Scream es una saga de peliculas del género slasher que durante años se mantuvo (y se sigue manteniendo) en el imaginario de los amantes del cine de horror y es que Ghostface se ha convertido en un villano icónico con una máscara inspirada en una famosa pintura (el grito de Edvard Munch).
El 2022 nos ha traido una serie de cintas de terror bastante recordables y Scream no es la excepción, esta cinta está hecha completamente para los fans de la saga, sin embargo sigue siendo disfrutable para los que no están familiarizados con el trabajo que se hizo en las películas anteriores.
26 años después, Ghostface está de vuelta para arrasar con todo a su paso (y vaya que lo logra) con un elenco renovado, que funciona como una cadena, donde no hay eslabón débil, y la cereza del pastel, una parte muy importante del elenco orginal (Neve Campbell, Courtney Cox y David Arquette) hacen de la película un ejercicio totalmente funcional y disfrutable.
¿Cuál es el verdadero legado de Scream?
Una de las características principales de la saga, es la intencionalidad, el hacer uso de los clichés de las películas de horror y adaptarlos para que los protagonistas sean victimas de los mismos, en sagas anteriores encontramos incluso momentos cómicos durante toda la película, sin embargo con esta nueva versión tenemos a un Ghostface más brutal, más dinámico y más preparado para lo que tiene que hacer, lo cuál se agradece bastante ya que hace que la cinta tenga un excelente ritmo y que mantenga al espectador atento a todas las situaciones.
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Scream del 2022, nos recuerda que aún es posible hacer buen cine de terror, dándonos los sustos necesarios en los momentos necesarios, no más, no menos, además del seguimiento a la historia durante toda la película que converge en un ejercicio cinematográfico que funciona de principio a fin, las actuaciones del reparto están en su punto y, como dije al inicio, ningún eslabón es débil en esta cadena de aciertos.
Trama dentro de una trama
Un recurso muy básico que ya hemos visto en otras cintas del mismo género (como A Nightmare on Elm Street: Wes Nightmare) donde tenemos un metaverso dentro de la trama principal, en este caso, las películas de «Stab» son nuestro ingrediente principal, resultando como una parodia directa a las primeras entregas de la saga de Scream, y a pesar de ser un recurso ya utlizado, funciona de manera increíble porque tiene realmente un peso en la cinta y no se trata de un relleno o de dar un final abierto a esta nueva entrega.
Ghostface ¿se reivindica?
La respuesta es un rotundo si, si bien en las primeras entregas de la saga vimos a un par de asesinos bastante torpes y llenos de errores, en esta nueva cinta vemos a Ghostface con un solo objetivo, asesinar a todo aquel que se cruce en su camino, sin embargo, esta ocasión lo hará de una manera consciente, planeada y estratégicamente tétrica, teniendo en cuenta toda la evolución que ha habido a lo largo de 4 cintas anteriores a esta.
Un elenco híbrido entre nuevas caras, caras conocidas y un hilo conductor entre la primera cinta y el presunto cierre de una franquicia, determinan el éxito de esta nueva entrega creando un hilo de esperanza para los amantes del cine de terror y de los íconos ochenteros/noventeros que marcaron un antes y un después en cómo hacer cine de ese que perturba e incomóda.
¿Cuál es tu película de terror favorita?
