Si se habla del género de terror en los videojuegos, usualmente se nos vienen a la cabeza gigantes como ‘Silent Hill’, ‘Fatal Frame’ o ‘Resident Evil’; sin embargo, lo que muchos olvidan es que todos estos juegos corren gracias a que alguna vez ‘Alone in the Dark’ caminó.
Si ‘Alone in the Dark’ no te suena no te preocupes, es completamente normal, pues es una de las franquicias de videojuegos más olvidadas, pero sorprendentemente más longevas también. El que se haya ido al olvido no es gratuito, pues a pesar de que tiene un lugar muy importante dentro del salón de la fama de los videojuegos de terror por servir de inspiración a gigantes del género, es también una de esas franquicias llenas de buenas ideas, pero con muy malas ejecuciones.
La primer entrada de la saga fue lanzada en 1992 para computadoras. La historia gira en torno a una vieja mansión y un piano que se encuentra en ella, el cual es buscado por diferentes personas al ser considerado como algo invaluable. Pero lo realmente interesante es la jugabilidad de este primer ‘Alone in the Dark’, el cual tiene un parecido impresionante a los primeros juegos de Resident Evil.
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La diferencia más notable es la paleta de colores, el diseño de los personajes y los monstruos, los cuales son muy caricaturescos. Sin embargo la cámara forzada en los diferentes escenarios y la manera en que el jugador mueve al personaje es muy similar a lo que se ve en los primeros ‘Resident Evil’.
A pesar de que el primer ‘Alone in the Dark’ es un juego lleno de errores, sufre de un gameplay muy lento y el combate es un tanto tedioso, fue muy bien recibido por la crítica, principalmente porque era algo prácticamente inédito en el mundo de los videojuegos para aquel momento.
La secuela, ‘Alone in the Dark 2’ intentó complacer a las críticas negativas hacia la falta de acción en el primer juego, por lo que esta segunda entrada tiene bastante énfasis en el combate. Además del regreso de Edward Carnby, uno de los personajes jugables en la primer entrega y que posteriormente se convirtió en el rostro de ‘Alone in the Dark’. A pesar de ser menos aclamado que su predecesor, ‘Alone in The Dark 2’ también fue considerado un éxito.
Sin embargo, la caída de la saga comienza con su tercer entrega, titulada ‘Alone in the Dark 3’, la cual fue muy mal recibida por el público en general y la crítica, principalmente porque la ambientación “terrorífica” que se venía manejando en las entregas anteriores fue totalmente deshecha al tomar lugar en el viejo oeste y enfrentar a Edward Carnby a vaqueros fantasma.
Después del desastre que fue ‘Alone in the Dark 3’, se metió a la saga al congelador por 7 años. Hasta que en 2001 fue lanzado ‘Alone in the Dark: The New Nightmare’, el cual fue un juego bastante decente y redimió un poco a la saga. El problema fue que justo ese mismo año se lanzarían también juegos legendarios como Silent Hill 2 y el primer Fatal Frame, por lo que en comparación, este nuevo ‘Alone in the Dark’ fue bastante olvidable.
En 2008 fue lanzado un reboot de la saga llamado simplemente ‘Alone in The Dark’, con la novedad de que el nuevo publisher era nada más y nada menos que Atari. El juego intenta poner sobre la mesa ideas bastante innovadoras para la época como un sistema de construcción para crear nuevas armas, sin embargo la torpe jugabilidad opaca las buenas ideas detrás de este título. Al igual que su antecesor, fue un juego que pasó sin pena ni gloria.
Y finalmente, en 2015 se lanzó la entrada más reciente a la saga, ‘Alone in the Dark: Illumination’; al que se le implementó una modalidad online de hasta 4 jugadores, claramente intentando encajar junto con los otros cientos de juegos que ofrecen opciones similares; pero de nuevo fallando en la ejecución.
Lo sorprendente de la historia de la saga de ‘Alone in the Dark’ es que haya gente intentando mantenerla a flote, tal vez por todo lo que representa o simplemente porque le tienen fe, pero lo triste es que en la ejecución siempre terminan siendo juegos que dejan mucho que desear y son olvidados rápidamente.
