Cao Hui es un artista taiwanés que ha dado mucho de que hablar con su exposición ‘Visual Temperature’. Y aunque parecieran elementos meramente gore o grotescos, él tiene una justificación para lo que se ve y lo que se percibe en su obra.
Muchos son los discursos alrededor de lo que comemos, lo que consumimos, la forma en que los animales mismos forman parte de nuestra necesidad de alimento y vestimenta. La mayoría de las veces estamos ajenos a el cómo se consigue la carne que comemos o el abrigo que vestimos. Lo vemos al día en las carnicerías o en los mercado, sin embargo, la obra de Hui muestra (supuestamente) esa carne al intemperie y aquí sí es incómoda o de mal gusto. Olvidamos la composición con lo que está hecho todo lo que nos rodea.
La reflexión no está sostenida en los seres vivos que están hechos de carne, sino en lo cotidiano que no tiene carne, pero sin embargo cambiaría nuestra forma de verlos si así lo fuera. El autoengaño es de importancia primordial en la que cree firmemente que la superficie de algo es tan importante como el interior: exhibe de manera realista y honesta el tejido y la grasa de la piel de una manera que desencadena intriga.
Evidentemente no es carne lo que usa, sino resinas y fibras que crean esa ilusión hiperrealista.
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