Para muchos, el amor, es una de las fuerzas más poderosas que mueve al mundo; París la ciudad del amor, se ha convertido en un emblema urbano del romance y atractivo para cualquier pareja que desee consagrarse como tal para toda la eternidad.
La ciudad, es sin duda uno de los lugares donde el amor se hace presente a lo largo de sus calles y puentes; visitantes enamorados desfilan tomados de las manos; el sitio favorito para demostrar su amor es el Puente de las Artes (Pont des Arts), el cual exhibía más de 18, 5 toneladas de candados cerrados en barandillas, los cuales en 2015 tuvieron que retirarse por el riesgo que representaba para la pasarela tener tanto peso.
Dichos candados eran puestos por enamorados que, queriendo sellar de alguna forma su amor, los colgaban con sus nombres escritos y los cerraban para luego arrojar las llaves al rio Sena.
La tradición de este acto, comenzó en éste siglo en Roma donde también hay un puente: el Puente Milvio, donde los enamorados ponen candados en las farolas; pronto se extendió a París.
La tradición consistía en poner un candado en el Pont des Arts ubicado sobre el río Sena; una vez que la pareja coloca el candado, lanza la llave al río, lo que significa que éste guardará para siempre en el fondo de sus aguas la promesa de amor y no hay manera de deshacerla.
Existen varias historias sobre cómo surgió esta tradición; una de ellas cuenta que la persona que empezó la moda de los candados fue un cerrajero, y que su único objetivo era promocionar su negocio de cerrajería colocando un candado en el puente. Una pareja, al ver esto, se les ocurrió también poner un candado, pero con sus nombres y tirar la llave al río como muestra del amor eterno que predicaban.
Otra historia señala que éste acto amoroso tiene su origen a partir de lo que cuenta el libro “Tengo ganas de ti” del escritor italiano Federico Mocchi: donde una pareja sellaba su amor colocando un candado en el puente cerca del río Tíber, además de tirar la llave para impedir que los separen.
Por lo que desde el 2008, los visitantes que llegaban a París colocaban candados con mensajes sentimentales en el puente como acto simbólico de amor. Así pues, colocar éstos candados en el Puente de las Artes y arrojar la llave al río Sena se convirtió en una tradición turística.
Sin embargo en 2014, en el puente hubo un incidente; debido al peso, una parte del alambrado del Pont des Arts terminó cayéndose al Sena, derrumbándose parte de las verjas que datan del año 1804. Por tanto las autoridades consideraron que suponía un riego para la seguridad, así que cerca de un millón de candados (se calcula que pesan 45 toneladas) fueron retirados.
Durante 2014, 165 lotes de los conocidos “candados del amor” retirados del Pont des Arts, fueron subastados.
Surgieron iniciativas para que los enamorados que pasen por París puedan expresar su amor de otras maneras.
Por tal motivo, en el mismo año se promovió una campaña para que las parejas se tomaran selfies en vez de poner candados, pero no tuvo mucho éxito.
Un año después, inmortalizar el amor de las parejas colocando un candado con el nombre de ambos en un puente en París ya no sería posible.
En 2015, las barandillas con cristales sustituyeron a las antiguas en el Pont des Arts, al igual que en el Pont de l’ Archevêchè, impidiendo colgar nuevos candados.
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La alcaldía de París tomó la decisión de retirar los cientos de miles de “candados del amor” que las parejas colgaban en el célebre Puente de las Artes. Los candados fueron removidos ante el temor de que los símbolos románticos pongan en peligro la estructura del siglo XIX.
El deterioro del patrimonio y el riesgo para la seguridad de los parisinos y turistas fueron los principales motivos por los que se ordenó su retiro.
El retiro y la imposibilidad de colgar más candados, es el adiós a los juramentos de amor eterno encadenados sobre el río Sena.
“Paris debe seguir siendo la capital del amor… Qué las parejas, sigan declarándose su pasión pidiéndose matrimonio, quizás en el Puente de las Artes, pero por favor no poniendo candados” dijo Bruno Julliard, vicealcalde de la capital a cargo de la cultura.
Con ésta acción se puso punto final a las barandas sobrecargadas de cerrojos de todos los tipos y colores. Ya no habrá llaves lanzadas al río.
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