El punto más sagrado del Sinaí
El Monasterio de Santa Catalina es uno de los lugares sagrados más importantes de la religión católica, específicamente de la Iglesia Ortodoxa, está en la península del Sinaí, Egipto. Sinaí fue una zona de paso entre Africa y Asía, y hoy es uno de los lugares turísticos más importantes de la religión católica, al ser el monasterio más antiguo de esa religión.
El lugar que alberga una Iglesia y una Mezquita
En la época del Emperador Constantino I, por el año 312, se había pedido construir una iglesia en la boca del cañón que forma el Monte Sinaí, pues ahí sería el lugar donde Moises vio la ‘zarza encendida’ y Dios le había llamado. Posteriormente, en el año 527, a petición del Emperador Justiniano I, se construiría el Monasterio rodeando la Capilla de la Zarza Ardiente y una Mezquita islámica.
Aún está la misma zarza que vio Moises
La historia de la ‘Zarza Encendida’ dice que Moises iba caminado por el cañón y vio una zarza encendida y que en ese instante Dios le llamó y le encomendó algunas tareas en su regreso. Dentro del monasterio aún hay una gran zarza, que dicen, es la misma que estuvo encendida frente a Moises; debajo de ella, el pozo de Moisés, que se menciona también en la Biblia.
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Aceite de olivo sagrado
Desde su construcción los monjes que ahí habitan se han encargado de cultivar árboles de olivo y otros frutos, con los que hacen aceites, cremas y otros comestibles que pueden comprar los visitantes. Por el hecho de ser un lugar sagrado varias personas tiene la teoría de que los olivos tienen poderes curativos.
La segunda biblioteca cristiana más importante
El Monasterio es Patrimonio Mundial por la UNESCO y en él hay una antigua biblioteca que alberga documentos, libros y manuscritos del siglo VIII, solo la Biblioteca Vaticana es más grande que está. Hay cerca de 3500 documentos en varias lenguas y contiene una extensa historia de varias religiones.
El amanecer en el Monte Sinaí
Uno de los atractivos para todos los visitantes de Sinaí es ver el amanecer en Jebel Musa, o Monte Sinaí, lugar donde supuestamente Dios le presentó los 10 Mandamientos a Moises y donde a pesar de ver un paisaje árido, es muy hermoso.
Senderismo por el desierto
Subir el Monte Sinaí no requiere una gran condición, en 2 horas de caminata tranquila estás en la cima. El frío puede ser intenso por las ráfagas de aire en épocas de invierno. El terrero es irregular, seco… Es un desierto. La tierra y las rocas son rojizas y a tu paso van otros lugareños, turistas y algunos camellos que sirven de transporte.
Como si estuvieras en una expedición
Casi al llegar a la cima se pueden ver pequeñas casas improvisadas con troncos y cojines que funcionan como casa de descanso. Dentro te venden café, pan y una variedad muy grande de tés naturales. Puedes descansar o cubrirte del frío con mantas mientras esperas que salga el Sol.
Las nubes de piedra y fuego
Como si se tratara de un cuadro surrealista, el sol sale y comienza a iluminar los picos rocosos de Sinaí, parecen nubes de piedra. Los tonos amarillos de la piedra y el amanecer naranja parece situarte en lo alto de un infierno, pero estás en tierra santa y no deberías describirlo así aunque eso parezca.
Agua y desierto en una postal
Ya con el sol en lo más alto nuevamente aprecias que el desierto regreso y tu cuadro desapareció, aún así el paisaje es increíble, de un lado vez un sin fin de montañas que no tienen fina tu vista; y por el otro lado, donde salió el sol, está el mar, que contrasta totalmente con el lado opuesto seco y desértico.
Esto es Egipto, esto es Sinaí
Bajar nuevamente al Monasterio no es complicado, podrías rentar con un beduino (árabes que habitan en las zonas desérticas) un camello que te ayude con el viaje. No es nada cómodo pues su jorobas son muy duras, como tampoco debe ser cómodo para los animales. Verlos reposar en tu trayecto de vuelta es otros paisaje espectacular, su color sepia se mimetizan con la piedra y te recuerdan que estás en Egipto, en Sinaí, en tierra santa.