Los invitaron a Londres para realizar una pieza, justo las mismas fechas que estaría Peña Nieto. Su pieza hablaba sobre los 43 desaparecidos. “…era como la no bienvenida.»
El stencil, como muchas otras formas de ilustración, es un mecanismo de expresión necesaria para muchos grupos sociales, donde se expone una crítica social o simplemente una opinión. Y no es que esta técnica naciera a partir de esta necesidad, el stencil en un solo era un mecanismo para pintar a mayor velocidad y mayor escala.
El stencil se usaba desde la era de las cavernas cuando el hombre usaba sus propias manos como plantilla de medición o para representar figuras en las cuevas; años después, esta idea mutó hasta desarrollar plantillas en plástico, madera, metal, etc., donde dichas plantillas eran perforadas en las zonas donde la pintura sería aplicada sobre algún lienzo o pared. Señales de transito o indicaciones por las calles son los usos más frecuentes del stencil como uso inicial.
Uno de los representantes que ha hecho mucho ruido en nuestro país es el ‘Colectivo Lapiztola’, formado por los diseñadores Roberto Vega y Rosario Martínez, y el arquitecto Yankel Balderas.
Durante el 2006 en el estado de Oaxaca se suscitaban luchas del entre el gobierno y maestros de varias ciudades, luchas iniciadas por la huelga que estos últimos tenían como protesta a las condiciones en las que se trabajaba y en pro de una justicia laboral. Además, se peleaba por una causas social que iba más allá de la educación, un estilo de vida digno para infinidad de familias. Estás luchas dejaban resquicios en las paredes de la infinidad de inconformidades y plegarías que tenía la gente. Fue así como nació Lapiztola.
El colectivo uso ese nombre como una muestra pacifica para protestar por una causa. Lápiz como herramienta para educación; y pistola, un juego de palabras para ejemplificar que el lápiz es su arma.
Desde la migración, el maíz transgénico y la visita no grata de Enrique Peña Nieto a Londres, el colectivo se ha caracterizado por su discurso de protesta. Situación que ha hecho voltear las miradas de simpatizantes y detractores.
Durante la presidencia de Enrique Peña Nieto, la organización Global Justice Now, en Londres, envío una invitación a la Lapiztola para realizar una pieza. Ahí, aprovecharon la ocasión para abordar el tema de los 43 desaparecidos.
“Funcionó bastante bien, porque coincidió nuestra estancia allá con la visita de Peña Nieto, entonces era como la no bienvenida.» Mencionó Rosario
Lo que un día fue intervenir paredes mediante stencil y serigrafía en pro de una causa local, hoy ha rebasado barreras y el colectivo se ha dado a conocer a nivel internacional, colaborando en una gran variedad de proyectos a nivel mundial, incluyendo: La Bienal de la Habana, Cuba, El Maíz es nuestra vida; Universidad de Michigan, Por la Sangre Derramada; Valparaíso, Chile y España, Laberinto de Miradas; Centro Cultural de la Misión, San Francisco, Más de 50.000; Museo de la Memoria Indómita, México, El Abrazo Ausente; Los Ángeles, Maíz Para La Gallina; Candyland Gallery, Estocolmo, entre otras.