Un día como hoy, pero de hace 49 años; Paul McCartney, su esposa y la banda Wings lanzaron el sencillo ‘Give Ireland back to Irish’; la letra fue tan osada que la cadena BBC la prohibió en los distintos medios del país. Sin embargo, esta censura le dio mucha más popularidad de la esperada.
Siendo una rola que habla del conflicto sociopolítico Bloody Sunday, fue posicionada en el TOP 20 de las listas británicas y tiene el lugar 21 en la revista Billboard Hot 100. Entre los problemas que ‘Give Ireland back to Irish’ trajo a McCartney se encuentra la acusación por parte del gobierno británico de pertenecer a IRA, un grupo paramilitar radical que exigía la independencia irlandesa del yugo de Reino Unido. Además de haber sido duramente juzgado por la crítica musical que aseguraba había utilizado la tragedia para hacerse fama. Incluso en el 2001 para evitar ser relacionado con un supuesto atentado en ese año, omitió el sencillo en el álbum ‘Wingspan’.
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“No me gustan las canciones de protesta, John había hecho eso, pero esta vez sentí que tenía que escribir algo; usar mi arte para protestar.” (McCartney, 1972).
Pero, ¿qué fue el Bloody Sunday? La historia comienza con colectivo de jóvenes irlandeses habían protestado por meses en contra de la represión del Gobierno Unionista de Irlanda del Norte, a favor de los derechos de la mujer y el encarcelamiento sin juicio de los posibles miembros de IRA. El domingo 30 de enero de 1972 se organizó una manifestación pacífica, aunque sin permiso de las autoridades.
En determinado momento, algunos manifestantes comenzaron a lanzar piedras; los soldados que desde el inicio se encontraban rodeando el sitio, respondieron con agua a presión. Minutos después llegaron tanques y abrieron fuego contra las 15 mil personas que se encontraban ahí.
El resultado fue de 14 víctimas mortales, todas ellas con heridas de bala en la espalda; años después se comprobó que les habían disparado mientras ayudaban a los heridos o sacudían pañuelos blancos en son de paz. La consecuencia de este trágico evento fue la disolución del Parlamento de Belfast, los incendios de las embajadas británicas en Dublín e Irlanda del Norte y una serie de violentas rebeliones que acabaron con la vida de 3200 personas.
“And he dreams of God and country, and he´s feeling really bad; and he´s sitting in a prison…”/“Y él sueña con Dios y el país, se siente muy mal; él está sentado en una prisión…” (Give Ireland back to Irish, 1972).
La historia termina en 2010 cuando el primer ministro, David Cameron, reconoció que los soldados abrieron fuego tras la señal de “advertencia” de algún oficial y no como se había defendido por años; que un manifestante lanzó el primer disparo. En esa misma conferencia ofreció una disculpa pública a las familias de los jóvenes.
Aunque ‘Give Ireland back to Irish’ representó el grito desesperado de miles de jóvenes cansados de las injusticias; también debemos mencionar al sencillo ‘Sunday, bloody Sunday’ de la banda irlandesa U2; ésta narra los hechos del Bloody Sunday desde los ojos de un testigo. La revista Rolling Stone la colocó en el puesto número 268 de las 500 mejores canciones de todos los tiempos.
“Wipe the tears from your eyes, wipe your tears away; wipe your blood shot eyes.”/”Seca las lágrimas de tus ojos, límpiate las lágrimas; seca tus ojos inyectados de sangre.” (Sunday, bloody sunday, 1983).
No podemos negar que la música es un arma poderosísima; por una parte, nos alegra, mueve nuestro ser y acompaña en los días de sol, pero también ha tenido el poder de dar voz a los silenciados; de perpetuar aquellos actos que deberían avergonzarnos como seres humanos. La música nos atraviesa; llega al alma.
Que no desaparezcan esos cantantes valientes; que se atreven a señalar las injusticias. Que jamás se acaben las personas que sueñan y cada día ponen su granito de arena para crear una sociedad mejor para todos. Espero el día en que no sea necesaria la música como medio para denunciar el sometimiento de los gobiernos a sus pueblos. Que se cante al amor y a la libertad, no a la violencia. Hasta la próxima.
“La música puede cambiar al mundo porque puede cambiar a las personas.” (Bono).