Acabo de terminar el tv show Bojack Horseman y tengo un hueco existencial. Seguramente escucharon esta frase de sus amigos, o de ustedes mismos, cuando finalizaron el último capítulo de la quinta temporada. Creo yo que es normal, pues esta serie tiene temas que abarcan muchos aspectos de la vida: sociedad, política, sentimientos, y deja pensado a quien la mira.
Cada uno de los 60 capítulos, divididos en cinco temporadas, trae consigo un mensaje, una reflexión sobre alguna generalidad o tema específico de cada uno. Por eso, desde mi experiencia, rescataré cinco reflexiones sobre Bojack Horseman que me dejaron pensando por muchos días.
Advertencia: puede contener algunos spoilers.
1. La industria del entretenimiento está podrida
A lo largo de los episodios, la serie hace una crítica feroz a toda la industria del entretenimiento. Ésta va desde la creación de remakes con la misma premisa que programas más viejos porque no hay ideas nuevas, hasta la formación de niñas cantantes que son explotadas para mantener el consumo y el capital (pobre Sarah Lynn).
Un momento cúspide para esta crítica es cuando Henry Fondle, robot sexual creado por Todd, es colocado como director de la empresa whattimeisitrightnow.com que financia la serie Philbert, donde participa Bojack. Esto como alusión al acoso y machismo por parte de los directivos hombres hacia las mujeres que trabajan en empresas de entretenimiento.
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2. El feminismo NO es para hombres
Bojack se hace feminista. Chale. En el episodio ‘Bojack the feminist’, dejan en claro que las voces de las mujeres sobre el tema del feminismo siempre son silenciadas por hombres, ya sea porque están en contra del tema, porque no es abordado con perspectiva de género, o porque se sienten violentados por ellas (JAJAJAJA).
Lo que debemos hacer los hombres frente al feminismo es CALLARNOS y dejar que las mujeres realicen su lucha. Sin embargo, esto no pasa: los varones creemos que tenemos que participar en todo para que sea visible, pero no es así. Esto se resume bien con una frase que le dijo Princess Carolyn a Diane cuando buscaba hacer del conocimiento público sus ideas feministas: ‘All they need to listen to women is the right voice… a man’s voice’.
3. People don’t change
Muchas críticas versan sobre la nula evolución de los personajes; que no pasa nada con ellos y continúan realizando las mismas estupideces durante todos los episodios. Sin embargo, no hay que sorprendernos: LA VIDA ES ASÍ.
La gente no cambia. Nos acostumbramos a vivir como lo hemos hecho durante muchos años, porque creemos que es la manera correcta de hacerlo. Introyectamos nuestros malos hábitos y acciones, pues pensamos que son la correcta manera de vivir.
No importa si pensamos y reflexionas sobre cada una de nuestras “malas” decisiones, seguramente no cambiaremos, y si lo hacemos, vamos a recaer en algún punto. Ya lo expresó Diane, con su largo silencio, cuando Bojack le pregunta si es una buena persona, o cuando el mismo Bojack dijo: «Eres una persona horrible y no entiendes que eres una persona horrible… Pero eso no te hace menos horrible».
Sólo pensamos (a veces), no actuamos.
4. Men are trash
Se puede esperar cualquier cosa de Bojack, pero Mr. Peanutbutter es, se podría decir, un hombre perfecto (aunque sea un perro): entiende los sentimientos de las chicas con quienes sale, no las reprime en ningún sentido, deja que hagan sus vidas. Todos los hombres aspiramos a ser como él.
PEEEEEEROOOOO no es así. Mr. Peanutbutter es el ejemplo perfecto de que men are trash por varios puntos. Es un hombre maduro que sale con mujeres cada vez más jóvenes (Pickles, su última novia, apenas pasaba de los 20 años); en ocaciones busca su bienestar encima de Diane; engaña a su novia (Pickles) y le pide matrimonio en lugar de contarle la verdad; no está seguro de lo que quiere y por eso toma decisiones intempestivas y que, casi siempre, salen mal.
5. Tu vida apesta si te identificas con Bojack
Sólo como reflexión final. Seguro nos identificamos con Bojack (yo lo hice), pero esto puede deberse a una serie de generalidades que están plasmadas en el personaje, lo cual no es excusa. Si de verdad llegaste a decir: yo soy Bojack; o actuaste/actúas como él… Ve a terapia.
No caigas en un ir y venir entre la realidad y la ficción (como él con su personaje Philbert); tampoco te escudes en tu “intelecto” o en tu “vida cool” para creerte Bojack. Reflexiona sobre tus conductas e ideas y busca ayuda, aunque no sea con algún especialista. No está bien ser Bojack Horseman. Sal del hoyo y deja de pensar. Haz algo.
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Fuente fotos: Tornante Television