La película de Bong Joon- Ho nos presenta el amor incondicional de una madre (Kim Hye-ja) que está dispuesta a hacer lo que sea necesario para probar la inocencia de su hijo Do-joon. La relación de ambos es conmovedora de principio, pero conforme avanza la trama se revelan tintes de permisividad, neurosis, ambigüedad en la relación por la falta de límites, etc.
La trama se basa esencialmente, como lo dijo el mismo Bong Joon-Ho en una entrevista, en mirar el lado oscuro de los cuidados maternos, el director quiso destacar esa parte que pocas veces se toca. “We tend to regard the maternal instinct as being wondrous, holy and noble. But there must be another, darker side to it. That’s the sort of twisted approach that I took.” (“Tendemos a considerar el instinto maternal como maravilloso, santo y noble. Pero debe haber otro lado más oscuro. Ese es el tipo de enfoque retorcido que tomé «) (Slight & Sound, 2010, p. 24)
La relación entre Do-joon y su madre se pone al límite cuando el joven es acusado del asesinato de una muchacha, el problema aquí radica en que tiene severos problemas para recordar cómo pasaron las cosas. Él estuvo en la escena del crimen, pero la memoria le falla.
Su madre realiza la investigación, contratando al mejor abogado de la región, averiguando en las calles, incluso pagándole a un bandido para sacar información a golpes a unos estudiantes conocidos de la muchacha asesinada. Es decir, la madre hace todo el trabajo que los investigadores torpes no hicieron.
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El espectador puede sentir la certeza de continuidad dramática, sin embargo, llega un punto en donde las cosas cambian, es cuando Do-joon, siendo visitado por su madre, hace un gran esfuerzo por recordar lo que sucedió esa noche, y sí, logra recordar, pero un intento de asesinato cuando él tenía cinco años.
¿Quién era la víctima? Él. ¿Quién era el perpetrador? La madre. Así es. La madre se horroriza, increpa a Do-joon, ¿cómo es que un niño tan pequeño puede recordar eso? Aquí ya vemos que esa relación cándida que se mostró en un principio se vuelca negramente en una simbiosis perversa. Ella no puede ser sin su hijo, ni su hijo puede ser sin ella.
Bong Joon-Ho hace énfasis en la posición económica de la madre, es una trabajadora herbolaria que practica acupuntura de manera clandestina. La situación de su hijo la ha orillado a situaciones que demuestran las diferencias sociales. ¿Cómo podrá solventar los gastos de un abogado tan exitoso?
El final, en verdad es doblemente inesperado, sumerge al espectador en una atmósfera de crudeza moral, el primer golpe de revés argumentativo demuestra a una madre capaz de todo, de cualquier cosa con tal de proteger a su hijo, el segundo golpe remarca la permisividad que siempre ha mantenido en su relación madre-hijo, y el último golpe, cuando se muestra lo absurdo y arbitrario del asunto.
Lo que le interesa a Bong Joon-Ho es mostrar ese lado oscuro de la maternidad, la diferencia de clases y el abuso del poder policial.
Do-joon, mantiene la trama desde la imposibilidad de comunicarse efectivamente. Sin esta dificultad, sería complicado de mantener la intriga a lo largo de la película.
Algunas obras de Bong Joon-Ho
El director de cine surcoreano ha tenido un destacado papel en el mundo del cine, el cual se ha visto reflejado en los últimos años. La película ‘Parasite’(2019) ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes y el Oscar a mejor película, siendo el primer film de habla no inglesa en ganar esa categoría.
Bong Joon-Ho sacó a la luz en 2003 ‘Memories of Murder’, basada en la historia del primer asesino en serie del país; en 2006 sacó ‘Host’, película reconocida no solamente en su país, sino a nivel internacional; en 2008 salió ‘Madeo’, la cinta de la cal acabamos de escribir. Durante algunos años fue recogiendo los frutos de su esfuerzo por medio de diversos reconocimientos, sería en 2020 que ganaría el Oscar al mejor director.
