Irena Sendler utilizó diversos métodos para salvar niños, uno de estos era colocarlos en bolsas de ataúdes y así sacarlos para posteriormente darlos en adopción en hogares temporales
Hablar del holocausto judío durante la Alemania Nazi es hablar de crueldad, sadismo y racismo; sin embargo, también aparecen conmovedoras historias como la que te contare a continuación, una historia de una valiente mujer que arriesgo su vida con tal de salvar a miles de niños judíos, víctimas del contexto histórico que les tocó vivir.
La mujer que salvó a más de 2000 niños judíos durante el holocausto lleva por nombre: Irena Sendler, nació el 15 de febrero de 1910 en Varsovia, en el seno de una familia católica, lo anterior aunado a un impecable ejemplo de su padre le permitieron a la pequeña Irena desarrollar un alto sentido por el amor, solidaridad y sobre todo respeto a otros, valores que vio desempeñar a su padre, el era un médico que murió durante la infancia de Irena a causa de tifus, contagiado por sus pacientes que tenían dicha enfermedad y eran discriminados no solo por vecinos y conocidos sino incluso por los demás médicos de la región, siendo el papá de Irena el único que les brindaba atención en los alrededores.
Al igual que su padre, Irena decidió elegir el camino de la medicina, ella como enfermera, en 1939, durante la invasión alemana a Polonia, Irena trabajaba en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia, en los comedores comunitarios de la ciudad. Un año después, con el panorama más complicado, Irena se unió al Consejo para la Ayuda de Judíos, llamado Zegota, cuya principal labor era atender a las personas contagiadas de tifus dentro del gueto judío, lo que le permitió entrar y salir del gueto, siendo clave para iniciar su titánica labor altruista.
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Irena descubrió que podría salvar a niños judíos, usando las ambulancias que usaban para trasladar a los pacientes más graves al hospital, ya en el hospital era más sencillo salvar a los niños, ya que los hospitales no tenían tanta vigilancia ni tantos guardias nazis como el gueto judío; siendo este el primer método usado para sacarlos, pronto implemento otros métodos, uno de estos era colocar a los niños en bolsas de ataúdes, para posteriormente darlos en adopción en hogares temporales de familias en su mayoría Polacas.
Irena llevaba un minucioso registro sobre cada uno de los niños rescatados, anotando el nombre de sus padres, el nombre del niño, su fecha de nacimiento, entre otros datos, con el propósito de mantener información sobre el origen de los niños, así como su paradero, para el posterior reencuentro con sus padres; sin embargo, gran cantidad de los padres no sobrevivían al holocausto judío y los hogares temporales de los niños de volvían hogares permanentes.
El 20 de octubre de 1943 Irena fue detenida y llevada a prisión por la Gestapo, fue sometida a terribles torturas a manos nazis, sin embargo, ella no dijo ni una sola palabra sobre el paradero de los niños, fue condenada a muerte, pero con la ayuda de un soldado Nazi, pudo escapar de prisión y anotaron su nombre en la lista de ejecutados, posteriormente Irena sobrevivió a la guerra con ayuda de un nombre falso.
Irena entrego los registros de los niños judíos al Comité de Salvamento de los judíos supervivientes, dichos se encontraban enterrados en su jardín, posterior a su entrega, Irena se casó y tuvo tres hijos, tuvo una vida tranquila y anónima hasta que décadas después fue publicada una foto suya en los periódicos reconociendo su hazaña, siendo reconocida por miles de hombres y mujeres que recordaban la cara de la mujer que les salvo la vida, estos hombres y mujeres eran los niños judíos que habia salvado Irena Sendler.
Irena Sendler salvo aproximadamente a 2,500 niños judíos del gueto de Varsovia lo que le valió para que le otorgaran la Orden del Águila Blanca de Polonia, el título de Justa entre las Naciones de organización Yad Vashem de Jerusalén y su candidatura al Premio Nobel de la Paz del 2007, tan solo un año después, el 12 de mayo de 2008 falleció a la edad de 98 años.