El mundo de la poesía nos ha regalado un gran número de nombres reconocidos que, a través de sus letras, nos transportan a un sube y baja de emociones, pasando por la melancolía desgarradora de escenarios de desamor y pérdida, hasta los sentimientos más tersos y dulces de los versos que con gran fervor acarician la oratoria con pasión.
El sol, hogar de ternura y de vida,
Vierte amor ardiente a la tierra inconmensurable,
Y cuando uno se acuesta en el valle, siente
Que la tierra es casadera y desborda de sangre;
Que su inmenso pecho, levantado por un alma,
Lleva tanto amor como Dios, tanta carne de mujer,
Y que encierra, hinchada de savia t de rayos,
¡La terrible agitación de todo embrión!Arthur Rimbaud, fragmento de “Sol y carne” de 1871
En otoño de 1854 nace uno de los mayores exponentes de la poesía maldita, el joven poeta Jean Nicolas Arthur Rimbaud, perteneciente a la corriente francesa del simbolismo literario, la cual se desarrolló a finales del siglo XIX, y la que se caracterizaba por la búsqueda de establecer conocimiento intelectivo y la expresión conceptual dentro de cada pieza literaria, dejando de lado la descripción objetiva para fundamentarse en lo surrealista.
El término “poesía maldita” hace referencia a un término originado de la publicación del poeta Paul Verlaine de 1888 (Los poetas malditos), texto en el que Verlaine realiza una serie de prosas poéticas en la que también participan Tristan Corbière, Stéphane Mallarmé, entre otros, incluido el joven Arthur Rimbaud. El estilo poético de estos autores generaba poesía que surgía de las raíces del gótico y los escenarios devastados y destruidos, una poesía cuidada en su belleza siniestra que se separa de la tradición romántica de la época, una literatura más obscura, más sugestiva y desbastadora. Además, se caracterizaban por poseer un espíritu bohemio fuertemente influenciado por el consumo de sustancias como el alcohol y las drogas, alejándose de la escena pública y generando la crítica de las sociedades y distintos grupos culturales.
En 1870, con tan solo 16 años, Arthur se fugó de casa por primera vez y fue detenido por los soldados prusianos en una estación de París. Su entonces profesor, Georges Izambard, lo salvó de la cárcel, pero al mes siguiente intentó de nuevo la fuga, esta vez dirigiéndose hacia la región del Norte de París. Después se trasladó a Bélgica, donde buscó la posibilidad de dar inicio a su carrera como periodista en la ciudad de Charleroi. Entre las dos fugas, Arthur había empezado a escribir un libro destinado a Paul Demeny, pariente de su profesor y poeta reconocido en París con el objetivo de ser leído por dicho poeta y comenzar su formación en el mundo de las letras francesas de la época.
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Cuando regresó a Charleville, su ciudad natal, en el invierno de 1870-1871, su colegio ahora fungía como hospital militar. Huyó a París en febrero y fue testigo de los disturbios causados por la amnistía decretada por el gobierno de Versalles. Volvió a casa con su familia en marzo, en plena Comuna, y publicó la famosa Carta del vidente. Dicho texto definía al joven poeta Rimbaud como un “ladrón de fuego” que busca la alquimia verbal y lo desconocido a través de un “largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos”.
Paul Verlanie, a quien había enviado algunos poemas, le invitó a pasar un tiempo con él en París. Arthur llegó con un poema, El barco ebrio, que impresionó profundamente a Verlaine. Ya en París, se integró de forma inmediata al círculo literario del club zutista y escribió el Album zutique.
Luego de una muy breve residencia en Charleville, donde escribió algunos poemas sencillos, caracterizados por poseer un poco misticismo, nació una, famosa pero tormentosa relación amorosa con Verlaine, que dio sus inicios en 1872. Velrlanie abandonó a su entonces esposa de nombre Mathilde y, posterior a ello, vivió con Rimbaud en Bruselas y más tarde en Londres, para experimentar lo que, según Rimbaud, debía ser la aventura de la poesía.
Ya que ambos se encontraban en constante interacción con el escenario político y la miseria social de la época, sus vidas en unión se volvieron cada vez más caóticas. En 1873, Verlaine huyó a Bruselas; pretendía suicidarse. Ante esta situación, Rimbaud acudió a su lado y volvieron las disputas que terminaron en un final nada grato para ambos. Llevado por su fuerte depresión, y sospechando que podía ser abandonado pronto, Verlaine disparó a Rimbaud y lo hirió, por lo que fue arrestado y encarcelado. Tiempo más tarde, esta historia fue llevada a la pantalla grande en 1996 bajo la dirección de la cineasta polaca Agnieszka Holland con el nombre de Total Eclipse, en la que Leonardo DiCaprio dio vida a este rebelde y bohemio poeta francés.
Mientras se recuperaba de la lesión, causada por Verlaine, Rimbaud terminó el libro autobiográfico Una estancia en el infierno, donde relataba su historia y daba a conocer gran parte de su rebeldía adolescente. Más tarde regresó a Londres y preparó su última obra, Las iluminaciones, este se componía de poco más de cincuenta poemas en prosa que proyectan sucesivos universos y proponen una nueva definición del hombre y del amor. Después de este libro, escrito a sus veinte años, Arthur Rimbaud abandonó de forma definitiva su participación activa el mundo de la literatura.
La vida de Rimbaud continuó con un espíritu aventurero. Empezó como preceptor en Stuttgart, se alistó en el ejército holandés, pero al poco tiempo desertó. Después se instaló en Adén y más tarde en Harar (Etiopía). Se dedicó a la comercialización de marfil, café, oro o cualquier producto que consiguiera por medio del trueque de alguna mercancía europea. En 1891, aquejado de fuertes dolores en la pierna derecha, volvió a Francia, donde le fue amputada; murió poco después en la ciudad de Marsella.
A pesar de su temprano retiro de la escena literaria, Rimbaud se ha convertido en uno de los más importantes autores de letras francesas y, su peculiar trayectoria ha sido motivo de múltiples investigaciones literarias de las letras modernas y objeto de estudio para la escena literaria contemporánea. Además de que su estilo narrativo ha sido inspiración para múltiples autorxs a lo largo del tiempo, autorxs que conservan gran parte de la prosa y peculiaridad de un joven bohemio, maldito y rebelde.
«El Poeta se hace vidente por medio de un largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos». Arthur Rimbaud