El intenso flujo turístico que ha llegado a Tulum en los últimos años ha sido una bendición y una maldición al mismo tiempo. Se han sobre saturado los recursos ambientales y urbanos del municipio.
A inicios de 2019, el relleno sanitario del municipio de Tulum rebasó su capacidad funcional y quedó completamente saturado. El espacio destinado para la recolección de residuos de 40 metros de ancho por 180 metros de largo quedó completamente cubierto de montañas de PET, vidrio, aluminio, plásticos, y diversos residuos orgánicos. Todo esto sucedió en un lapso cercano a 5 años, a pesar de que estaba planeado que el relleno sanitario tuviera una vida funcional de al menos el doble de tiempo.
Durante esos 5 años, se vivió un «boom» en el aumento de producción de basura en el municipio, que llegó al mismo tiempo junto con el boom turístico que ha tenido Tulum en los últimos años. En las temporadas altas de turistas, llegaban al relleno sanitario hasta 170 toneladas de basura al día. Diariamente, se tuvo registro de la entrada y salida de varios camiones al predio excavado en medio de selva casi virgen, donde se depositaban todos los días millones de desperdicios producidos por los hoteles, restaurantes, y toda la infraestructura turística del municipio.
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En la actualidad el intenso flujo turístico que ha llegado a Tulum en los últimos años ha sido una bendición y una maldición al mismo tiempo. Por un lado, esto ha generado miles de empleos, ha aportado grandes ganancias a la economía local y nacional, y también le ha dado reconocimiento internacional con miles de turistas y potenciales inversores extranjeros que visitan cada año. Por el otro lado sin embargo, se han sobre saturado los recursos ambientales y urbanos del municipio, lo que ha derivado una silenciosa crisis medio ambiental solapada por la corrupción municipal y estatal.
La basura no solo ha sido el único problema con el que Tulum ha tenido que cargar en estos últimos años. El alto flujo de turistas combinado con la poca infraestructura de transporte y movilidad ha causado también varios problemas. Debido a que usualmente la Riviera Maya se vende como un solo gran destino turístico, muchos visitantes realizan el trayecto de más de 130 kilómetros desde Cancún hasta Tulum, el cual normalmente solo puede hacerse en automóvil o en autobús a través de la estrecha carretera que conecta ambos destinos. Esto ha provocado saturaciones viales constantes, y el uso excesivo de transportes de combustibles fósiles en medio de un entorno selvático donde muchas especies animales se ven afectadas por ello.
Otra situación más que se suma a la lista de conflictos ambientales, es la construcción de hoteles, resorts y condominios sin regulación o de forma corrupta. Acorde a un artículo realizado por la DW en 2018, la mayoría de las construcciones realizadas de este tipo en Tulum se realizan sobre la ley, y sin acatar muchas regulaciones ambientales. Tanto los lujosos condominios de precios altos que no se molestan en esconder lo invasivos que son en el ecosistema, como los supuestos «eco hoteles» chic y libres de emisiones suelen recurrir a sobornos para obtener de forma más rápida y sin tanta investigación los papeles necesarios para construir.
«Las construcciones cada vez ganan más terreno a la selva», como se menciona en el artículo. Aunque también suelen ganarle terreno a la playa, al mar, y a los arrecifes, ya que poco a poco los diseños de proyecto intervienen mucho más en estos. Así, también de a poco se van acercando cada vez más las construcciones hacia la costa. Se construye sobre las playas, se excava, se rellena, se reduce el ancho de la arena, y se privatiza el área con exclusividad para los usuarios del proyecto.
Tulum no es el único destino de la Riviera Maya y de México que está pasando por estas problemáticas, sin embargo es alarmante la rapidez en que se está dando este fenómeno conforme crece el turismo y el desarrollo económico. Trágicamente, no se puede sacrificar uno por otro, ya que cientos de familias dependen de estas fuentes de ingresos para sostenerse. Aún así, a futuro aún pueden verse algunas soluciones que compensen ambas partes, pero dependerá de las autoridades y de los gobiernos municipal, estatal y nacional para que estas puedan suceder.
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Foto portada: fuente / unifytulum.org