Aunque parezca muy extraño, el famoso pintor Pablo Picasso estuvo en la lista de los sospechosos de ejecutar el robo de La Mona Lisa del Museo de Louvre.
El robo
El robo ocurrió el 21 de agosto de 1911. Vicenzo Peruggia, un ex empleado del museo, entró a las 7 de la mañana vistiendo un overól blanco como el que utilizaban los trabajadores de mantenimiento, descolgó el cuadro y en una escalera cercana lo desmontó de su marco y lo escondió debajo de su overól para salir sin ninguna complicación. El pintor Louis Béroud entró más tarde a la sala con el objetivo de admirar el cuadro siendo el primero que notó su ausencia y llamó a la policía.
La Mona Lisa se hizo famosa gracias al robo
El museo permaneció cerrado por una semana en lo que se realizaban las investigaciones, pero al final no se tenía ninguna información que ayudara a encontrarla. Los periódicos divulgaron la noticia y después de re abrir las puertas, la gente se arremolinaba para ver el espacio que dejó el robo. Gracias a esto, La Mona Lisa pasó de ser un simple cuadro de Leonardo Da Vinci a convertirse en el mítico retrato que millones buscan admirar día con día en el museo.
Picasso sospechoso
La policía siguió investigando y encontraron que el poeta Guillaume Apollinaire y el pintor Pablo Picasso tenían antecedentes en este tipo de robos. Cuatro años atrás, el belga Joseph Géry Piret había robado dos esculturas ibéricas del museo aprovechando que la seguridad era pésima. En esa época Picasso estaba fascinado por el arte antiguo y primitivo, razón por la cual compró las dos esculturas robadas en 50 francos. Esto se consiguió gracias a la ayuda de su amigo Apollinaire.
Después del robo de la Mona Lisa, Fernande Olivier, amante de Picasso en esa época, contó que los jóvenes quisieron deshacerse de las obras: pensaron en aventarlas al Sena pero al final Apollinaire trató de venderlas y ahí fue donde la policía lo detuvo.
Apollinaire fue interrogado y encarcelado un par de días. Picasso también fue interrogado y al final negó conocer a su amigo. Ambos salieron en libertad pues se demostró que no habían tenido nada que ver con el robo, pero la amistad nunca volvió a ser la misma.
Picasso inocente
Pero no fue hasta que La Mona Lisa fue encontrada que Picasso pudo limpiar su nombre. La pintura fue recuperada dos años y ciento once días después del robo tras la captura de Peruggia. Éste intento venderla al director de la Galleria degli Uffzi, quien alertó a las autoridades y de este modo fue recuperada. Peruggia fue condenado por el robo a un año y quince días de prisión que se le redujera a siete meses y nueve días.