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14 de Febrero: Día del Amor, la amistad y ¿la deconstrucción?

Podría ser que ni ciencia ni metafísica logren explicar el amor, es evidente que a lo largo de los años algo de ambos no concuerda, lector he aquí la propuesta: El Amor es palabra, deconstrucción.

Amor; ¿Qué es amar? Constantemente buscamos explicaciones a este fenómeno tan humano, pero, ¿De donde sale el amor?

Por lo cotidiano se le asocia a la metafísica: espíritu, alma. También posee una explicación científica: neurotransmisores, deseo de conservación, hipófisis, etc. Es claro entonces que tenemos, por una parte la explicación racional y por otra la metafísica.

La ciencia por su parte intenta describir al amor desde los procesos biológicos del organismo, lo explica desde las categorías propias del cuerpo humano. La metafísica en cambio nos dirá que siempre, en el amor, hay algo más, algo que nos excede, que nos sobrepasa.  

Freud puede añadir para nosotros como estas relaciones actúan en el yo de forma que: «las relaciones entre la percepción externa e interna y el sistema superficial preconsciente pasan a formar una idea del yo».

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14 de Febrero: Día del Amor, la Amistad y ¿La deconstrucción?
14 de Febrero: Día del Amor, la Amistad y ¿La deconstrucción?

 

Es viable pensar  que existe un encadenamiento entre los sistemas descritos por Freud (consciente, preconsciente e inconsciente) y tales acepciones metafísicas y científicas, que juntas son determinantes en la estructura del amor, pero antes de que esta tenga lugar es necesario que el sujeto se identifique y con ello se mueva.

Posiblemente esta explicación algo vislumbre del intermedio entre la ciencia y la metafísica.

 

¿Mariposas en el estómago?

El permanente sentimiento de magia y encanto que nos proporciona la metafísica nos ayuda a amar, es decir, que a pesar de “x” numero de intentos fallidos en el amor, cada ocasión vamos por más, por el deseo de revivir esas antiguas experiencias, que claro, pueden venir desde los más pueriles años.

Nos movemos por el deseo de sentir las mariposas en el estómago, con la intención de llegar al objeto amado, eso es innegable, sin embargo ¿Qué resulta en el caso de obtener lo deseado? ¿En algún punto el alma y el yo dejan de moverse?

En nuestra historia de búsqueda acuñamos como nuestra la idea de posesión, pero esto no implica que cesen nuestros movimientos, en tanto amamos, nos movemos, y como Sócrates antes lo dijo:

«el alma que deja de moverse muere»

Pero podría ser que ninguna de estas dos partes (ciencia y metafísica) logre explicar el amor, es evidente que a lo largo de los años algo de ambos no concuerda, lector he aquí la propuesta: El Amor es palabra, deconstrucción.

Las historias, nuestras historias de amor son aquellas que nos constituyen y así mismo nos eyectan hacia el mundo del amante y del amado. Adán y Eva, Romeo y Julieta, Don Quijote y Dulcinea.

 

¿Somos libres cuando amamos?

La respuesta más preciosa sería un rotundo SÍ, empero, en los estigmas y costumbres sociales muchos caen en la tendencia de la esclavitud al amar. Quedan por propia convicción sujetos a dispositivos y ritos sociales que lejos de deconstruir su ser y acercarlo a la libertad de lo que es el amor, lo sujetan cruelmente.

Reducir al amor a su forma social, comercial o contractual es una limitación que nos imponemos a riesgo de perder el significado de nuestras demás acciones.

#makelovenotwar
#makelovenotwar

Terminamos por no ser más que sujetos sujetados a un tipo de amar impuesto. Un amor cobarde que no sale de la línea de confort y costumbre.

Amor es palabra, escritura y desconstrucción ¿Podemos escribir nuestra propia historia de amor?

En nuestra valentía podremos salir por esa fisura en donde el amar sea el medio, un modo de libertad del ser humano, la riqueza de ser, de ir más allá de forma constante.

 

A Conny, por aquella conversación del 3 de febrero.

  • Foto portada: Spencer Davies / Unsplash