Marco Vitruvio fue un arquitecto e ingeniero romano, nació en el siglo I a.c. y fue el autor del Tratado de Arquitectura, considerado el primer manual de arquitectura de la humanidad, donde marcó las bases de la construcción moderna y las proporciones áureas del mundo y el hombre.
Vitruvio explicó que la belleza estética dependía de las proporciones de las cosas, los animales, las plantas, el hombre y el universo mismo. Si algo no tenía proporción no era bello, por ello se encargó de estudiar la proporción y darle números y valores específicos.
No fue él quien descubrió el número áureo, pero sí el que lo llevó a la práctica en la construcción y en tratados y estudios. Muchas de sus obras estaban basadas en la medición de este número.
Para entender este número utilicemos el dibujo del ‘Hombre de Vitruvio’, un boceto que creó Leonardo Da Vinci que se basa en los escritos de Marco Vitrubio, por ello su nombre, pues aunque se piense que Da Vinci fue el inventor de éste, realmente es una recopilación de los estudios de Marco Vitruvio con algunas correcciones de Da Vinci.
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Leonardo Da Vinci (1452-1519) fue otro de esos genios adelantados a su tiempo, era filósofo, inventor, físico y artista, y fue quien explicó el punto áureo dentro de la proporción humana, dando a éste el sentido de centro de todo el universo.
“El hombre es la medida de todas las cosas”
Protágoras
a) En su boceto, Leonardo dibuja a un hombre donde su altura es igual al ancho de los brazos extendidos, un cuadrado perfecto.
b) Si extiende brazos y piernas forma un círculo cuyo centro es el ombligo.
c) La suma del lado del cuadrado (con valor 1) y el radio del círculo, dan la proporción divina 1.618, el número de la perfección.
Este número siempre existió, no se sabe a ciencia cierta quién lo descubrió, pero sí fueron muchos quienes lo retomaron:
- El Matemático griego Euclides (324-265 a.c.) la llamó ‘La razón Media y Extrema’
- Luca Pacioli 1445-1517) la llamó ‘La Divina Proporción’
- Martin Ohm 1792-1872P lo llamó ‘La Sección Dorada’
Hoy lo conocemos como número áureo y se encuentra en todos lados, como en la secuencia de Fibonacci, inventada por el matemático italiano Leonardo Pisano, que nace de la suma de los dos número anteriores de una secuencia:
0,1,1,2,3,5,8,13….
0+1=1, 1+1=2, 2+1=3, 3+2=5
El número siguiente al anterior tiene una proporción de 1.618
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Esta secuencia también la utilizaron muchos artistas renacentistas, pues este número representa la perfección de la estética y la belleza en el arte y lo utilizaban así:
a) Si dentro de un rectángulo se traza un cuadrado, ese cuadrado corresponde al valor 1, mientras que el rectángulo pequeño sobrante será 0.618 y juntos forman el número áureo.
b) Si al rectángulo menor que se formó le volvemos a crear un cuadrado pasará lo mismo, hasta que se convierta en una secuencia infinita.
c) Si dibujamos una espiral de una esquina del primer cuadrado a su punto contrario y seguimos haciendo lo mismo con los cuadrados subsecuentes, nuestra espiral no tendrá fin y se estará acercando al punto áureo.
Por ello se dice muchas pinturas llegan a la perfección estética, pues su composición mantiene el foco en el punto áureo. Ese punto que comparte naturaleza y ser humano, este último como fuente de conocimiento y punto de medida para todo lo que lo rodea y centro del universo.