Todo comenzó a finales de la década de los 90, Charles Krafft era un pintor apasionado por la música y las motocicletas; hasta ese momento, solo pintaba y muchas de esas pinturas las hacía como escaparate, imprimía mensajes socio-póliticos y no tenía ninguna pretensión más que dibujar lo que se le ocurriera.
Para 1995 se le ocurrió comenzar un proyecto que fuera más allá de sus pinturas, por lo que inició ‘Disasterware’, la idea era pintar platos de porcelana estilo Delf (estilo de cerámica originario de Países Bajos) con sus frases y temáticas sobre desastres modernos.
Krafft viajó como fotógrafo a Bosnia y Herzegovina (destruida por la guerra) con la banda de rock industrial esloveno Laibach. Movido por la difícil situación de los residentes sitiados de Sarajevo, regresó a Europa Central y ahí modeló un arsenal armamento hecho con cerámica Delft. Este proyecto lo tituló ‘Proyecto del Museo de la Guerra de la Porcelana’ y se estrenó en la sede del Ministerio de Defensa de la República de Eslovenia en Liubliana en 2000, y posteriormente se ha exhibido en galerías y museos de todo el mundo.
Las esculturas hechas en porcelana las pinta a mano meticulosamente y se esmaltan o decoran con calcomanías de transferencia de cerámica antes de una cocción final. Este proceso, basado en el Delft holandés y tradiciones de mayólica italiana, da como resultado obras de arte que son a la vez atractivas y grotescas, impregnadas de artesanía fina y comentarios sociales oscuramente humorísticos.
[Te puede interesar ‘7 artistas que han creado instalaciones de arte en la frontera‘]
Los temas de su cerámica han incluido el hundimiento de Andrea Doria, deidades hindúes, asesinatos históricos y la explosión de Hindenburg, entre muchos otros. Las primeras placas de Krafft se exhibieron en las Galerías Davidson en 1991 y fueron compradas de inmediato por los coleccionistas. Posteriormente, Krafft también comenzó a hacer réplicas de armas bordadas de cerámica.
En 1999, Krafft sirvió en una residencia en la Compañía Kohler, durante la cual desarrolló una técnica utilizando hueso en la cerámica llamada Spone. Josiah Spode, quien fue el inventor de la porcelana china la cual involucraba mezclar hueso de vaca en la cerámica. Krafft, sustituyó el hueso de vaca por huesos humanos que había obtenido de la esposa de un amigo fallecido que le había pedido que hiciera algo con los restos. Desde entonces, Krafft ha fabricado una serie de obras de arte funerarias de porcelana conmemorativa hechas de huesos humanos.
La sitio en línea The Stranger escribió un artículo sobre la participación de Krafft en los sitios web nacionalistas blancos y su cuestionamiento sobre la exactitud de las principales cuentas del Holocausto. Esto provocó gran controversia en el mundo del arte, pues Krafft hace uso ocasional de la esvástica e imágenes relacionadas con la Segunda Guerra Mundial, las cuales, siempre se habían percibido como «oscuramente irónicas».