El ser humano, aunque prefiera olvidarlo, forma parte del reino animal. Así, el homo sapies y también el homo sapiens sapiens son mamíferos, que a través de sus capacidades mentales ha desarrollado un discurso antropocéntrico, donde se han colocado en la cúspide de la escala evolutiva y de la cadena alimenticia. Sin embargo, esto no evita que esta especie forme parte del orden de los primates pertenecientes a la familia de los homínidos.
En este tenor, el historiador Harari Noah Yuval en su obra Sapiens. De animales a dioses: una breve historia de la humanidad, señaló que es una idea equivocada el pensar que la evolución de homo sapiens es lineal, coexistieron diversas subespecies y fue esta la que logró imponerse sobre los otros homínidos. Si bien esta verdad continúa incomodando a los humanos modernos, estos encontraron otras formas para hablar de su especie con características de diversos animales.
Los hombres lobo lograron cautivar a la audiencia primero en novelas y cuentos cortos, para dar el salto a la gran pantalla y a las series de televisión. Sin embargo, su origen es extremadamente antiguo. Acompáñanos en esta aventura donde nos integraremos con una manada y si bien el macho alfa nos ha dado permiso para acercarnos procura no molestar a los miembros, no queremos que nadie acabe devorado o peor aún, aullando a la luz de la Luna.
El origen del monstruo
La leyenda del hombre lobo es una de las más extendidas alrededor del mundo. Prácticamente, todas las sociedades tradicionales tienen alguna historia de personas que pueden cambiar de forma y entre esas, aquellos que pueden mutar en lobo son los más populares. Por ello, quienes han realizado aproximaciones antropológicas de estos seres señalan, en la mayoría de los casos, que es prácticamente imposible rastrear el origen de esta leyenda.
A pesar de esto, existe cierto consenso sobre el primer hombre lobo. Dentro de la mitología griega, Licaón —rey de Arcadia— es quien consigue ese título. Este hombre era conocido por su inteligencia y religiosidad, elementos que le ayudaron para sacar a sus súbditos de la vida salvaje. Además, fundó la ciudad de Licosura, en donde erigió un altar para Zeus.
Su vida probablemente había seguido sin complicaciones, pero el destino tenía otros planes para él. Rápidamente su religiosidad se deterioro y comenzó a realizar sacrificios humanos a los dioses. Los rumores sobre su persona crecieron tanto que llegó a decirse que sacrificaba a cualquier extranjero que llegara a su isla, rompiendo con ello la sagrada hospitalidad.
Por tal motivo, el padre de los dioses bajo del Olimpo disfrazado de mendigo, para corroborar las historias. Licaón no descubrió quien era en realidad su invitado y le ofreció como alimento carne de una de sus víctimas cocinada. Zeus, viendo a través del engaño montó en cólera y lo convirtió en lobo, para después reducir a cenizas el lugar que había sido testigo de tanta maldad. Los hijos del ahora lobo sufrieron un destino similar.
Esta historia resulta interesante por diversas cuestiones. En primer lugar, porque hasta entrado el período gótico, el hombre lobo es sólo una víctima de sus circunstancias, presa de una maldición cuyo origen desconoce. Incluso durante el inicio de la Edad Media, los hombres que sufrían esta transformación involuntaria en ocasiones eran traicionados por sus esposas: eran ellas quienes escondían la ropa del hombre lobo para que no pudiera regresar a su forma humana, condenando a sus cónyuges a vagar por los bosques con la forma de lobo, pero con conciencia humana.
Como segundo punto, destaca que aún no nos enfrentamos a esos terriblemente ágiles y fuertes hombres lobo que caminan en dos patas. Esta imagen del monstruo se desarrollará varios siglos después, principalmente en trabajos cinematográficos. En este primer momento la transformación ocurría de manera espontánea o al colocarse una piel de lobo encima.
Sin embargo, también se hace referencia a personas que pueden cambiar a esta forma por voluntad propia. El poeta romano Virgilio en su octava Égogla narra como una persona se convierte en lobo al ingerir ciertas hierbas. Esta idea será la que se popularice con el pasar del tiempo. Cabe resaltar que se creía que los hombres lobo morían cuando se les cortaba la cabeza y se les extraía el corazón.
Las fases del hombre lobo
El hombre lobo moderno tuvo su auge a partir de 1900, momento en que sale de Europa para cazar por todo el mundo. En 1941 el alemán Curt Siodmak escribió ‘The Werewolf’, guión para una futura película, momento en que comienza a dibujarse el hombre lobo que ha llegado hasta nuestros días. De acuerdo con Stefan Dziemianowicz en ‘The Werewolf’—capítulo de Icons of Horror and the Supernatural: an Encyclopedia of Our Worst Nightmares— desde el trabajo de Siodmak se tiene la idea del:
«Hombre lobo como una víctima que, una vez mordido en su forma humana por otro hombre lobo, cambiaba a su forma animal durante las noches de luna llena. La persona que sufre esta condición no es consciente de su transformación, o al menos, de su comportamiento durante su transformación. Como hombre lobo su único propósito es matar otras criaturas, especialmente otros humanos, aunque no necesariamente con fines alimenticios. Cualquier herida que sufra mientras esta transformado seguirá existiendo una vez que regrese a su forma original. Esta criatura puede ser asesinada si se le dispara una bala de plata y una vez muerto regresará a su forma humana.»
Si bien algunos elementos persisten, el hombre lobo continúo con una rápida evolución. Así, a través de todas las artes los trabajos se dividieron en los que prentenden explicar esta figura a través de sus características psicológicas, los que lo emplearon como un símbolo de identidad racial y política, el hombre lobo emanado de la ciencia ficción, los primeros acercamientos feministas al tema con el surgimiento de las mujeres lobo y, por supuesto, el lobo de la gran pantalla. La mayor parte de estos elementos se conjugan en los hombres lobo que podemos ver en 2019.
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Aullidos en la cultura popular
La figura del hombre lobo es de las más queridas en la cultura popular. A lo largo de este texto ya se han mencionado algunos libros y películas que contienen a este monstruo. Por ello, únicamente nos centraremos en producciones recientes u otras formas de expresión que no han sido abordadas hasta este momento, por ejemplo, la música.
En dicho ámbito destaca el grupo español La Unión, quien en 1984 regaló al mundo la canción ‘Lobo-hombre en París’, como parte de su álbum debut: Mil siluetas. Esta canción se basa el cuento Le loup garou (El lobo-hombre) escrito por Boris Vian en 1947. En ambos trabajos nos adentramos a la vida de Denisse, quien vaga por la capital francesa convertido en este monstruo. La obra de Mil Siluetas se volvió tan popular que existe más de un cover realizado en Latinoamérica y la revista Rolling Stone incluyo esta canción en el puesto 61 de Las 200 mejores canciones del pop-rock en español.
Ahora, si nos vamos a la industria cinematográfica, los hombres lobo se convirtieron en objeto de deseo e interés amoroso cuando el actor Taylor Lautner interpretó a uno de estos seres en la saga Crepúsculo. Sin embargo, esta no es la primera vez que un hombre lobo adolescente se convierte en una estrella del cine. En 1957 Michael Landon encarnó a este monstruo en uno de los mayores éxitos taquilleros de la época: Yo fui un hombre lobo adolescente.
Ahora, respecto al universo de las series de televisión, la más conocida en el continente americano es Teen Wolf, la cual esta basada en la película homónima de 1985. Con seis temporadas y 100 episodios, la serie presentó una vez más a esta mítica figura durante sus años de adolescencia, la cual, además de llevar los dramas comunes de su edad, debe luchar con otros seres sobrenaturales. Pero, si lo que ustedes están buscando es una serie de hombres lobo con tintes policíacos no duden en revisar Hemlock Grove, donde un lobo-hombre gitano busca al responsable del asesinato de una joven, crimen por el cual es culpado.
Pero ¿por qué nos sigue fascinando este monstruo que forma parte del folclore de prácticamente todas las culturas? La respuesta, de acuerdo con Stefan Dziemianowicz se encuentra en las interpretaciones psicológicas del monstruo:
«El hombre lobo es único entre sus pares, pues es el único que es humano e inhumano al mismo tiempo. Por ello, algunos escritores eligen representar las actividades predatorias de este ser como una extensión o exageración del comportamiento humano […] La naturaleza dividida del monstruo ha sido usada en la ficción de terror como un símbolo para una variedad de condiciones psicológicas: desde el asesino serial sociópata, pasando por el delirio psicótico, la doble personalidad y el trastorno de personalidad múltiple.»
Por ello, parece que los hombres lobos nos seguirán acompañando por mucho tiempo durante estas fechas. Y es que este monstruo es el que más sirve para explicar a los seres humanos y los fenómenos actuales, en donde el sentido de comunidad se pierde cada vez más y encontramos a seres lobos en busca de una manada. ¿Tienes alguna lobuna recomendación? Compártela en los comentarios.