaron darle algún sentido, pero Hakon Erichsen no dice nada.
“No estoy tratando de decir nada en particular. Es justo lo que me interesa: encontrar nuevas formas de usar objetos de nuestra vida cotidiana en un nuevo tipo de luz absurda… Sólo está ahí. Lo saco y trato de encontrar una nueva forma de usarlo.”
Su principal medio de difusión han sido las redes sociales, especialmente Instagram y Youtube. En este último, realiza compilaciones de sus videos que sube día con día, él los llama ‘Diario de destrucción’.
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¿Cómo destruir globos?
Ha pasado años perfeccionando sus artefactos DIY (Do It Yourself) para realizar publicar su trabajo en Instagram. Dijo, en una entrevista para Intelligencer, que tiene dos maneras de pensar estos aparatos. La inspiración de algo visto en internet o de alguna obra de arte; y comenzar de cero, solo en su estudio, planeando qué hacer con los objetos que ahí tiene.
Hakon aclara que no odia los globos, sólo los toma con comicidad, como algo citidiano y absurdo, pues a la gente le gustó, ya que sus piezas anteriores eran muy “agresivas” y los espectadores se alejaba de su trabajo.
Acercamiento con el ASMR
Seguramente muchas personas han visto, escuchado y disfrutado (u odiado) algún video ASMR, de esos donde el protagonista habla muy bajito y comienza a romper jabones, a comer muy cerca del micrófono o a exprimir esponjas llenas de detergente líquido y en polvo.
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Esta Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma (ASMR, por sus siglas en inglés) es una especie placer auditivo, casi perfecto, que otorga comodidad y paz para quien lo escucha. Algunos le dicen “orgasmo cerebral”, cada quien puede otorgarle el sentido que guste y sienta en su cuerpo.
Hakon ha sido catalogado dentro de un sinfín de videos de este tipo. Sin embargo, él no conocía este término cuando comenzó con su propuesta. Sin embargo, en ocasiones lo interpreta y otorga ese toque sensorial a sus piezas audiovisuales.
De esta manera, resignifica lo absurdo y lo cotidiano. Destruir globos con artefactos DIY ahora es una pieza audiovisual que puede ser expuesta en cualquier galería. Tomar lo que día con día ya no vemos por la velocidad de la vida, pero está ahí frente a nosotros, y destruirlo, es un acto artístico de resistencia que da la oportunidad de repensar el arte y lo que hacemos con nuestras vidas cada minuto que pasa.
