Esta semana llega a las salas de cine ‘Swallow’ (2019). Cuenta la historia de Haley (Haley Bennett) presionada por cumplir las reglas de la sociedad: tener una familia, un buen estilo de vida, ser incondicional para su pareja y no descuidar su imagen. Aparentemente su vida ha sido gratificada con el amor de un esposo tierno, comprensible y atento, con unos suegros que los apoyan demasiado y una vida que difícilmente podría conseguir de no haber conocido a su pareja.
Este “cuento de hadas” que vive Haley parece ser perfecto con la llegada de un bebe, sin embargo ese momento es decisivo porque siente inseguridad y angustia como nunca antes, esa ligera sensación de libertad que tenía pronto se ve eclipsada con la noticia del embarazo donde los más felices son su esposo y sus suegros. Nunca se le consulta si estaba lista para ser madre o si quería serlo, simplemente dan por hecho que ha sido una decisión de ambos cuando su esposo le dice a su madre: “estamos embarazados”.
Como esposa, Haley siempre procuro tener la casa limpia, la comida preparada y deshacerse en cariños y elogios hacia su marido, pero todo cambia con el embarazo, de pronto una oleada de sentimientos y emociones reprimidas salen de lo más profundo para dejar de buscar la aprobación de otros y liberarse poco a poco de las ataduras sociales; ese camino inicia cuando en un libro de autoayuda lee: “todos los días, trata de hacer algo inesperado, anímate a probar cosas nuevas” y para confrontar su embarazado, comienza a tragar.
Hielo, una canica, un tachón, una matatena, anillos o una pila, son algunos de los objetos que le provocan placer por la textura que siente cuando los introduce en su boca y porque al deglutirlos se siente en paz con ella misma. Esta enfermedad es conocida como pica y puede surgir durante el embarazo, aunque proviene de otros trastornos mentales que no fueron atendidos previamente; ese es el caso de Haley cuyo problema deriva de una situación con su madre que había mantenida secreta hasta entonces.
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Este drama con tintes de thriller psicológico está cargado de momentos tensos cuando la protagonista se introduce diferentes objetos a la boca porque, así como ella se desafía con cosas cada vez más grandes o de formas extrañas, el espectador apuesta a que no lo hará por su condición, pero lo hace y demuestra que esta rebelión femenina no se anda con medias tintas.
En los aspectos visuales se destaca la utilización del espacio, pues aunque ella vivía en una enorme casa, era un lugar solo: muebles y cortinas gigantes, espacios inmensos que poco o nada eran habitados por el matrimonio y que al principio tienen una tonalidad cálida y alegre pero a medida en que avanza la subversión y la forma de pensar de Haley se tornan en colores fríos. El color rojo brillante, muy al estilo Vértigo (1958) de Hitchcock sugiere cierta volatilidad en la chica cuando algo o alguien la reprime.
Hay una secuencia interesante en la que se muestran los distintos objetos que ha tragado Haley que sirve como metáfora sobre el control que ha ido ganando de su cuerpo, es importante señalar que recuperar el control de su cuerpo figura un dilema que la ha llevado a tocar fondo sobre su vida, es una tragedia porque han salido de golpe diferentes sentimientos y situaciones que no esperaba y lidiar con ello no será fácil pues se dará cuenta que ese mundo perfecto en el que vivía son solo apariencias.
El análisis feminista seguramente tiene mucho que aportar en ese sentido pero no es mi propósito ni sería adecuado hacerlo. En lo que respecta a los temas psicológicos son varios los que podemos encontrar en la cinta, por ejemplo el de las falsas apariencias y es que Haley creía ser parte de una familia pero en realidad era usada para satisfacer las necesidad de su esposo en todos los sentidos. Cumplir con el matrimonio era indispensable para él porque así obtenía algo a cambio, ya fuera un puesto importante o algún bien material.
La recuperación de su cuerpo representa una tragedia para Haley porque aprende a tomar decisiones que le costarán mucho, tiene que afrontar sus miedos para avanzar y demostrar que no está equivocada aunque en esencia lo parezca. Aprende a perdonar y se da cuenta que el olvido también es parte del proceso.
Esta cinta, dirigida por Carlo-Mirabella Davis, entra en la categoría de body horror pero el valor agregado que tiene es el mensaje que transmite, los símbolos que utiliza para hablar de un tema delicado y hacerlo a través de esas impactantes escenas son una declaración contundente que se suma a la manifestaciones que vivimos actualmente.
Título: Swallow.
Año: 2019.
Directora: Carlo-Mirabella David.
Duración: 94 min.