Uno de los medios de transporte más utilizado en las grandes ciudades. A él, recurren miles y miles de personas alrededor del mundo con el único objetivo de llegar a sus destinos de una forma más rápida y segura, sin considerar el número de historias que se van sumando a su existencia y entre sus vagones; historias que vale la pena mencionar, en su gran mayoría no están protagonizadas por viajeros, al menos no de este mundo.
El día de hoy, daremos a conocer tres de las leyendas más espeluznantes que han nacido entre los túneles y los vagones solitarios, cuando nadie viaja dentro de ellos; y no solo en México, sino también en otros países.
La mujer sonriente
Una de las leyendas que recientemente ha cobrado una gran y creciente popularidad es aquella que habla sobre una intimidante presencia que se manifiesta en el metro de la Ciudad de México, en la línea 1, la cual va de la estación Pantitlán a Observatorio. Algunos testimonios aseguran que se trata de una mujer cuya apariencia es capaz de despistar con facilidad al hacerse pasar como una dama de elegantes ropas y comportamiento normal, pero que con el pasar de los minutos su escalofriante naturaleza va emergiendo frente a los que tienen la suerte de quedarse solos con ella dentro de algunos de los vagones. Su mirada, es descrita como la misma que tienen las personas fallecidas, penetrante, pero carente de brillo; la misma con la que fácilmente logra intimidar e incomodar a quien se atreve a observarla fijamente; junto con esa mirada, se puede distinguir su siniestra sonrisa, la que de acuerdo con las narraciones va de extremo a extremo, como parte de un grotesco gesto burlón. Los atemorizados usuarios que han reportado su aparición, exponen que los avistamientos de la mujer sonriente se enfatizan después de las 9 de la noche.
Teke-Teke
La siguiente leyenda tiene lugar en Japón, hace mucho tiempo atrás. Esta historia, se centra en una adolescente a la que constantemente sus compañeros molestaban debido a su personalidad retraída y asustadiza. En un día de verano, unos compañeros decidieron llevar sus bromas a un nivel mucho más siniestro y cruel, al ver que esperaba el tren, ellos lanzaron una cigarra sobre su hombro, causando que la chica en su intento por quitársela terminase cayendo a las vías del tren, el cual, pasó a gran velocidad sin que pudiese detenerse. La joven a causa de ello, fue cortada en dos. La leyenda asegura que, desde ese día, el espíritu vengativo de la adolescente se aparece en las solitarias estaciones del metro de Japón para cobrar venganza contra bromistas e inocentes. Muchos de los testimonios aseguran que también se le puede ver dentro de algunos sanitarios, arrastrándose por debajo de los cubículos mientras pregunta por el paradero de sus piernas.
El nombre «Teke-Teke» con el que se le bautizó a este espíritu demoniaco se debe al sonido que hace con los codos al desplazarse sobre el suelo.
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La paciente diabólica
En el metro de Caracas, en la estación Petare de la línea 1 se ha reportado la aparición de una mujer que por lo usual se manifiesta en la sala de primeros auxilios; los empleados narran que se trata de una paciente a la que se le puede ver con una sonda intravenosa colocada en el brazo izquierdo. Aquellos que tienen la suerte de laborar en el turno nocturno, aseguran que su voz se escucha entre los pasillos, suplicando por atención medica entre sollozos amargos. Los operadores, insisten en que su presencia de igual forma se hace notar en los monitores de las cámaras de vigilancia.
Nadie sabe a ciencia cierta lo que sucede dentro de las instalaciones del metro alrededor del mundo, lo que sí se sabe con certeza es que muchos misterios se esconden entre sus túneles en espera de ser desenmarañados, pero mientras eso pasa, deberemos ser precavidos con quien se encuentra sentado junto a nosotros pues nunca sabremos si son viajeros de este mundo, o no.
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Foto portada: fuente / El Heraldo