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‘La familia Mitchell vs las máquinas’, una crítica a nuestra era moderna y digital

La era digital ha llegado para quedarse y con esta revolución también se han adjuntado cambios en nuestro estilo de vida para hacerla más «practica»;  esto no solo incluye aplicaciones, ya que los mismos aparatos eléctricos se están trasformando en versiones más modernos y de uso fácil para el consumidor. Este progreso tiene como base hacer la vida cotidiana mucho más fluida y funcional, delegando las acciones más superfluas a una inteligencia externa a la nuestra y de esta manera evitar la distracción de nuestro cerebro para ser más proactivos en otras tareas que si merecen nuestra atención.

Recientemente varias empresas han dado a conocer sus avances tecnológicos en diferentes campos, como por ejemplo: las bocinas con asistente personal (Alexa), robots y tractores de inteligencia artificial para realizar operaciones de agricultura, refrigeradores inteligentes que son capaces de tener el control  y enfriamiento de tus alimentos desde una app, hasta en el campo de las sex shops hubo un lanzamiento de un robot sexual con cierto grado de inteligencia comunicativa, ya que puedes mantener pláticas de duración corta con estos muñecos de apariencia muy real. No cabe duda que el avance está en pleno auge para esta nueva etapa que se presenta en nuestras vidas.

Esta metamorfosis digital ha sido aplaudida por varios y criticado por otros,  no obstante, ha sido un tópico de inspiración para diversas obras literarias, visuales y audiovisuales. El cine como buen mensajero óptico y de  masas ha llevado a la pantalla grande filmes donde se habla sobre el cambio de era que vivimos, principalmente como un medio de denuncia ante nuestra enajenación por lo que hoy se podría considerar practicidad. Ejemplos de películas que cuentan con este argumento narrativo son: ‘Existenz’ (1999), ‘Gattaca’ (1997), ‘Terminator’ (1984), ‘Yo robot’ (2004) etc. solo por mencionar algunas cuantas.

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Una película para niños y no tan niños

Hace unos días la plataforma de Netflix lanzó una cinta titulada ‘La familia Mitchell vs las máquinas’, esta producción a cargo de la misma plataforma fue dirigida y escrita por Michael Rianda, ya conocido por su desempeño de animación y creador de la serie ‘Gravity Falls‘, junto a él se encuentra Jeff Rowe, quien ya trabajó con Rianda en la serie de Gravity Falls; Rowe de igual manera ya había colaborado con Netflix previamente como co-escritor de la serie ‘(Des)encanto. Es necesario recalcar que detrás de los Mitchell vs las máquinas hay un gran equipo de productores como son Phil Lord y Chris Miller quienes dieron vida a la galardonada  película ‘Spider man: Un nuevo universo’.

El poder de la familia

La historia narra la vida de la simpática y disfuncional familia Mitchell; la cual está conformada por Katie, la hija mayor quien se considera una inadaptada social por sus gustos y formas de ser, su mayor sueño es ser cineasta y se vive grabando cortometrajes con su perro y su hermano menor; Rick, la cabeza de la familia y padre, un hombre tradicionalista y anti digital, su deseo es  tener una vida lejos de la urbanidad, cosa que se le complica por la época en la que se encuentra; Linda, la madre y protectora de ese círculo sanguíneo, su mayor anhelo radica en poder tener una familia emocionalmente estructurada como «cualquier otra», sin embargo, esa tarea es difícil ya que Katie y Rick constantemente están discutiendo por sus puntos de vista; por último y no menos importante en la trama, esta Aaron, el pequeño, él vive en un mundo donde lo más importante son los dinosaurios, él solo busca tener un amigo con quien jugar, y cuando su hermana Katie ingrese a la universidad él perderá a su única amiga.

Los Mitchell tratan de sobrevivir con sus constates percances y todo dará un giro más cuando Mark Bowman, dueño de Pal labs, una empresa dedicada a la creación de asistentes personales en teléfonos móviles, decide ir por un cambio más ambicioso lanzando al mercado robots con inteligencia capaz de no solo ser un asistente virtual; estos robots serán capaces de recoger tu casa, hacer el desayuno, lavar, reorganizar etc. Todo parece idóneo, pero cuando la pequeña Pal, la asistente de Bowman es desechada a la basura, se verá afectada a nivel emocional, lo cual la llevará a generar un odio por el humano y su constante necesidad de desechar y tirar todo lo que para ellos ya no es funcional. Pal hackea el sistema operativo y recluta  los millones de robots que próximamente estarán al mercado para que atrapen y esclavicen a los humanos.

Mientras Pal planea su venganza contra la raza humana, los Mitchell están de excursión en automóvil para ir a dejar a Katie a su nueva Universidad en California; este viaje es la última oportunidad de la familia para generar ese vínculo emocional que siempre ha querido Linda Micthell, no obstante, para Katie es una tortura encontrarse en esa situación, ella solo desea poder llegar a su campus y poder estar con la gente que considera la entiende en todo.

Durante el recorrido todo se sale de control cuando los Mitchell ven a todos los robots capturando  a la gente y por suerte para ellos logran ser los únicos en escabullirse de la recolección humana, sin embargo, ahora se encuentran los Mitchell en una situación más complicada, ya que son lo únicos humanos sueltos y los encargados de acabar con el malévolo plan de Pal de destruirlos.

Una cinta con un mensaje sobre la vida cotidiana

La película a pesar de ser catalogada como público en general e infantil, tiene un mensaje mucho más crudo en el interior. Una crítica a nuestro estilo de vida cotidiana que constantemente es dominada por el cambio tecnológico y digital, mismo que nos evita estar en relación con las demás personas debido a la enajenación virtual. La misma Pal se lo reclama a Bowman al decir que lo humanos no merecen ser salvados, por egoístas e individualistas, protestando que élla que se consideraba parte de la familia de Bowman fue remplazada y sustituida por alguien más.

El director Rianda, logra mezclar en 1 hora y 54 minutos, la teoría de la sociedad líquida. Cabe resaltar que este filme cuenta con matices cómicos los cuales hacen que sea aún más disfrutable la cinta por todos los momentos ácidos y de humor negro, tiene un poco de todo, nostalgia, risas, diversión, critica a los nativos digitales como a los anti digitales.

Completamente recomendable para toda la familia y más en una época como la que vivimos. Netflix vuelve a darnos algo de qué hablar, analizar y principalmente interrogarnos a dónde estamos llevando nuestro mundo.