Un pequeño niño de tres años en Guadalajara, Jalisco, se despierta a mitad de la noche. La vejiga le arde, necesita ir al baño. Sin embargo, se queda pensando si puede esperar hasta el amanecer: se da cuenta de que esto no será posible. Sabe que tiene que llegar al baño, pues si llega a orinarse en la cama su madre lo castigará. Entonces, esperando que no estén ahí se levanta; los ve agazapados en los rincones, en las sombras e incluso en los pasillos; monstruos por todas partes. Sin embargo, en esta ocasión decide negociar con ellos.
Las palabras que salen de la boca del futuro cineasta y escritor mexicano son más o menos las siguientes: «Si me dejan ir a orinar seré su amigo toda la vida». Los monstruos aceptaron el trato y con el paso de los años se convertirán en amigos de la persona que develará sus secretos, diseccionará sus cuerpos y llevará sus historias a la pantalla grande.
Podemos decir que este trato celebrado hace poco más de 50 años revolucionó el terror, especialmente a la figura del monstruo. La última entrega del Especial del Terror Crea Cuervos antes del evento final reúne al mundo del cine, el arte y homenaje a las grandes personalidades del terror. Llegó el momento de hablar sobre el amigo y reinventor de los monstruos: Guillermo del Toro.
El mexicano que incursiona en el terror
El 9 de octubre de 1964 nació en Guadalajara el hijo del matrimonio de Federico del Toro Torres y Guadalupe Gómez: Guillermo del Toro. Este niño era constantemente espantado por su hermano mayor-con quien además veía el programa ‘El mutante’- lo que ocasionó que sufriera sueños/pesadillas lúcidas. Con el paso del tiempo, estos primeros miedos serían el motor para que el jalisciense comenzará a incursionar en diferentes ámbitos del arte.
Heredero de Poe y Lovecraft, amén de apreciador y King, este mexicano ha aterrorizado al mundo desde que tenía ocho años, momento en que comenzó a experimentar con la cámara Super 8 de su papá. Y que mejor manera de conmemorar estas fechas que recordando algunos de los episodios de la vida de este artista.
- Prolífica producción inicial. El futuro ganador del premio de la Academia realizó diez cortometrajes antes de su debut oficial. Los que se encuentran disponibles para el público son ‘Doña Lupe’y ‘Geometría’, aunque el originario de Guadalajara ha mencionado que uno de sus primeros trabajos incluía la historia de una papa asesina que tenía sueños de dominio total del mundo; este tubérculo (asesino en serie) mataba a la madre y los hermanos de Guillermo antes de que lograran escapar en su auto. Posteriormente participaría en la serie ‘La Hora Marcada’, de la cual escribió cuatro episodios y dirigió cinco. Ahí mismo conoció a su amigo Alfonso Cuarón.
- Una persona emprendedora. En más de una ocasión del Toro se ha enfrentado a cancelación de proyectos, especialmente por cuestiones financieras: las empresas y compañías consideran que la inversión en producción es muy alta y la recuperación del dinero no esta asegurada. Por ello, en sus inicios creó su propia compañía de maquillaje y efectos cinematográficos: Necropia. Además, formó su propia compañía productora en 1998 (en colaboración con Cuarón, además de Laura Esquivel, Berta Navarro y Rosa Bosch): Tequila Gang.
- Maestro del maquillaje y los efectos especiales. Guillermo del Toro escribe sobre monstruos de manera increíble. Sin embargo, también es de los pocos directores que logran presentar criaturas aterradoras en la gran pantalla. Lo anterior se debe a que se formó como maquillista y especialista de efectos especiales con Dick Smith; actividad que desempeñó durante diez años. No es extraño que con estos antecedentes sea exigente en su trabajo. Por ejemplo, tardó tres años en el diseño del monstruo anfibio de ‘La forma del agua’.
- De religión y otros terribles temas. El director no teme en afirmar que fue criado en una familia católica en exceso; sin embargo, la primera aproximación corpórea al terror la conocería de la mano de su abuela. Ella lo espantaba diciéndole que «tenía que pagar por sus pecados, de lo contrario sería envuelto en llamas». Para librarlo del pecado, su abuela le metía chapas de botellas en los zapatos, pues al sangrar pagaba con su dolor a Jesús. Tal vez ese es el motivo por el que la religión y sus elementos son tema en sus obras. Además, se describe como agnóstico, aunque él tiene una propia amalgama de creencias y se declara admirador de la filosofía china tao.
- Crítica social a través del séptimo arte. A pesar de que existan sectores que se esfuercen en negarlo, cualquier expresión artística tiene un trasfondo y/o mensaje político. Guillermo del Toro, consciente de esta situación, ha decidido representar en sus trabajos a la otredad y las minorías. Los oprimidos (como las mujeres), los invisibilizados (como la comunidad sexodiversa) y los violentados (como los afro), encuentran no sólo un espacio, sino representación positiva en sus cintas. Cuando se le ha cuestionado el motivo por el que aborda estos temas ha declarado que como mexicano el forma parte de la otredad en la Unión Americana. En corto, un director consciente del cambio que puede hacer la industria cinematográfica.
- Orgulloso de ser mexicano. A pesar de que sólo filmó en México su ópera prima ‘La invención de Cronos’ (1993), pues durante esa década se exilió en Estados Unidos por el mal sabor de boca que le dejó el secuestro de su padre, del Toro está orgulloso de ser mexicano. Ha declarado que en vez de conflictos y violencia, él es hijo de los grandes referentes culturales y que los mexicanos tenemos mucho que decir y contar. Es ya icónica y motivo de orgullo nacional la respuesta que dio en 2018 tras ganar el Globo de Oro al Mejor Director cuando le preguntaron cómo encuentra el balance entre explorar la parte oscura de la naturaleza humana en sus trabajos y ser una persona alegre y amorosa: «Porque soy mexicano». Y este mexicano, orgullo de serlo, apoya el talento nacional ya sea brindando becas a los futuros cineastas o apoyando a estudiantes de educación básica con pasajes de avión para poder participar en encuentros internacionales.
Los monstruos más populares de Guillermo del Toro
Este artista, querido por su talento y su calidad humana, ha regalado al mundo seres monstruosos que se han hecho lugar en el corazón de miles de personas. En esta ocasión, presentamos creaciones de del Toro que desde aquí nos parecen como los más populares -ya sea por agradables o aterradoras- y que apostamos influirán en futuros trabajos del género.
- The Jangly Man, de ‘Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad’ (2019). Durante toda la película se siente la influencia de Guillermo del Toro en la creación de los monstruos y si bien Pale Lady es perturbadora, es imposible escapar de ella y su sonrisa incomoda al espectador, Jangly Man (Troy James) sabe cómo espantar a la audiencia. Desde su entrada triunfal, en donde la cabeza rueda por la chimenea (y posteriormente caen sus demás miembros), su macabro ensamblaje y su forma antinatural de moverse, esta monstruo promete más de una noche de insomnio.
- El hombre anfibio, de ‘La forma del agua’ (2017). Inspirado en el monstruo de la laguna negra, este ser se ganó el corazón de la gente y de la Academia. Este trabajo le dio a del Toro el Oscar a mejor película y mejor director, más que merecido por un guion excepcional. Las expresiones del hombre anfibio hacen que empaticemos casi al instante con él, y si bien parece adorable la mayor parte del tiempo, casi en las últimas tomas demuestra que es capaz de asesinar seres humanos con una velocidad y fiereza impresionantes.
- El hombre pálido, de ‘El Laberinto del Fauno’ (2006). Nuestro favorito de este listado. La película esta llena de referencias magistrales, y con la Guerra Civil Española de fondo, nos adentramos a un mundo de fantasía bastante oscuro. El fauno es interesante, pero el hombre pálido (Doug Jones en ambos casos) en una corta secuencia causa pánico total. Si ya inmóvil y sentado se ve impactante, especialmente por su aspecto carnoso, al momento de colocarse los ojos en las palmas de las manos causa verdadero terror, eso sin olvidar que mastica a las pobres hadas. Sin lugar a duda, los jóvenes aspirantes a crear monstruos deben tomar notas de este espantoso ser.
Lo más interesante de los monstruos de Guillermo del Toro es que son extremadamente humanos. Encarnan desde miedos del ser humano hasta sectores marginados. En este tenor, el jalisciense, quien se declara escéptico de los fenómenos paranormales, ha logrado presentar aproximaciones antropológicas de los monstruos que demuestran que esos otros seres tienen mucho en común con nosotros, los humanos.
El redescubrimiento del monstruo o los aportes de Guillermo del Toro
El legado de Guillermo del Toro es extremadamente diverso. Indudablemente ha revolucionado el maquillaje y los efectos especiales en el cine: sus monstruos -diseccionados en más de una ocasión en sus cuadernos de notas- son de una precisión impresionante. Y es que su mismo creador ha señalado que su amor hacia la biología le motivó a interesarse en el funcionamiento de los seres que atormentaron sus primeros años de vida.
En esta misma línea, el mundo de la fantasía y la ciencia ficción tienen en este hombre a uno de sus máximos exponentes. Las historias que él cuenta son aproximaciones desde otros ángulos a monstruos y cuentos que se sentían como extremadamente conocidos. Por ejemplo, en el Festival Sitges comentó que ‘La forma del agua’ tiene todos los elementos para ser considerada una historia de terror pero que la trama está contada desde otro ángulo y poniendo el énfasis en personajes -encarnación de colectivos, grupos y sectores- que han sido invisibilizados y oprimidos históricamente.
Y es que la ingeniosa crítica de Guillermo del Toro es algo que diversos cineastas quisieran poder plasmar en su trabajo. En ‘Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad’, vemos como las historias, rumores incluidos, pueden hacer daño a las personas. A diferencia de las creaciones de Sarah Bellows, que son detenidas por su creadora, la historia del presidente Nixon sobre la Guerra de Vietnam -tema latente y de fondo durante toda la cinta- hará daño a más de una generación de estadounidenses por no ser parada a tiempo. Sobre la interpretación de su trabajo se puede decir mucho, pero dejaremos que los críticos de cine continúen con los análisis.
Ahora, es momento de reconocer como reinventó a los monstruos. El caso más claro es el del vampiro: en ‘La invención de Cronos’, a pesar de que nunca se emplea la palabra vampiro o se hace referencia a las características clásicas de este ser, es más que evidente que estamos viendo la historia de uno que no encuentra la inmortalidad tan atractiva. Siguiendo con sus aportes a este monstruo, destaca el desarrollo de este personaje en la ‘Trilogía de la Oscuridad: Nocturna, Oscura y Eterna’, escritos en coautoría con Chuck Hogan.
En dichas novelas podemos apreciar que, a diferencia de la tradicional mordida que convierte a los seres humanos en vampiros, en esta ocasión es un virus lo que transforma a la gente en este monstruo. Por si esto fuera poco, en 2014 se realizó una adaptación de estos textos para la televisión; el resultado: la serie ‘The Strain’. Apostamos que será un referente en el futuro del universo vampírico.
Eso sin olvidar como visibilizó al romanticismo gótico con su magnífica cinta ‘La cumbre escarlata’. La película realmente es magistral en cuestión estética y encarna dos vertientes de la feminidad que se han atribuido originalmente a las brujas. Y en el mundo de la animación, es impensable no mencionar la secuencia inicial que realizó para La Casita del Horror XXIV de ‘Los Simpson’, donde gran parte del folclore del terror se hace presente.
Y podríamos seguir escribiendo por horas los aportes de este mexicano que continúa espantado al mundo, sin olvidar que apuesta por encontrar belleza en lo considerado tradicionalmente como grotesco. La estética de sus películas y el universo cinematográfico que ha construido perdurarán incluso cuando en el epitafio de su creador se lea «Aquí yace Guillermo del Toro, que vivió, amo y filmó algunas cosas«. Pero, antes de que este amado director se reúna con sus queridos monstruos para reinar con bondad y justicia, sigamos apreciando todo lo que su arte tiene para contarnos, visible para aquellos que sepan donde mirar.