De los años 60 a los 80 la Unión Soviética mantenía una guerra latente con Estados Unidos por el poder comercial a nivel mundial. Durante la historia El Comunismo, su régimen político, siempre fue presumido al mundo como el sistema de gobierno perfecto, donde todos vivían en armonía y trabajaban por el bien común del Estado.
El ese sistema de gobierno los habitantes eran entrenados a trabajar por la nación, por ende, su compromiso era integro y sí, durante muchos años sí mantuvo esa competencia latente y muy pareja con E.U., pero tal forma de trabajo siempre estaba en la cuerda floja por la explotación.
Como resultado, los trabajadores de la URSS caían en el abuso del alcohol como forma de salida; se convirtió en una de las principales causas de muerte, ausentismo y baja productividad laboral. Un problema que el gobierno trató de combatir con varias campañas contra el alcohol.
Como parte de una estrategia del gobierno por combatir esa adicción, se encargó a varios diseñadores la creación de carteles de propaganda para advertir al público sobre los peligros del consumo excesivo de alcohol. Algunos de los mensajes son demasiado directos, sugestivos y otros metafóricos. Lo que es verdad es que el diseño y la comunicación se convirtió en afiches históricos del diseño gráfico y un recuerdo del carácter impositivo por cambiar las reglas en la sociedad por parte de la Unión Soviética.