Cuando Netflix lanzo al público el primer trailer de la película ‘El Diablo a todas horas’, casi la mayoría se fijo en el por la variedad de actores que tenía dentro del reparto y mas aun por que el trailer parecía hacer énfasis en los actores Robert Pattinson y Tom Holland.
Pero ‘El Diablo a todas horas’ tenía las de perder, ya que el público tenía en la mente que se iba a tratar de una película mas de asesinos cuyos actos los cometen en algún lugar perdido de los EU, cosa que no fue así y terminó por impactar a la audiencia con una historia mucho más profunda que te deja pensando si la ves más de dos veces.
Pueblo chico, infierno grande
La trama se desarrolla en el pueblo de Knockemstiff en Ohio, en donde a través de una voz en off la cual es la del escritor Donald Ray Pollock, hace una pequeña introducción de lo que estamos a punto de ver.
Al inicio de la película se nos presentan a cada uno de los personajes en un ambiente entre la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam. En este viaje se muestran a soldados regresando a sus hogares tras haber luchado en la guerra, en ella aparece en escena el soldado Willard Russell, quien aunque al principio se nota relajado y feliz por tener un retorno afortunado a casa, nos vamos dando cuenta después de que tiene traumas enormes que conforme va pasando el tiempo van cobrando factura hasta tener un trágico y horrible desenlace para él y los suyos.
[Te puede interesar ‘El Marqués de Sade, ¿erótico, perverso o siniestro?’]
Los personajes y el ambiente se desarrollan detrás de un telón de religión que al principio parece inofensivo, pero conforme las escenas avanzan esta se torna un tanto oscura, mostrando a los pobladores rodeados de un conjunto de creencias que hacen que terminen corrompiendo la moral.
Algunos de ellos llegan a rayar dentro del fanatismo, otros son buenas personas que tienen fe en un ser superior y solo buscan hacer el bien, mientras que otros al ver que no hay ninguna fuerza superior que los guíe, terminan por desmoronarse y perder la fe.
Pero cada uno de ellos con fe o sin ella, se van tejiendo diferentes personajes, algunos perversos, otros llenos de culpa, algunos se muestras violentos, otros tantos cometen abusos y derraman sangre en nombre de Dios.
Otra de las cosas en común que tienen todos los personajes, es que al principio parecen ser ajenos uno del otro, ¡SPOILER! cosa que no es así. Asimismo también comparten el hecho de estar condenados por un pasado que no les pertenece, y que cargan y viven como si fuera suyo.
Por otro lado las continuas escenas de ‘El Diablo ha todas horas’ son difíciles de dejar de ver, a pesar de que a veces se puede adivinar que es lo que pasará, lo que hace que la audiencia quede hipnotizada conforme los relatos van suscitando.
Un narrativa alarmante
Con esta película el guionista, productor y director Antonio Campos se gana un lugar por mejor película, al tener una narrativa inquietante, densa y dramática que golpea sin previo aviso en la cara del espectador, al ponerlo de frente con lo peor de de la sociedad, la cual no es mucho mejor por ser religiosa y solo logra reflejar el lado más oscuro de la naturaleza humana.
En cuanto a las actuaciones estas son perfectas y bien pulidas, pero de las que mas impresionaron fueron las de Tom Holland que al hacer el papel de su personaje Arvin, logra despegarse de su semblante infantil que tanto lo caracteriza en Spiderman.
Lo mismo sucedió para el actor Robert Pattinson, en donde la audiencia se vio sorprendida al ver que Pattinson ya no era mas el vampiro seductor de Crepúsculo y ahora da señas de que puede hacer cualquier personaje que se le ponga enfrente, incluso llegar a interpretar el personaje de un predicador pervertido, que logra ser tan despreciable y asqueroso.
Juntos estos dos actores forman una de las mejores escenas de la película, ¡SPOILER! en donde convierten una pulcra iglesia en un antro decadente.