(Favor de Leer con música de intro de Star Wars e imaginarse las letras bajando de la pantalla)
Hace muchos, muchos años, en una lejana universidad de los Estados Unidos, por ahí de 1972 se llevó a cabo el primer torneo de videojuegos de la historia con el Intergalactic Spacewar Olympics; el premio fue una suscripción anual a la revista Rolling Stone. Unos años después, en 1980, Atari organiza el primer torneo a gran escala con una participación de 10 mil competidores definiendo a los videojuegos como un hobby común.
(Desde aquí ya pueden dejar de seguirme el juego de Star Wars)
Billy Mitchell se convertiría en el primer esportista en entrar al libro Guiness, al lograr el récord máximo en el, por todos conocido, juego de arcade Pac-Man, logrando el récord perfecto de 3,333,360 puntos y llevándose una buena lanita (no tengo el dato exacto, si alguien lo conoce, me lo pasa).
Pero eso no es todo, a poco no se acuerdan los old school cuando se armaban los torneos en las papelerías y en las farmacias; ah, pues de ahí queridos amigos, de ahí es que nacieron los esports, justo inició el tema de la competición y poco a poco se fueron organizando de forma tal que se pudieran enfrentar por zonas locales, regiones y luego a nivel ya internacional, de la mano de promotores o patrocinadores que querían dar el espectáculo del siglo, sobre todo los desarrolladores de los videojuegos.
Gracias a esos torneos clandestinos y muy locales, en Japón por ejemplo, se llevaban a cabo en locales repletos de arcades, y así surgió el ‘Battle by the Bay’, un torneo donde participaban 40 competidores en Super Street Fighter II Turbo y Street Fighter Alpha, de ahí salieron grandes figuras como la bestia Daigo, que nos ha entregado grandes retas y espectaculares movimientos, dejando boquiabiertos a los propios programadores y desarrolladores de Street Fighter. Ese torneo fue el primero reconocido a nivel mundial y hasta la fecha es el más importante de los juegos de pelea.
Ahora con la integración y explotación de las redes sociales y el internet, el fenómeno de los esports se ha ido posicionando y creciendo cada vez más, dando pie a torneos que las mismas desarrolladoras promueven y difunden. Es así como hemos conocido el gran impacto que tiene este deporte, mismo que se ha llegado a consolidar hasta el grado de ser considerado como un deporte olímpico.
Y como no iba a pasar, si conocemos datos como que, en algunos torneos, se han entregado premios millonarios a jugadores de a penas 20 años y logrando audiencias en stream que superan a las finales de la NBA y el Super Bowl, así de impresionante.
Para darles un dato, se conoce que más de 300 millones de personas siguen habitualmente los esports, por ejemplo, la final de la liga mundial de League of Legends, un juego de estrategia que se conforma por equipos de 5 esportistas, llegó a los 75 millones de espectadores, dando paso al reconocimiento de gobiernos como el de Estados Unidos y el alemán de estos jugadores como atletas profesionales.
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Esta difusión ha sido lograda gracias a plataformas como Twitch.tv que fue comprada por 735 millones de euros por Amazon, la plataforma líder de ventas por internet y que actualmente cuenta con más de 100 millones de espectadores al mes a nivel mundial.
Podríamos dar datos y datos pero no quiero justificar al deporte, quiero sensibilizar un poco a los padres y tutores que me leen, para que se den cuenta que es un deporte al que sus hijos se pueden dedicar y en el que necesitarán todo su apoyo como cualquier otro atleta.
En resumen, para quien no ubica este género, deben relacionarlo con cualquier deporte, como el box, así como hay estadios y lugares específicos para ver las peleas, igual hay estadios y escenarios dedicados a este espectáculo donde se pagan boletos para ver a morros dándose con todo a través de una computadora o una consola para ganar una partida, ya sea en equipos o de manera individual.
De la misma forma, los atletas virtuales, que no son otra cosa que chavos y chavas que juegan videojuegos muy bien y con una disciplina, cuentan con equipos de entrenamiento y de acondicionamiento físico, nutriólogos, psicólogos, expertos en manejo de medios y redes sociales que también los preparan como imágenes públicas para que sean atractivos hacia las marcas que los pueden patrocinar con ropa, tenis, viajes, viáticos, equipo, etc… Igual que cualquier atleta de alto rendimiento.
Así que ya saben banda, si les laten los videojuegos a este nivel y quieren meterse al competitivo, actualmente en México hay muchas ligas y torneos locales a los que pueden asistir para irse fogueando y quitándose el miedo. También por ahí tenemos información de que está por abrir una Academia donde darán talleres y cursos para formar a estos atletas, pronto les tendremos más detalles.
Por último para los papás que tienen hijos metidos horas en los videojuegos, platiquen con ellos y pregúntenles qué quieren hacer, tal vez estén viendo a un YouTuber, influencer, steamer o esportista en potencia y para identificarlo sólo es cuestión de platicar abiertamente con ellos y apoyarlos por más que crean que eso no les va a dejar nada, piénsenlo dos veces por que es una realidad que se puede llevar esto como una carrera bastante redituable, deben darles la oportunidad y seguirlos de cerca para que cuando empiecen a monetizar administren bien su lana.