Escribir sobre éste tema surgió a raíz de que hace unos días mientras veía el muro en mi Facebook, apareció un vídeo de un apicultor colombiano, quien con lágrimas en los ojos pedía la cooperación de todos los agricultores de la región para frenar el acelerado deceso de las abejas, invitaba a todos los involucrados a que dejarán de utilizar plaguicidas químicos, ya que son estos el principal factor de muerte de ésta especie.
Las razones para proteger a estos insectos son muchas, la principal, es que la vida de la mayoría de las especies que habitan este planeta depende del trabajo que hacen estos polinizadores.
Asociar a este insecto solamente con la fabricación de miel es un grave error, porque son consideradas como los agentes polinizadores más relevantes del ecosistema; están diseñadas para polinizar, es decir ayudan a las plantas a crecer, reproducirse y producir comida.
De las 100 especies de cultivos que abastecen el 90% de los alimentos del mundo, las abejas polinizan el 70% de ellos; además de 25 mil especies de plantas con flores.
En palabras del Agrónomo Jaime Soto, sin abejas no hay polinización; es decir, no hay flores, ni cultivos, ni alimento para nosotros los humanos.
Como bien dijo Albert Einstein: las abejas son muy importantes para el desarrollo del hombre ya que sin ellas, el 60% de las frutas y verduras que consumimos desaparecerían al no ser polinizadas.
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De acuerdo con un estudio realizado por el Earthwatch Institute for the Royal Geographical Society of London, el 70% de la agricultura a nivel mundial depende de los insectos, por lo que su cuidado y preservación es de vital importancia, principalmente para los humanos.
El trabajo de una abeja consiste en recoger el néctar de las flores, principal elemento en la producción de miel, cuando las abejas lo recogen terminan por polinizar el lugar por donde pasan, ya que gran parte de ese polen lo llevan pegado a su cuerpo, esparciéndolo por todo su trayecto. Además las abejas solitarias son las que recolectan polen de otro tipo de plantas más salvajes o silvestres, ayudando a polinizar regiones donde no actúan otros insectos.
La actividad de las abejas respecto a la producción de miel, es dura, porque para producir 1000 gramos necesitan posarse en al menos 10 millones de flores.
En el 2005, surgió un fenómeno denominado Síndrome de Despoblamiento de las Colmenas y desde entonces la desaparición y exterminación de las abejas va en aumento, se ha perdido el 90% de la población de abejas en el mundo.
La desaparición total de ésta especie animal, implicaría un desequilibrio en la economía mundial ya que están relacionadas con la generación de miles de millones de dólares anuales en productos agrícolas; y es que los cultivos que dependen de la polinización han aumentado su precio por lo que las ganancias han bajado. Otro problema, consecuencia de la muerte de las abejas, es la alteración del ciclo del agua y la generación de oxígeno porque se reduce también el número de plantas.
Los seres humanos somos los principales responsables del deceso de los miles de abejas; somos quienes destrozamos su hábitat y su principal alimento, además la utilización de pesticidas y tóxicos en los cultivos las mata ya que estos insectos son muy sensibles a las toxinas.
Las causas de que las abejas se encuentren en peligro de extinción son: el aumento de depredadores; la industrialización dentro del sector agrícola; la contaminación del aire, que les impide oler las flores a grandes distancias; el cambio climático, porque cuando cambia la temperatura los procesos que realizan las plantas o flores se modifican y esto puede ocasionar que cuando llegue la abeja para polinizarla no esté lista para hacerlo; la urbanización a nivel mundial, se están construyendo cada vez más zonas residenciales, lo que quiere decir que ya no hay tantos espacios verdes como los había antes y esto causa que les sea más difícil conseguir alimento a las abejas.
El Servicio de Pesca y Vida Salvaje de Estados Unidos ha incluido por primera vez a este animal como especie en peligro de extinción.
La extinción de las abejas es un problema global que nos atañe a todos, por ello los agricultores están apostando por la agricultura ecológica, buscando que las abejas estén lo menos expuestas a los plaguicidas.
Muchas personas se están uniendo al cuidado y preservación de esta especie; ecologistas y apicultores hacen llamados públicos para controlar el descenso tan acelerado de estos insectos.
Como pudimos darnos cuenta, hablar de abejas va mucho más allá de la miel; son animales indispensables para los procesos de polinización; ayudan a que se incremente el oxígeno en la atmósfera, y pueden ser la clave para la salvación de la humanidad, es por ello que existe la necesidad de que todos las tratemos bien y respetemos su espacio.
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